Patita

Cicuta

Por Jaime Flores Martínez

Viernes, 24 de Marzo de 2017.

Patita

Desconcertada porque el alcalde de Tijuana Juan Manuel Gastelum se dedica a amedrentarla para evitar que divulgue sus amoríos, la joven Laura Alicia López está temerosa de posibles represalias.

El alcalde Gastelum le hizo tres llamadas la mañana del martes para exigirle que mantuviera la boca cerrada frente a los reporteros.

El viernes 10, «los genios» de la comunicación del gobierno de Tijuana «le tumbaron» la página de Facebook al periodista Hugo Isaac Rea.

Y es que Rea testificó la tarde de ese viernes, el desencuentro público entre el alcalde de Tijuana Juan Manuel Gastelum Buenrostro y la joven Laura Alicia, con quien sostuvo una relación sentimental por al menos media década.

Laura Alicia López, de 30 años, arquitecto de profesión, reconoce que tuvo amoríos con el actual alcalde desde antes que fuera diputado federal.

Ella misma relata que el filo de las tres de la tarde del segundo viernes de marzo, el alcalde Gastelum la abordó frente a las oficinas de la Secretaría General de gobierno.

¡Cómo estás chiquita!, exclamó Gastelum ante dos decenas de incondicionales que le acompañaban hacia su oficina.

Allí, plantado frente a todos, preguntó a Laura Alicia «si había recibido la liquidación que ordenó». El alcalde había dado instrucciones de liquidarla más allá de lo que marca la ley.

Laura Alicia recuerda que desde iniciado el actual gobierno, su amante Juan Manuel Gastelum la integró como empleada administrativa en la Oficialía Mayor del actual gobierno municipal.

Hace algunas semanas, al negarse a realizar las perversiones ordenadas por el alcalde, Laura Alicia fue removida de su cargo.

¡Muchacha desobediente!

Laura relata que el encargado de recursos humanos le exigió firmar su renuncia.

¡Pero si la habían corrido!

A cambio de signar su separación voluntaria le entregaría una liquidación de 7 mil pesos.

¡Míseros 7 mil pesos! ¡Ni era justo!

Ese viernes Gastelum le preguntó si había firmado su renuncia, pues había girado instrucciones de darle un abultado cheque, aunque Laura le dijo que su presencia allí era justamente por eso.

Minutos después de intercambiar impresiones con Laura Alicia, el alcalde se introdujo a sus oficinas mientras la joven rompió en llanto y corrió hacia el interior de la Secretaría General de gobierno.

Más tarde, serenamente indignada Laura Alicia asegura ante Cicuta que sus revelaciones no pretenden sacar alguna ventaja.

¡Juan Manuel intentó tratarme como un objeto y yo tengo dignidad!

Recuerda que conoció a Gastelum en la sede del Partido Acción Nacional (PAN) en Tijuana, mucho antes que «el Patas» despachara como diputado federal.

A mediados del año pasado, al resultar electo presidente municipal de Tijuana, Gastelum la contrató en el nuevo gobierno donde fue colocada como empleada administrativa en la Oficialía Mayor.

¡Desde allí continuarían con sus amoríos!

Sin embargo, Laura Alicia reconoce que las perversas exigencias personales de Gastelum, dieron al traste con la relación sentimental.

Acepta que la liquidación económica que recibió ese viernes superó sus expectativas económicas y que precisamente fue el secretario general de gobierno Raúl Felipe Luévano quien le entregó

Mientras que a través de la ley Federal del trabajo Laura Alicia debió recibir 20 mil pesos de liquidación, alguien «de muy arriba» (patas pa´rriba) decidió liquidarla con un cheque de 50 mil pesos.

Y aunque alguien podría decir que este relato forma parte de los temas personales de Juan Manuel Gastelum, llama a la atención que el alcalde ventile asuntos sentimentales frente a dos decenas de lame suelas.

El periodista Hugo Rea testificó el encuentro y más tarde aludió en su página de Facebook algunos detalles del desencuentro.

Rea se desconcertó al darse cuenta que alguien intervino su página de Facebook para evitar que sus seguidores se enteraran del mencionado incidente.

Si bien los comunicadores no deben involucrarse en temas personales de los servidores públicos, el caso que nos ocupa debe ventilarse públicamente porque se trata de un asunto privado que se hizo en público.

Una semana después, Laura acudió al edificio municipal a realizar algunos trámites.

Dos escoltas de Raúl Felipe Luévano se convirtieron en su sombra durante su estancia en el edificio de gobierno.

La mujer asegura que estableció comunicación con el Secretario General de gobierno para notificarle que sus guardaespaldas la seguían de cerca, a lo cual respondió que dio la órden de custodiarla. Es para tu propia seguridad, le dijo Luévano.

Esta historia continuará…

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