Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Viernes, 22 de Abril de 2016.
Artimaña
Amparado en el divino manto del cristianismo a ultranza, el dirigente estatal del Partido Encuentro Social (PES) Luis Moreno Hernández, es el mejor ejemplo de un personaje “traga santos caga diablos”.
Pocos cristianos imaginarían que Moreno planeó su futuro político desde el 2008 con la idea de convertirse en diputado para garantizar la beca institucional y mantenerse en el poder.
Desde 2007 hasta el 2010 este hombre despachó como regidor y simultáneamente se desempeñaba como dirigente del Partido Encuentro Social.
Por esos tiempos pudo “envolver” al teniente coronel Julián Leyzaola Pérez, entonces cabeza de la Secretaría de Seguridad Pública de Tijuana.
En sus incontables encuentros Moreno convenció a Leyzaola sobre la necesidad de arrepentirse de todos sus pecados y de apegarse a la palabra de Dios.
Tantos remordimientos debió arrastrar Leyzaola que su guía Moreno lo convenció de integrarse al cristianismo. Los incontables abusos cometidos le generaban un terrible cargo de conciencia, situación que lo alentó a convertirse en cristiano.
Leyzaola estaba tan necesitado de un refugio espiritual que no se dio cuenta que en realidad lo preparaban para utilizarlo.
¡Desde entonces representaba una atractiva oferta electoral!
Moreno sabía que al manipular su voluntad sacaría una jugosa raja!
Si alguien lo ignora, Luis Moreno Hernández se auto-colocó en el primer lugar de la lista de candidatos plurinominales hacia el congreso de Baja California.
Como ya logró colgarse de la popularidad de Leyzaola no le costará ningún trabajo despachar los próximos tres años como diputado local.
El ambicioso Moreno sabe que Leyzaola no ganará pero eso lo tiene sin cuidado. El porcentaje que alcance será suficiente para convertir a Moreno en diputado.
Un caso similar se presenta en Ensenada, donde César Mancillas Amador representará al PES rumbo a la alcaldía del puerto.
Mancilla quedó desamparado al renunciar al partido acción Nacional, aunque su popularidad brilla en Ensenada.
Don Luis Moreno lo invitó a representar a su partido, lo que garantiza que alcanzará los votos necesarios para beneficiarlo.
Cicuta ya se ha referido a la incongruencia del PES, pues una comunidad cristiana no podría llevar como abanderado a un personaje acusado de torturador. ¿Eso se integrará a la palabra de Dios?
La paz, la hermandad y la generosidad espiritual hacia el prójimo abanderan la muy respetable comunidad cristiana.
Sin embargo ninguno de ellos se ha dado cuenta que el dirigente del PES utiliza sus creencias para beneficio propio.
Tanta bondad existe en el alma de todos esos cristianos que difícilmente han observado que Moreno manipula voluntades en su provecho.
Cierto que los cristianos son también seres humanos de carne y hueso, también vulnerables a caer en el pecado.
El ejemplo más claro es un desliz que cometió el entonces regidor Moreno con una dama que atravesaba por una profunda depresión.
Por aquello tiempos, la esposa de un funcionario de primer nivel conoció el desprecio de su cónyuge pero ahí estaba Moreno para consolarla.
Este hombre sabe perfectamente la referencia planteada por Cicuta.
Además debe destacarse otra incongruencia de Moreno, al ignorar las carencias que padece uno de los suyos.
Esta persona no tiene otro remedio que recurrir a las oficinas del gobierno municipal a pedir apoyos económicos para solventar algunos gastos básicos, entre ellos la comida.
Se supone que el Instituto Estatal Electoral distribuye las prerrogativas económicas a los dirigentes de los partidos políticos. Cada 30 días esa autoridad entrega determinada cantidad de dinero que debía ser utilizada para la supervivencia de los partidos políticos.
En otras palabras Luis Moreno recibe pingües cantidades de dinero.
Para concluir con el tema, el señor Leyzaola (y en general la comunidad cristiana de Baja California), debe saber que su dirigente estatal se aprovecha de todos ellos para crecer política y económicamente.
Moreno sabe que al menos Leyzaola no tiene demasiadas posibilidades de triunfo, aunque su popularidad garantiza que el PES ganará en porcentaje electoral, en prerrogativas y –además—le permitirá despachar como diputado. Amén.
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