Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Lunes, 24 de Octubre de 2016.
Burlón
Dedicado a lambisconear a los jerarcas del gobierno en su espurio tránsito por el poder, don Fidel Margarito Villanueva continúa impune en su millonario negocio a costillas de los pobres.
¡Don Margarito amplía sus actividades fraudulentas y la autoridad lo tolera!
Y es que demás de vender una falsa impunidad a los dueños de automóviles ilegales, el colmo del descaro es que ahora ofrece una póliza de seguro que aparentemente cubre daños a terceros. ¿Alguna aseguradora caerá en esta trampa?
¡Ni pensarlo!
Para aquellos que lo ignoran, Margarito Villanueva ya cumplió década y media de atracar a los incautos dueños de automóviles chocolate.
Desde principios del 2000 este hombre se ha hinchado los bolsillos ante la ignorancia y la necesidad de la gente pobre. ¿Y la autoridad?
Ésos incautos han entregado cantidades que oscilan entre los 700 y los mil 500 pesos.
¡Según el sapo era la pedrada!
Además de enriquecerse de manera descarada, don Fidel se las arregló para filtrarse como la humedad entre personajes de la vida política nacional.
¡Así lo vende!
Durante la administración del gobernador panista José Guadalupe Osuna Millán, don Margarito Villanueva pasó más de un año en la Penitenciaría de la Mesa porque pesaban varias denuncias por el delito de fraude.
Luego de tantos meses en prisión, don Margarito alcanzó la calle solamente para voltearse y mostrar el dedo medio el entonces gobernador Osuna.
¡Se burló del entonces gobernador!
En una actitud evidentemente retadora este señor retomó su jugoso negocio y hasta lo perfeccionó.
Ahí decidió que no comercializaría solamente engomados (que ofertaban una falsa impunidad) sino que innovó al elaborar y comercializar placas de circulación con sus siglas: FV.
¡Don Margarito es además megalómano!
Si Villanueva presume en tener 150 mil afiliados (a quienes ha cobrado mil pesos en promedio), entonces este hombre se ha metido –en la última década– poco más de 150 millones de pesos.
¡Y sin pagar impuestos!
Aquellos practicantes de la ingenuidad, no entienden porque el gobernador de Baja California Francisco Vega de la Madrid simplemente sonríe ante la impune actividad de este hombre.
Desde el 15 de agosto, el gobernador Vega arrancó un programa de empadronamiento de los propietarios de los “vehículos chocolate” que circulan en Baja California.
Aunque la Secretaría de Hacienda desestimó la implementación de esta estrategia, el gobernador Kiko Vega ha reiterado que su intención es conocer la cantidad de vehículos irregulares que circulan en la entidad.
Durante los últimos dos meses, el señor Villanueva redujo su perfil pues evidentemente no quiere incomodar al mandatario en turno.
En mayo pasado, durante la última etapa de campaña proselitista, Fidel Villanueva se reunió en privado con Juan Manuel Gastelum Buenrostro, quien a la postre resultó ganador de la elección por la alcaldía de Tijuana.
Gastelum Buenrostro, el famoso Patas, es íntimo amigo y compadre de la actual gobernador Francisco Vega de la Madrid.
Se supone que Villanueva le ofertó el voto corporativo, pues presume un absoluto control sobre sus seguidores. Supuestamente les ordena votar por determinado candidato y el ejército de ignorantes obedece.
Al menos eso promete a cambio de impunidad.
Ruido
Aunque el alcalde electo de Tijuana Juan Manuel Gastelum Buenrostro asegura que el Grupo de Coordinación designará el próximo secretario de seguridad pública, al interior de la cueva panista resuena el nombre del coronel Alejandro Olea García.
Versiones señalan que los contactos de Gastelum ya llegaron a Michoacán a entrevistarse con el militar retirado. El coronel Olea actualmente comanda a los elementos de la Gendarmería en la tierra caliente michoacana.
No obstante esta versión, surge el nombre de Carlos Besné Irigoyen, quien fue responsable de la seguridad pública durante el trienio de Francisco Vega de la Madrid en la alcaldía de Tijuana.
El ruido es sobre ellos.
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