Cicuta
Por Jaime Flores Martinez
Lunes, 22 de Junio de 2015.
Complicidad
Descarado defensor de una dama encargada de (todo parece indicar)—retacarle los bolsillos, el actual director de Auditoría de Gobierno de Baja California Carlos Montejo Oceguera se ha convertido en la «comidilla» de los empleados de la dependencia.
¿Porque se revuelve en proteger a la ex delegada de Auditoría del a Estado en Tijuana Ana Isabel Granados Camargo? ¿Sera que es una extraordinaria empleada? ¿Acaso comparten utilidades? ¿Serán cómplices?
Resultaría absurdo pensar que Montejo ignora que, para obtener dinero fácil, su protegida se encarga de canalizar al despacho de su marido a los desesperados contribuyentes que enfrentan serios problemas fiscales.
De esta manera el licenciado Manuel Benavides Rodríguez (cónyuge de Ana Isabel) se encarga de “mover sus influencias” para sacarlos del brete por la mitad del dinero que debían pagarle al gobierno. !Que fácil!
Teresa Mier y Teresa Rodríguez, la primera jefa del Departamento de Gabinete y la segunda del Departamento de Visitas Domiciliarias, son las encargadas de “sugerirle” a la persona auditada que busque a licenciado Benavides Rodríguez.
Ambas Teresas son consideradas empleadas de la confianza Diana Isabel Granados.
En la mayoría de las ocasiones, estas empleadas se encargan de realizar una evaluación económica a la persona (o empresa) sujeta a una auditoría. Allí le reseñan las multas, los recargos y las sanciones económicas que afrontará.
Al momento de observar la preocupación extrema del contribuyente, en ese momento sacan la tarjeta del licenciado Benavides quien “seguramente les resolviera su problema”.
El asunto es que –hace unos meses– un subsecretario de Planeación y Finanzas del Gobierno de Baja California recibió una serie de quejas sobre Ana Isabel Granados, quien ya despachaba como delegada de Auditoría Fiscal del Estado en Tijuana.
La versión es que Granaos era la responsable del alarmante desplome de la recaudación en Tijuana. Ella se había encargado de recaudar menos dinero que antes, ¡Y como no si el negocio lo había hecho propio!
Al comprobarse la practica de transas, la decisión fue enviar a Granados al Puerto de Ensenada. Además de evitar una inflada liquidación, también se evitaría el estallamiento del posible escándalo.
Sin embargo, los responsables de tal decisión nunca esperaron que el traslado de Granados fuera abiertamente impugnado por el actual Director de Auditoría Fiscal del Gobierno Estatal Carlos Montejo Oceguera, hijo del primer presidente municipal de la ciudad.
Ana Isabel Granados fue subalterna de Montejo Oceguera mientras este despachó como delegado de la dependencia en Tijuana.
Al ser nombrado Director General de Auditoría en Mexicali. Montejo se movió para dejarle su silla a la activísima Ana Isabel Granados. Durante su estancia como delegado, la subdelegada de la dependencia era precisamente Ana Isabel Granados.
Ya en Mexicali como director general, Carlos Montejo mantuvo tan estrecha comunicación con Granados que de inmediato maniobro para evitar rescatarla. No permitiría que fuera arrumbada a Ensenada.
Montejo decidió entonces llevársela a Mexicali, donde la señora Granados incremento su poder.
Dicen los que saben que la señora Granados manipula placer a Máximo Garza Casas un joven que actualmente despacha en la delegación de Auditoría Estatal Tijuana.
Algunos empleados dicen que Max Garza es el símil de un añejo personaje cinematográfico que por años cumplió el papel de “Gutierritos”.
La señora Granados hace “lo que le da la gana” con la valiosísima ayuda de la pareja de Teresas que se mantienen en la alerta en Tijuana.
Aunque nadie podría confirmarlo, se supone que Carlos Montejo Oceguera se ha convertido en uno de los consentidos del gobernador Francisco Vega de la Madrid, pues algunos testigos destacan el trato confianzudo entre ambos.
Eso explicaría porque Montejo ignoró las órdenes del fantasmagórico subsecretario que ordenó el lanzamiento de la señora Granados al puerto de Ensenada.
Una visión que suena lógica deja ver que le eventual boquete económico generado durante la administración de Granados en la dependencia, es el conocimiento del señor Montejo.
Más allá de los afectos y el reconocimiento al trabajo que realiza la señora Ana Isabel Granados, faltaría saber si –efectivamente– las ganancias económicas están equitativamente repartidas.
Un sabio dice que la complicidad es más fuerte que la amistad.
SAT
A propósito de auditorías, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) realiza una minuciosa investigación a las finanzas del actual presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Tijuana (CANACO), Gilberto Leyva Camacho.
Este último ha resultado abiertamente incómodo para la autoridad federal, especialmente para la dependencia que dirige Aristóteles Núñez, quien hace unos tres meses ordenó un amplísimo operativo para detectar e incautar vehículos extranjeros que circulan en la ciudad de Tijuana.
Al margen de su desempeño como presidente de la Canaco Tijuana, el señor Leyva ha sido el dirigente de los comerciantes de vehículos usados en Tijuana por más de una década.
Los bloqueos que encabezó intermitentemente en la garita de Importación y Exportación generó la furia del titular del SAT, quien pudo ordenar una agresiva auditoría a las finanzas de Leyva Camacho. Por cierto que este ultimo ni siquiera se ha quejado.
Mal haría.
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