Derecho de piso

TERTULIA POLÍTICA
Martes, 02 de Febrero de 2016.
Derecho de piso
Por Pedro Martínez Serrano
Los tres principales partidos políticos en Baja California, se encuentran trozados, divididos y, por ello, condenados a pulverizar la representación partidista, lo mismo al interior de los ayuntamientos, que en el Congreso del Estado, además de que habrá sorpresas, gracias al posicionamiento electoral de los partidos emergentes, especialmente el Movimiento de Reconstrucción Nacional (Morena) y el Movimiento Ciudadano (MC).
Lo anterior se puede adelantar sin ser adivinos, a consecuencia de que hoy, por ejemplo en Tijuana, al interior del ayuntamiento campea el cinismo, la desfachatez y el bandidaje; la corrupción personificada en el alcalde Jorge Astiazarán Orci y su ejecutor, su recaudador y enlace con grupos criminales con intereses en la ciudad, el secretario Bernardo Padilla Muñoz, el iluso que sueña con ser diputado por el Partido Revolucionario Institucional.
Y precisamente, si alguno de los partidos llamados grandes, se encuentra sumido en el desprestigio y el rechazo ciudadano, es el Revolucionario Institucional, hoy convertido en juguete de Jaime Chris López Alvarado, ahijado y protegido de Manlio Fabio Beltrones Rivera.
El presidentito del tricolor en Baja California, es un sujeto gris, desteñido y pusilánime, sin el valor que se requiere para enfrentar a quienes históricamente se han adueñado de las decisiones y las candidaturas, como son el casinero delincuente Jorge Hank Rhon; el ignorante usurpador de la dirigencia cetemista en el estado, Eligio Valencia Roque y otra media docena de sujetos que han ocupado al PRI como instrumento de presión para enriquecerse.
Pero eso no es lo más grave, hoy en Tijuana, el centro mayoritario de cultivo de votos en la entidad, el PRI se ha encargado de decepcionar y golpear con rudeza a los aliados históricos del tricolor, lo mismo transportistas que comerciantes, al igual que a empresarios a quienes se les aplica cobro de piso y no derechos municipales.
No hay trámite que se inicie en el municipio, en el que no entre alguno de los gatos de Bernardo Padilla, abanderados por el director de comunicación social del ayuntamiento, Jesús Velazco Soto, para exigir arreglos por debajo de la mesa, comisiones por obras y servicios. En todo lo que se mueve dinero, están extorsionando.
Incluso hoy, los integrantes de la principal fuente de ingresos de dinero negro, los propietarios de prostíbulos, congales y casas de citas, se quejan de la voracidad de Bernardo Padilla y de los recurrentes abusos de Jesús Velazco quien, apenas asumió la titularidad de comunicación social y ya empezó a exigir un extra a la cuta semanal, para los muchachos de la prensa.
Por lo anterior los representantes de bares y cantinas, se han empezado a reunir ya con el principal candidato a la presidencia municipal, el que sin duda ganará, el de Acción Nacional, Juan Manuel Gastelum Buenrostro a quien le han solicitado 3 cosas: seriedad en los tratos; un interlocutor serio y que por ningún motivo mantenga como facilitador al hampón que se dice licenciado, el tal Javier Fuentes.
Pero no sólo los propietarios de bares y cantinas son víctimas de las raterías de Astiazarán, Bernardo y su gato estelar, Jesús Velazco, ese al que se investiga en la Procuraduría General de la República, por sus nexos con grupos del crimen organizado, también se extorsiona a constructores, transportistas, comerciantes, ambulantes y semifijos. No hay grupo económico al que no se le extorsione, al que no se le cobre piso.
Por lo anterior, me deslizaron la versión de que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, investiga a Astiazarán y a Bernardo Padilla, quienes difícilmente podrían acreditar el origen lícito de los millones de dólares que han invertido en diferentes desarrollos turísticos, especialmente en el Caribe.
Así las cosas, el alcalde y su secretario, el paranóico y presunto enfermo mental Bernardo Padilla, me dicen que comparten la propiedad de un lujoso hotel en Cancún, lo que podría ser la punta de la madeja de corrupción y saqueo en que han incurrido en agravio de los tijuaneses.