INTRIGAS
#ElTomate
El famoso dicho (entre los pillos gubernamentales) que dice: “estamos en el año de Carranza… porque el de Hidalgo no alcanza”; lo del año de Hidalgo se refiere al último año de la gestión de un gobierno, social y moralmente reprobable, es decir, con una corrupción rampante; pero como nuestros gobernantes no se “conformaban” con eso, “inventaron” el de Carranza, para aplicar el mismo nivel de corrupción al penúltimo año de gobierno.
Dicho lo anterior en folclor nacional: “es el año de Hidalgo; chingue a su madre el que deje algo”, o dicho de otro modo: al ser el último año de gobierno, hay que robar todo lo que se pueda. Lo cual es un crudo reflejo de la corrupción que ha caracterizado a la administración pública en México, con el color del partido que guste y quiera. La frase anterior se popularizó y derivo en: es el año de Carranza, porque el de Hidalgo ya no alcanza.
Después de esta pequeña explicación de frases relativas a la tan gustada (por los funcionarios públicos) corrupción, entremos al detalle de esta columna, en la municipalidad de Tijuana tenemos un director de Inspección y Verificación que responde al apodo de “el tomate”, aunque se llama José Antonio Olivas Heredia, el cual decidió que le valían sorbete los años de Carranza y de Hidalgo, por lo que se dedico al “atraco” desde el primer día en el cargo.
Con la “venia” de sus superiores, se dedica con ahincó a “pegarle” a todo lo que se mueva… y a lo que no también. Lo mismo manda sus hordas de inspectores a cobrar “mordidas”; que andan desatados extorsionando comerciantes ambulantes… y negocios establecidos; Las cuotas para quienes no tengan permisos o les falte algún documento, van de los seis mil pesos en adelante, eso da una idea del millonario “negocio”.
Pero estos “muertos de hambre” metidos a funcionarios públicos, todavía se dan el lujo de apersonarse a los negocios dedicados a la venta de comida, solicitando ordenes de alimentos, las cuales por supuesto… no pagan. Lo mismo hacen con talleres mecánicos, hojalateros y demás negocios. Para ellos todo es de “cuates”…cuando se trata de lo ajeno.
Cuando publicitan “operativos” es únicamente con el fin de encarecer las “cuotas”. Lo mismo en los bares y antros, donde realizan operativos “light”, con la finalidad de simular que están trabajando… y de “educar” a quienes no se han alineado. Tan es así, que los pocos negocios cerrados, estos vuelven a abrir a los pocos días… previo pago de la respectiva comisión o cuota, por supuesto… en absoluta flagrancia de la ley.
Fiel a lo “malandro” que lleva en la sangre Olivas Heredia, se asocia con los pillos al mando del “camillero” Alejandro Ladres Valladares (inseguridad pública) y Gerardo Herrera Zavala (consejería jurídica), para despojar a comerciantes de sus permisos de operación.
Ejemplo de lo anterior, son los operativos que realizan “delincuentes” con charola de inspectores de reglamentos municipales, para “despojar” a comerciantes con permisos de venta en “carritos” o como quieran denominarlos. El modus operandi, es que estos pillos con charola, solicitan al comerciante el permiso de operación respectivo, al mostrarle este una copia, le hacen saber que no tiene validez, ordenándole al agente de la policía municipal José Juan Barraza López y jenízaros que lo acompañan, detener al comerciante y ponerlo a disposición del juez calificador, en muchos casos una tal María Leticia Ventura Galván, quien solicita los documentos originales.
Una vez que se los presentan, Ventura Galván se los queda y ordena retirarse al comerciante, indicándole los inspectores que no se vuelva a instalar en el lugar que tiene asignado, so pena de ser detenido y “consignado”, ya que no cuenta con permiso de la autoridad. Lo cual es cierto… ya que la autoridad por medio del juez calificador se quedo con dicho permiso. Que hacen con los permisos que se apropian? Los venden? Se los dan a familiares? A los cuates? A los compinches? Curiosamente, estos delincuentes metidos a funcionarios municipales, acostumbran a ofender, llamando delincuentes… a las víctimas.
Todo lo anterior se da con la complacencia y hasta complicidad del sínico procurador municipal, “el pildorón” también llamado “el prozac” Arturo Ledesma Romo, lo que pudiera dar a entender, que siempre si hubo acuerdo en el pago de la cuota del cincuenta por ciento de las entradas derivadas por conceptos de “extras” o si usted lo prefiere, por… corrupción. Confirmándose con esto, lo que tanto “cacareo” el “dotor Chapatín” Jorge Enrique Astiazarán Orcí.
Vale la pena recordarle a Astiazarán Orcí, que es una vergüenza que se diga que es un alcalde que ve por los ciudadanos, sobre todo los más desprotegidos, cuando en realidad protege y hasta premia a los delincuentes metidos a funcionarios, como es el caso de los inspectores de reglamentos. El pasado miércoles nueve, afuera de la subdelegación de la SEDESOL, en plena Zona Rio, aproximadamente al mediodía una horda de estos con una unidad oficial con el número 5, incluyendo por lo menos una fémina, agredieron a una señora de la tercera edad, que estaba entregando unos raspados en la citada dependencia federal.
Después de darle físicamente una maltratada, procedieron a incautarle la poca mercancía que tenia y la “carretita” en que la transportaba. Esta pobre gente, que no tiene otro medio de subsistencia, es constantemente agredida y atracada por “los tomatitos”, quienes la mayoría de las veces se quedan con la mercancía decomisada. El alcalde debe de querer que estos ciudadanos, sin otra fuente de ingresos, se dedique a malandros, sí… como si fueran parientes de José Antonio Olivas.
Vale la pena mencionar, que la fémina metida a atracadora… o si usted lo prefiere inspectora, se dedico a insultar, amenazar y tomar fotos, a quienes estaban grabando el abuso de la autoridad municipal. Pero como lo ha hecho estos casi dos años de desgobierno, Jorge Astiazarán premia y protege a quienes joden a… los más necesitados.
#Verdes
Suertudo que es el sínico procurador tijuanense, acusado a principios de este trienio por el alcalde, el “dotor Chapatín” Jorge Enrique Astiazarán Orcí, de tratar de extorsionar a los funcionarios del municipio con el cincuenta por ciento de los ochenta millones de dólares que se recaudan por corrupción (datos aportados y reafirmados por el alcalde).
Resulta y resalta, que con el nombramiento del #pillo verde (sí, uno más) el “güero” Arturo Escobar y Vega (hasta parece nombre de la nobleza… mafiosa), como subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana, de la secretaría de Gobernación, los “negocios” en Baja California se harán por medio de su “cuatacho” “el Pochongo” Eduardo Ledesma Romo, el cual nombro como representante de los “bisne$” en Tijuana, a su carnal el sínico procurador municipal, “el pildorón” también llamado “el prozac” Arturo.
Escobar y Vega, es famoso por sus escándalos… por no decir “movidas”, recordando unas pocas, tenemos: aquella maleta marca Louis Vuitton rellena de dólares para comprar votos en Chiapas, hace unos cinco años; proponer la pena de muerte; las múltiples multas aplicadas al Partido Verde por incumplir la normatividad electoral; incluyendo millonarios contratos a parientes, socios… y compinches; y por supuesto ser propenso a violar la ley una… y otra vez… y otra vez… hasta el infinito.
Si con Roberto Campa, los secretarios de (in)seguridad pública (tanto estatal como municipal, o en sus caso titulares de la policía) se retacaron los bolsillos de billetes, con Escobar y Vega… todo será corregido y aumentado. Dicen que el nuevo subsecretario no sabe cómo prevenir los delitos, pero planearlos, cometerlos y evadirlos… en eso si es todo un experto.
La mayoría afirma que Arturo Escobar hizo varios posgrados en los más diversos delitos, al ser uno de los orquestadores de las recientes campañas del partido verde “disque” ecologista (PVEM), en las que se violaron prácticamente todas las leyes electorales vigentes. Condenas que evadieron por unas cuantas módicas… multas.
Uno de los tantos recursos que maneja la subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana, es el Subsidio para la Seguridad en los Municipios (SUBSEMUN), la cual a hecho millonarios a muchos funcionarios públicos, incluyendo al “jefe Gorgory” el Chucho Alberto Capella Ibarra y al “camillero” Alejandro Ladres Valladares.
El “camillero” Ladres Valladares, fue de los primeros funcionarios municipales en “negociar” con “el pildorón” o “el prozac” Arturo Ledesma Romo, la “participación” que le correspondería por los “extras”… también llamados corrupción, generada por el área de inseguridad. Testigos de lo anterior, son un gran número de ciudadanos, quienes han visto a este par de ineptos funcionarios, departiendo y… negociando, en una buena cantidad de comederos de moda.
La camarería llega a tal punto, que cuando “el pildorón” quiere presentar al “camillero” con alguien, le chifla y le grita “güey… ven a presentarte, a lo que este acude con prontitud… de empleado. Y ahora con la representación del “güero”, negociaron el apetitoso botín del SUBSEMUN. Con lo cual veremos a precios todavía más “alzados”, la compra de patrullas, equipamientos y demás, incluyendo los malos manejos en las compensaciones y prestaciones destinadas a los agentes policiacos. Entre pillos te veas.
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INTRIGAS.INFO Escrito por Ricardo Madrigal
Martes, 15/Septiembre/2015.
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