INTRIGAS.
ESCANDALO EN PUERTA
Tan tranquilo que estaba “el gober pernicioso” Francisco Arturo “Kiko” Vega de Lamadrid, viendo las broncas de los vecinos. Es decir los escándalos en prácticamente todos los municipios del estado. Lo que lo tenían feliz y contento, pues ni quien se acordara de la falta de acciones de su gobierno, el incumplimiento de las promesas de campaña, la protección de “los negociantes” en o con su administración, la inseguridad, el endeudamiento de las finanzas municipales, y una larga lista de “lindezas”.
En Tijuana: los latrocinios de Carlos Walterio Bustamiente y compinches que lo acompañaron, más las inigualables brocas de “las comadres” Astiazarán, Padilla, Ledesma. Mexicali: los latrocinios de Francisco José Pérez Tejada Padilla, sumados a los picarescos escándalos de actual alcalde Jaime Díaz Ochoa y novia que lo acompaña. Ensenada: con el mayor depredador de su historia, Enrique Pelayo Torres. Rosarito: con su historia de pueblo chico, infierno grande; entre Javier “Tito” Robles Aguirre y Silvano Abarca Macklis, pobre municipio, escándalos sexuales, desfalcos, “rasguños” con el director de policía y demás. Lo cual parece indicar que tenemos políticos dignos… de una penitenciaria.
Regresando al escándalo que tiene en puerta el gobierno estatal, bien haría en poner su barba a remojar -después de que guardadas las distancias-, estallo a nivel nacional el asunto de la empresa denominada Oceanografía, la cual fue beneficiada por los gobiernos federales –y alguno estatal- panistas, saliendo a colación algo que ya era del dominio público, es decir los negocios del dueño de la citada empresa con funcionarios públicos, y su proclividad al financiamiento de las campañas políticas azules.
La situación es que localmente tenemos más de un empresario beneficiado por los grandes negocios al amparo de los gobiernos panistas, y muy dados a meter dinero a las cualquier campaña de sus “socios” políticos.
Según se comenta, el empresario más incómodo del momento en el estado, responde al nombre de Dimas Campos, dueño de numerosos negocios, entre los que se incluyen un buen número de gasolineras, y desde principios de dos mil doce, de la concesión del Transporte Ferroviario de Carga entre San Ysidro, California y la región Tijuana-Tecate.
Dicha concesión que según informaciones le fue entregada por el financiamiento que regularmente hace a las campañas panuchas, en la que se incluye la que llevo a la gubernatura al tristemente José “el Lu pillo” Osuna Millón.
Para despojar de la concesión a la empresa Carrizo George Railway, y entregársela a Dimas, de una forma por demás irregular, aplico toda su tenebra el entonces secretario general de gobierno estatal, Cuauhtémoc “ven pa´ca” Cardona Benavides. Por lo que giro instrucciones al director general de la Paraestatal Administradora de la Vía Corta Tijuana-Tecate (ADMICARGA), Octavio Monraz Sustaita, para que cubriera –aunque fuera a destiempo- el llenado de la documentación con la SCT.
Ya que desde abril del año dos mil, el gobierno federal, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, entrego el Título de Asignación al Gobierno de Baja California, de la Vía General de Comunicación Ferroviaria Tijuana-Tecate, conocida como “Vía Corta Tijuana-Tecate”, para lo cual se creo la entidad paraestatal ADMICARGA para precisamente su “administración”. Lo menos que se dijo, es que hubo “tráfico de influencias”, y de ahí para adelante, todo lo que usted quiera pensar.
Sin cubrir los requisitos legales, ni tener equipo de trabajo –personal, locomotoras, vagones, etcétera-, menos experiencia en el ramo, ni que decir que fue una asignación directa, ya que el licitar hubiera provocado no conseguir el negocio, este le fue entregado a Baja California Railroad (BJRR), empresa creada ex profeso por el señor Campos.
Lo anterior ocurrió con la “complicidad” del compadre del “Lu pillo” Osuna, Ramón Luque Félix, quien cobraba como director general del Centro SCT en Baja California, posición a la que llego precisamente por la recomendación de su “compadre. Y todo aparenta que sigue con el actual director del centro SCT, Florencio Alfonso Padrés Pesqueira, discípulo o protegido de Fernando “el diablo” Castro Trenti. Famoso por haber sido inhabilitado por su “brillante” paso por la secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología del municipio de Tijuana.
Como era de esperarse, al tomar posesión de la concesión una empresa sin experiencia ni equipo, tardo semanas en prestar el correspondiente servicio, provocando escasez de algunos productos en la región. Causando serios trastornos al sector productivo. Aunque esto es lo que menos les interesaba a las autoridades estatales. Como siempre, primero los bisne$.
Vale la pena comentar, que esta empresa –Baja California Railroad- pareciera que tiene como “diversión” el complicarle la vida a los habitantes de Tijuana, ya que le da por hacer maniobras que desquician el trafico en diversas zonas de la ciudad, siendo de hasta casi una hora el tiempo perdido por quienes tienen la necesidad de transitar por lugares donde cruzan las vías férreas. Ni que decir lo que sucede cuando “se le ocurre” descarrilarse. Al fin el que se “jode” es el ciudadano.
Curiosamente, poco antes de las elecciones del año siguiente, es decir dos mil trece, Dimas Campos anuncio con bombos y platillos que BJRR, invertiría de veinte millones de dólares para la rehabilitación de la vía de ferrocarril entre Tijuana y Tecate. Lo que un año después no se ha notado. Pero que tal las cantidades que dicen los expertos, llegaron a la campaña de “Kiko” Vega. Lo que en el corto plazo le podría reventar.
Para más datos, anunciaron –en su momento- que dicha capitalización se pondría en marcha a partir del mes de mayo, lo que los mal pensados dicen que fue en los días de la contienda por la gubernatura. La “capitalización” se anuncio con la impactante frase de: “el impacto de este gasto vendrá a ser un detonante de la actividad económica de la región y servirá de apoyo a las políticas de desarrollo de los gobiernos federal y estatal”. Lo cual obviamente solo fue publicidad, y pantalla para los verdaderos fines a seguir. También seria interesante saber si por ese medio no llegaron recursos de otras fuentes –entre ellos federales- para financiamiento de campañas, y negocio de unos cuantos.
En este contesto Vega de Lamadrid, conciente de sus compromisos… y de las “oportunidade$” por venir, hace no muchos días viajo a la ciudad de México, para sostener reuniones con autoridades federales solicitando financiamiento, para según el, proyectos prioritarios en el estado.
Con eso de que según el gober “cada proyecto es de gran importancia, ya que dará un fuerte impulso a nuestro estado en materia de infraestructura, seguridad, economía, salud y sobre todo que los beneficiados serán los ciudadanos, quienes también tomarán parte para su desarrollo” –rollero si es-, pero lo principal es que deje beneficios$ para los dueños del poder estatal.
Entre los proyectos, esta el del ferrocarril Ensenada-Tecate, con el cual supuestamente se impulsara el movimiento de productos y mercancías, además de detonar los puertos de El Sauzal y de Ensenada. Como si solo con el hecho de construir una vía férrea se diera la panacea para todos los males de la agricultura, el comercio y los servicios.
Obviamente la idea es ampliar a esta vía, la concesión que ya tiene la empresa BJRR, la cual tiene negociado$ los apoyos de los funcionarios estatales, y a su vez el decidido apoyo de Florencio Alfonso Padrés Pesqueira como representante de la SCT en el estado. Dicen que ya se frota las manos por los frutos a recibir.
La desidia de Dimas Campos, que por desconocimiento y falta de talento, no ha podido arrancar el hasta hace poco tradicional servicio público ferroviario de pasajeros, como es el tren turístico internacional, donde por muchos años los turistas, a bordo del “Tren Museo” han arribado desde los años ochentas del siglo pasado, desde Campo, California, a la antigua Estación de Ferrocarril de Tecate y por lo tanto, generar un importante turismo para esta ciudad, así como para la vecina Tecate.
Esto ha ocasionado que le perdiera un poco el gusto a la denominada “Vía Corta”, ya que lo prefiere es contar el dinero que producen otros negocios, sin gran esfuerzo. Lo que según todo aparenta lo llevo a asociarse con el promotor boxístico Fernando Beltrán. Aunque muchos dirán que gran parte del dinero de Beltrán, proviene de los impresentables Jorge Kahwagi Macari y del exalcalde conocido por “gramos” o “rata blanca”, que también responde por Jorge Ramos Hernández.
Como es del conocimiento público, Kahwagi Macari tiene una buena relación con el gobernador y sus principales compinches… digo cercanos, empezando por Antonio Valladolid, secretario de las finanzas estatales, por los negocios que mantiene en este estado, y sobretodo por los verificentros de su propiedad, los cuales han contado con todo el apoyo institucional para su florecimiento.
De Jorge Ramos, también es público su financiamiento a la campaña de “Kiko”, con lo cual busco lavar algunos de sus múltiples pecados. Como por motivo de sus numerosos escándalos, no pudo acceder a puesto alguno, por el momento se conforma con poder hacer negocios al amparo del poder.
Nadie podrá negar, que quienes metieron dinero a la campaña del actual gobernador, lo hicieron a cambio de negocios posteriores. Así sean los empresarios más incómodos del momento.
Los negocios posteriores se empezaron a concretar, y se seguirán concretando con adjudicaciones en forma directa. Y el ferrocarril es un claro ejemplo. Aunque la bronca es que todos hablen de su inexperiencia y falta de estructura e infraestructura. Todo lo cual indica un mar de corrupción.
Ya algunos se alarman por la cantidad de millones de pesos que se mueven. Es más, dicen que se podría caer en la figura de lavado de dinero. Lo que pudiera conllevar las respectivas investigaciones. Lo que trae nerviosos a más de uno. Sobre todo después de lo acontecido a nivel nacional. Y si se tiene en consideración que el próximo año hay elecciones federales, el nerviosismo se multiplica.
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INTRIGAS: Escrito por Ricardo Madrigal. Jueves, 13 de Marzo de 2014.
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