Explotado / Burla

Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Lunes, 25 de Julio de 2016.
Explotado
Aferrados en explotar la figura del teniente coronel Julián Leyzaola Pérez, la dirigencia estatal del Partido Encuentro Social (PES) supone que los bajacalifornianos son un ejército de retrasados mentales.
El PES se erige como “una organización política que lucha contra la corrupción y la impunidad”. “Que promueve la paz y la justicia”.
¿Y así promueve a Leyzaola?
En un mensaje emitido el pasado fin de semana, el PES desea que el teniente Leyzaola recupere su movilidad.
Ahora mismo Leyzaola recibe un tratamiento que busca que recobre sus movimientos físicos.
Más allá de los deseos de la mayoría (para que Leyzaola recupere su salud física), llama la atención que el dirigente del PES Luis Moreno Hernández maniobre desesperado para que los tribunales electorales anulen la pasada elección.
Cierto que el PES sorprendió a los bajacalifornianos al ubicarse en segundo lugar en elección por la alcaldía de Tijuana.
Moreno sabe que tamaño logro no fue porque la sociedad cayó seducida por esas siglas, sino por la explotación extrema de la figura de Leyzaola, un personaje harto polémico pero ciertamente popular.
Aun así, el dirigente de ese instituto político no puede hablar de “lucha contra la corrupción y la impunidad” pues un ejemplo de corrupción es el ex alcalde de Tijuana Jorge Ramos Hernández.
El señor Moreno nunca ha referido que el PES iniciaría por buscar meter a la cárcel a Jorge Ramos.
Además el propio Moreno fungió como regidor (y lame-suelas) en la gestión del señor Ramos.
En esa misma administración el teniente coronel Julián Leyzaola Pérez despachó primero como director de la Secretaría de Seguridad Pública y después como titular.
Organismos internacionales y defensores de derechos humanos de Baja California, cuestionaron con acidez la candidatura de Leyzaola por estar involucrado en una decena de denuncias penales por el delito de tortura.
Aún así el señor Leyzaola no ha sido tocado ni con el pétalo de una orden de aprehensión.
¡Y Moreno dice que su partido lucha contra la impunidad!
Por si alguien lo ignora, el señor Moreno despachará como diputado en la próxima legislatura porque “se apuntó” en primer lugar en la lista de candidatos plurinominales. ¡Que inteligente!
Aún con ello don Luis Moreno insistirá en convertir a Leyzaola en alcalde de Tijuana dentro de tres años porque ¡ya se vio como Secretario General de Gobierno!
Pocos han observado como Moreno ha explotado a placer la figura de Leyzaola, quien sin duda se ha dejado querer. A don Julián ya le gustaron las olas, los aplausos y el reconocimiento.
Éste hombre desestima las críticas y acusaciones de aquellos personajes que torturó desde la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública de Tijuana.
Burla
Es tan miserable la credibilidad que tiene el presidente Enrique Peña Nieto, que la mayoría de los mexicanos pasaron por alto el perdón que pidió el lunes.
Al poner en marcha las leyes secundarias de la ley Nacional anticorrupción, el mandatario mexicano reconoció que el escándalo de la Casa Blanca generó una percepción adversa a su gobierno.
Más allá de una mala percepción de los mexicanos, el tema de la Casa Blanca provocó un repudio generalizado. La mayoría de los nacionales movieron la cabeza al observar el nombramiento de Virgilio Andrade como secretario de la función pública.
Nadie creyó que el amigo de Enrique Peña Nieto encontraría los elementos suficientes para acusarlo públicamente. Eso no sucedería, como no sucedió.
Un par de horas antes de que el presidente promulgara las leyes secundarias contra la corrupción, el mismo Virgilio Andrade presentó su renuncia. Lo hizo para permitirle al sistema nombrar un fiscal anticorrupción.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto se encuentran refundido en el ánimo de la mayoría de los mexicanos.
Solamente algunos de sus incondicionales creen en Peña Nieto, en su proyecto y en sus reformas estructurales.
El resto de los mortales mexicanos se encuentran más preocupados en maniobrar en favor de su familia.
La crisis económica es solamente un reflejo de la crisis de credibilidad del gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto.
Un famoso dicho popular mexicano refiere que –la mentira es del tamaño del explicación no pedida– y Peña pidió perdón.
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