Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Lunes, 12 de Diciembre de 2016.
Hueva
Dedicada a pedirle a Dios le alargue la vida para alcanzar su jubilación, a la juez tercero de lo familiar Josefina Magaña Castillo, parece no importarle el futuro de tantos menores que se encuentran atrapados en los conflictos derivados del divorcio de sus padres.
¡A la señora juez le importa un pito la crisis emocional de esos menores!
Y es que la señora Magaña parece más interesada en sobrevivir a su encargo que cumplir cabalmente con su responsabilidad.
Cicuta conoció el caso de un enfermo mental que se encuentra en proceso de divorcio. Este hombre presenta tal nivel de neurosis que azuza a sus 2 hijas para que repudien a su madre.
Esta mujer se asume cansada de soportar los maltratos del orate que tenía como marido de tal forma que solicitó el divorcio hace casi dos años. ¡La señora juez evita la fatiga!
Solamente por desinterés pudiera explicarse que la juez Magaña desestime las probanzas aportadas por una mujer que ha vivido un viacrucis los 2 últimos años.
Esta historia es de la doctora María de Jesús Rocha González, una odontóloga que hace más de 2 años denunció a su esposo Mario Alfonso Zamora Moctezuma por maltratarla y golpearla.
Según la denuncia Mario Alfonso la hostigaba, la maltrataba, la insultaba y la golpeaba.
Atrapado en una neurosis extrema, este hombre agredió a su esposa aún después de ser denunciado ante la Procuraduría Estatal.
La señora reunió los elementos de prueba necesarios, aunque sus argumentos no fueron suficientes para que la autoridad girara la orden de aprehensión.
En el enésimo ataque físico, la esposa de Mario Alfonso huyó del hogar a mediados de agosto del 2014.
De inmediato María de Jesús solicitó el divorcio con el inconveniente que el caso cayó en el Juzgado Tercero de lo familiar.
Como en la mayoría de los casos, la juez Josefina Magaña Castillo hace lo necesario para evitar la fatiga.
La doctora necesita comprobar que las niñas son psicológicamente manipuladas por su padre para que la repudien.
Tanto desinterés muestra la impartidora de justicia que –después de dos años– no ha ordenado que las hijas de María de Jesús y Mario Alfonso sean sometidas a exámenes psicológicos.
Resulta que Mario Alfonso se ha encargado de inyectarles cizaña contra su madre, de tal forma que las dos menores no toleran la posibilidad de ver a su progenitora.
Un estudio denominado “alineación parental”, señala que este fenómeno es un conjunto de síntomas donde las víctimas son los hijos.
La “alineación parental se presenta cuando un progenitor, mediante distintas estrategias, transforma la conciencia de los niños con objeto de impedir obstaculizar o destruir los vínculos con otro progenitor”.
¡Sin duda este es el caso!
Mario Alfonso ha manipulado a sus hijas hasta el punto de generarles odio hacia su madre.
Paralelamente este hombre se ha encargado de asegurar con cadenas la casa marital, pues además ha colocado chapas y cámaras de vídeo.
La intención es evitar que María de Jesús tenga contacto con sus hijas.
Más allá del comportamiento psicológico de las partes (o los conflictos maritales), llama la atención que la juez Josefina Magaña pase por alto el daño psicológico que pudieran presentar las menores.
Dice María de Jesús que le evaluación psicológica podría ser determinante en la decisión que tome la juez Josefina Magaña, quien sin embargo se muestra omisa ante este trastorno familiar.
Lo peor es que pareciera que a esta juez le importan muy poco las situaciones similares.
Hace algunos meses un doctor de apellido Caloca publicó una carta dirigida al gobernador del Estado Francisco Vega de Lamadrid, donde acusa desaciertos de la juez Magaña.
En su misiva denunció que su ex esposa se llevó a sus hijas a Brasil y destacó el evidente desinterés de la juez Magaña.
Y mientras los jueces de lo familiar son señalados por la sociedad por hacer todo menos impartir justicia, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado Jorge Armando Vázquez se dedica a sacarse la borra del ombligo.
El caso de María de Jesús Rocha debe ser uno entre miles de situaciones similares.
Un ciudadano que realizó un trámite de divorcio en el Juzgado Tercero estima que la juez Magaña se mueve con lentitud en espera que le llegue su jubilación.
Si esta versión se apega a la realidad, el presidente del tribunal debía promover las jubilaciones anticipadas. Urge que los encargados de los juzgados dediquen su tiempo a aplicar la justicia.
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