INTRIGAS
IGNORANTES
Cansado de tantas acusaciones hacia la institución que representa, por parte de los funcionarios policiacos de la estatal preventiva y municipal tijuanense, Gilberto Cota Alanís subprocurador de Justicia en Tijuana, y con la experiencia de haber ocupado entre otros muchos puestos los de juez penal, magistrado y presidente del Tribunal Superior de Justicia estatal, decidió –aunque muy diplomáticamente- hablar del tema.
Las quejas de Daniel de la Osa… digo Rosa, del “#camillero” Alejandro Ladres Valladares y de la “gatita de angora” Patricia Margarita Sida Wilkes, entre otros, es porque sus “muchachitos” –léase jenízaros– “agarran” malandros o supuestos delincuentes y el Ministerio Publico y los Jueces los “sueltan”.
Queriendo con lo anterior, deslindarse del incremento a los actos delictivos en el municipio y en el estado, curiosamente los tres mencionados (“de la Osa”, el “camillero” y la “gatita de angora”) dicen ser Abogados, lo cual no resulta cierto, a lo más que llegan es a licenciados pemex (disel que es licenciado), y en el caso del “camillero” a pasante, aunque más bien parece… paseante, ya que por ningún lado aparece su célula profesional.
Cota Alanís, tuvo que salir a tratar de explicarles a estos ignorantes del derecho, que la mayoría de las liberaciones de criminales se dan por detenciones arbitrarias de los policías y para más, los llamo violadores… del debido proceso, ya no se diga de… los derechos humanos.
Hubo la necesidad de explicarles –hasta con palitos– que un gran número de delincuentes que son detenidos por las diversas corporaciones policíacas, “han tenido que ser liberados pese a encontrárseles culpables del delito que se les acusa, esto ante la violación del debido proceso y de los derechos humanos durante la detención del criminal”.
No lo dijo, pero dejo entrever, que estos funcionarios policiacos deberían poner más atención a capacitar a su personal, ya que como siempre los que salen perjudicados son los ciudadanos. Lo cual es lo que menos interesa a quienes (dedican la mayor parte de su tiempo) se llenan los bolsillos en su paso por la administración pública.
Eso de “ajustarse al respeto de los derechos humanos”, solo lo entienden cuando caen en desgracia y son detenidos (ya que muchos son pillos metidos a funcionarios y policías). Es difícil pedir a los elementos policiacos que “respeten los derechos fundamentales de los detenidos”, cuando a sus jefes les vale sorbete lo anterior, lo único que les interesa (aparte del poder y los billetes) son las cifras de detenidos, y el tener una buena cantidad de aprehensiones cuando se da algún evento “relevante”… aunque sea de inocentes.
Es del conocimiento general, que el único protocolo que conocen perfectamente los jenízaros, es el de que cuando realizan un operativo por un hecho “X”, donde supuestamente corretean delincuentes, deben de ir deteniendo a todo aquel ciudadano que se atraviese en su camino y consignarlo como malandro, anunciando a la prensa un alto número de asegurados, todos ellos inmiscuidos en el hecho en cuestión… aunque posteriormente la procuraduría y/o los tribunales, tengan que enmendarles la plana, al resultar todos (o la gran mayoría) los detenidos inocentes de las acusaciones policiacas.
Triste, pero es la realidad, contamos con corporaciones pobremente capacitadas, y con mandos que en el mejor de los casos son… ineptos.
En la “tibieza” de las declaraciones y el actuar de Cota Alanís, no menciona, menos actúa contra todos esos funcionarios policiacos que turnan ante el ministerio público a inocentes, en base a falsas acusaciones. Tampoco procede contra quienes, como el mismo lo dice, “violan del debido proceso y de los derechos humanos durante las detenciones”. Algunos dirán que no le alcanzan los ministerios públicos, ni las áreas de detención para tanto pillo con uniforme que tendría que procesar.
Otros dirán que tiene el sindroma del “dotor Chapatín”, que habla mucho pero actúa poco o nada, y que lo que más dice o expresa, es lo que… menos hace.
EJEMPLO
Un claro ejemplo de lo expresado en líneas que anteceden, es el capricho y ocurrencia de los titulares de inseguridad pública municipal, el “camillero” Alejandro Ladres Valladares y de la “#gatita de angora” Patricia Margarita Sida Wilkes, quienes insisten de que la única forma de “controlar” la criminalidad es con sus tan gustados filtros, nombre utilizado para tratar de darle la “vuelta” a la Constitución, en la que expresamente se prohíben los retenes (que son exactamente lo mismo que los mentados filtros). Lo cual demuestra el valemadrismo e incapacidad manifiesta de los funcionarios en cuestión.
Con la bendición del cada vez más mentiroso e incompresible “dotor Chapatín” Jorge Enrique Astiazarán Orcí, el “camillero” y la “gatita de angora” con beneplácito han anunciado que los inconstitucionales operativos que realiza “serán permanentes con el propósito, según argumenta, de mantener el orden y la seguridad entre la ciudadanía». Es decir que sin estos la ciudad sería un caos todavía mayor. Con lo anterior están aceptando su ineptitud, y repito: su valemadrismo a la Carta Magna que nos rige.
Es una estupidez por decir lo menos, que afirmen que con esos ilegales retenes… dicen filtros, se logra “inhibir delitos, incluyendo los de alto impacto”, cuando lo más único que realizan es “atracar” a ciudadanos por faltas administrativas… y hacer más caótico el tráfico en muchas zonas de la ciudad. Los malandros o están “apalabrados” o les dan la vuelta a los mentados filtros.
La realidad es que estos “filtros” solo sirven para desmadrar el tráfico vehicular (más?); maltratar, ofender y sobajar al ciudadano común; incrementar la contaminación ambiental; perdidas económicas (por los tiempos y el consumo extra de gasolina); tener ocupados a múltiples elementos policiacos en un punto fijo, en lugar de hacer “rondines” para inhibir a los malandros; agarrar un resfriado (los jenízaros, ya que otra cosa no atrapan); inducir a la ciudadanía contra la autoridad; entre otras.
Lo descabellado es que después de joder al ciudadano, todavía le restreguén en la cara que la dependencia «solicita la comprensión y colaboración de los ciudadanos a las indicaciones de los oficiales, ya que estas acciones aun cuando causan molestias mantienen segura la ciudad y sus ciudadanos», a eso se le llama desfachatez. La terca realidad los atropella, según las propias cifras oficiales, la ciudad está en un claro retroceso en cuanto a seguridad, incrementándose brutalmente los secuestros, asesinatos, robos (de todo tipo) y demás.
Merece la pena aclarar que los beneficios obtenidos son solo para la autoridad, ya que los municipales conocen únicamente de dos sopas, o el cliente… digo ciudadano se “cae” con “billullus”, o la autoridad gana con las diversas infracciones (reales o supuestas) que le endilga al “ratón que cae en la trampa”… o “filtro”.
Independientemente de la probada inconstitucionalidad de los retenes o filtros (como gusta llamarle a la autoridad municipal), lo cual ha sido validado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, esta también ha promovido diversas jurisprudencias con el fin de que los detenidos (presuntos culpables) no sean exhibidos por las autoridades ante los medios de comunicación. Lo que a nuestras autoridades municipales les tiene sin cuidado. Es un insulto para la ciudadanía en general y los abogados en lo particular, que este par de pelafustanes (el “camillero” y la “gatita de angora”) se ostenten como tales… ya que no llegan ni a tinterillos. Lo menos que este par de ineptos debería de conocer, es el contenido de nuestra Carta Magna.
Como menciona el dicho: “no tiene la culpa el indio… sino quien lo hace funcionario”, o algo así… verdad “dotor Chapatín”?
CUENTOS
La Policía Federal, por medio del titular del Centro Nacional de Atención Ciudadana (CNAC) Federico Robles Cázares y del coordinador regional de la Zona Noroeste de la citada corporación Samuel Rivera Gutiérrez, presumieron que ahora si reforzarán actividades para “la prevención y combate del delito en las carreteras y autopistas de la zona noroeste del país”, lo cual de plano se duda, ya que estos elementos policiacos están dedicados en cuerpo y alma a “atracar” a cuanto ciudadano y transportista se atraviesa en su camino, como está más que documentado en esta entidad.
Con la verborrea y el cuento que siempre destaca a los funcionarios, mencionaron que tendrá atención especial las denuncias telefónicas… aunque no resuelvan ninguna. Porque en lugar de tanto rollo, no realizan supervisiones “serias” con el afán de terminar con los usos y costumbres de esa corporación, en el sentido de tratar de “vacunar” a todo aquel que se “suba” a una carretera federal, y en la actualidad y debido a la “modernidad”, a quien se les atraviese. Ojala algún día cumplan con su labor, y retiren de la circulación a estos malos elementos. En Baja California ya se vio que los “malos” tienen… protección “superior”.
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INTRIGAS. Escrito por Ricardo Madrigal. Jueves, 05/Marzo/2015.
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