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Convertido en un palacio de las vanidades… y/o de la hipocresía, el congreso local con su legislatura entrante está amenazado por la lógica de la mayoría mecánica, aunque hacia fuera, nuestros “heroicos” levanta dedos, tratan de aparentar discusiones de los temas a tratar, la realidad es que todo esta apalabrado para no importunar al gobernador, aunque normalmente el resultado sea joder al pueblo.
Lo que termina convirtiéndolo en un congreso sin contrapesos, complaciente con el gobernante en turno, aprobando leyes en fast track, sin conocerlas –para que, sino tienen capacidad de comprensión-, pudiendo por lo mismo enfrentar diversos recursos jurídicos por la inconstitucionalidad de sus resoluciones.
La Legislatura anterior, fue percibida como una legislación que se peleaba de todo y por todo con el anterior gobernador, pero que en realidad aprobaba las leyes que a este le interesaban, sin consultar jamás a los ciudadanos –igual que la actual-, y que actuaron solo en base a sus intereses particulares… y los de su amo, saliendo casualmente en una muy boyante posición económica del cargo. Cualquier parecido con la actual es pura coincidencia.
La percepción ciudadana dice que los diputados acordaban y acuerdan las votaciones entre los coordinadores parlamentarios de los diversos partidos… y sus respectivos amos, sin consultar… ni siquiera “pelar” a los ciudadanos, ocultando información sobre el proceso legislativo, como los dictámenes o el registro estenográfico de las sesiones, generando opacidad en el Congreso, y muchas situaciones más.
Las bancadas de los diversos partidos, nueve en la actual legislatura, que más bien son corrientes… políticas, son “deslavadas” ideológicamente, solo responde a interese$ de todo tipo. Por lo que ninguno se distingue por promover programas y leyes que se identifiquen con beneficios reales para la ciudadanía. Vinculados políticamente con algún grupito de poder, no se puede esperar gran cosa de ellos. Lo suyo, lo suyo, lo suyo… es el beneficio personal.
La mayoría de los levanta dedos, no tienen vinculación social, menos ideología para defender al pueblo, dedicándose a abonar y conservar buenas relaciones con los gobernantes en turno. Lo que hace que el gobernador siempre cuente con mayoría para ganar las votaciones que requiera en el pleno del congreso local.
La actual legislatura, ni tarda ni perezosa, ya dio sus primeras cuchilladas a la ciudadanía, la más reciente la vacila de resolución en cuanto a la verificación vehicular.
Proveniente de la casa de gobierno, una de las primeras órdenes que recibieron los flamantes diputados locales fue la de aprobar los presupuestos de ingresos y egresos, con todo y multimillonario préstamo; posteriormente la de aprobar localmente la ratificación de la “reforma energética”; incluyendo la revalidación de la concesión de los centras de verificación vehicular; pasando por la iniciativa de reforma a diversos artículos de la ley que regula los servicios de control vehicular, así como la ley de protección al ambiente, ambos en el estado de Baja California, que en su parte modular habla de: “la obligatoriedad de la verificación vehicular tratándose del trámite de placas, revalidación de tarjetas de circulación y canje de placas demostradoras, así como la multa prevista para quienes incumplan con la misma”; siguiendo con el dictamen por medio del cual se concedió un plazo de cien días, a partir de que entre en vigor, para que los automovilistas puedan realizar su canje de tarjeta de circulación o gestionar las placas sin el requisito de presentar la verificación vehicular, eso si, sin el consabido descuento del 12 % por pagar en este mes, y con la amenaza de que posteriormente serán multados por no realizar la citada verificación.
Lo cual no debe representar nada nuevo para quienes han seguido de cerca esta negra historia de intereses ocultos entre las partes. No es nuevo es que el congreso del estado reciba línea para aprobar, ya sea un aumento inmediato a las tarifas, servicios o lo que se le ocurra al gobernador o a alguno de sus esbirros. El enojo generalizado de todos los ciudadanos, les tiene sin cuidado. No les importa pasar a la historia como una nefasta legislatura más. Tristemente, la potestad de nuestros legisladores está en manos de los intereses y compromisos del señor gobernador y de unos pocos amos más. Esa es la “garantía” para los ciudadanos. Dios nos agarre confesados.
Seria interesante conocer todos los pormenores de la respectiva negociación, y los nombres de los personajes que intervinieron para lograr la misma, en este jugoso negocio. Los errores del órgano legislativo no cesan, los excesos y el servilismo están a la orden del día. Por lo que sigue la mata dando. No libran de una pifia, cuando ya volvieron a cometer otra. Ni las posturas asumidas, ni sus actitudes, abonaban a la certeza jurídica, menos a la transparencia.
¿Las constantes pifias en los órganos legislativos serán por ignorancia jurídica de sus integrantes, novatez política de los mismos o servilismos al grupo en el poder? Usted tiene la mejor opinión.
Los ganones con la decisión y voto de los levanta dedos, conocidos también como diputados, fueron los llamados verificentros. Después de que el pleno del congreso local aprobó el dictamen por medio del cual se concedió un plazo de cien días, para que los automovilistas puedan realizar su canje de tarjeta de circulación o gestionar las placas sin el requisito de presentar la verificación vehicular. Términos muy diferentes a los aprobados en comisiones.
En las comisiones unidas de gobernación, legislación y puntos constitucionales, así como la de medio ambiente y desarrollo sustentable, se había aprobado la derogación de la fracción VII del Artículo 29 de la Ley que regula los Servicios de Control Vehicular en el estado. Simple y llanamente. No la vacilada final que nos recetaron los “vendidos” levanta dedos. Y todavía tienen la desfachatez de vendérnoslos como un favor. Que “graciosos” esos “muchachitos”.
El impresentable levanta dedos, que responde al nombre de Cuauhtémoc “ven pa´ca” Cardona Benavides, desde el principio defendió la obligatoriedad de la verificación, pero sobre todo a los verificentros. En su calidad de presidente de la mesa directiva del congreso local, a sido el principal defensor de los concesionarios… y algunos dicen que de el mismo. Llego al extremo de querer vender lo invendible, manifestando que es prioritario por salud pública. Solo le falto decir que también es tema de seguridad nacional. Así se las gasta este folclórico y tenebroso personaje de la picaresca local.
Como siempre, quiere negar lo innegable al afirmar que no es una medida recaudatoria, agregando que “es mejor que estos sitios sean operados por la iniciativa privada, en lugar de la autoridad estatal”. Le falto decir que si su opinión es porque el gobierno del estado es incompetente o corrupto… o ambos. Con estos “amigos”, “Kiko” vega no necesita enemigos.
Sin rubor alguno, soltó que “uno de los temas que abordarán será conocer cómo fueron otorgadas las concesiones a particulares”, y se siguió de largo con eso de «parte de lo que vamos a establecer es justamente de cómo transparentar y generar la rendición de cuentas de cómo se otorgaron todas las concesiones que se dieron en el gobierno anterior, en qué términos se otorgaron». Y eso lo dice quien se encargo de “aterrizar” las concesiones en su cargo anterior de secretario del gobierno estatal.
Todavía el “ven pa´ca” Cardona, tuvo el cinismo de mencionar que «quedó pendiente de aprobar la condonación del pago por revisión en los verificentros a personas de escasos recursos”, lo que fue un compromiso de campaña de “Kiko” Vega.
El diputado René Mendívil Acosta, uno de los que inicialmente promovió llevar a cabo una reforma, termino enredándose en sus palabras… y compromisos. De la cancelación de la verificación tal como la conocemos, paso a aclarar de manera más que enfática, que en la iniciativa no estaba en discusión si continuaba o no la verificación vehicular, precisando que “el objetivo central fue encontrar una solución inmediata a las quejas de ciudadanos, que se han visto impedidos para cumplir con la obligación fiscal de regularizar sus vehículos”, muy diferenta a lo que declaraba en días y semanas anteriores.
Eso si, presumió que cumplió con los compromisos adquiridos con algunos de sus “patrocinadores”, como el que “los transportistas cuyas unidades están sujetas a revisión mecánica municipal, no paguen un solo peso adicional, si antes acudieron a la verificación ambiental vehicular”. Con lo cual demuestra claramente su desconocimiento del tema. Que pida una asesoria a la federación, la revisión mecánica y la verificación, son cuestiones distintas, y le dirán que en el transporte federal son obligatorias ambas, la primera efectuada por la autoridad respectiva, y la segunda por una empresa autorizada. Así que si es cierto que les cumplió lo que dijo -ya sea por desconocimiento o interés-, el diputado esta incumpliendo con disposiciones federales, quienes por cierto –si es que lo ignora- son las normativas en el tema.
Siguiendo en plan populista, dice que “sería deseable que los municipios ofrezcan el servicio de verificación de vehículos, por lo que este tema será planteado en las mesas de diálogo que deberán llevarse a cabo”… algún día. Ósea mientras el “ven pa´ca” Cardona dice que si los manejara el estado se darían actos de corrupción, independientemente del engrosamiento de la nomina estatal, Rene Mendívil, da a entender que en los municipios eso mismo no ocurriría. Con razón chambean en el mismo “changarro”.
Entre los dimes y diretes los gobiernos estatal y municipales no podían dejar de meter su cuchara. El gobernador y sus “compinches” defendiendo con todo la obligatoriedad de la verificación, aunque contreras como suelen ser, reconocen que gran parte e su flota vehicular –la cual se calcula en más de ocho mil unidades- no ha sido verificada. Como siempre, poniendo el “buen” ejemplo.
El alcalde tijuanense, Jorge Astiazarán Orcí, ni a favor, ni en contra, es decir ni fu ni fa. De la que se queja es de que su antecesor, el impresentable Carlos “el bucólico” Walterio Bustamante Anchondo, no presupuestó este renglón, y tienen poco más de mil quinientas unidades en u padrón. Lo que no dice es que gran parte de la culpa es de equipo de transición, ya que por incompetencia no se dieron por enterados del desembolso por venir. También informo que no tiene elementos policíacos para checar que la ciudadanía aya cumplido con la misma… eso si, si sus muchachitos detienen un vehiculo por cualquier otra causa, también le aplicaran la multa por la falta de verificación.
Astiazarán Orcí, no menciono en absoluto las largas filas y el congestionamiento vial, de lo cual el gobierno municipal es coparticipe, ya que otorgo el uso de suelo en lugares inadecuados para ese tipo de negocios, y además sin tener el espacio físico suficiente, llegándose al extremo, que ante el estrangulamiento de importantes vías de comunicación, envío a los conocidos como “moto ratones” del área de transito, para hacerla de “viene viene” en los verificentros.
La actual administración municipal, termino reconociendo que la pasada administración no realizó correctamente el procedimiento para reglamentar las sanciones a automovilistas que no porten el certificado respectivo, por lo que tienen que reponerlo, lo que deja sin validez las multas de tránsito por no portar holograma. Para su información, la sanción a aplicar es de mil pesos. Afortunadamente, ni para eso era bueno Bustamiente.
Nada ha dicho el gobierno, menos los diputados, de que el problema de la contaminación en el estado, no es producto de los automóviles, sino el resultado de las partículas de polvo en el medio ambiente por fábricas, calles sin pavimentar, en mal estado, y otro tipo de agentes contaminantes. Menos de que independientemente de la medida recaudatoria y el consabido negocio, se deben de contemplar las necesidades de los ciudadanos y del sector productivo –empresas con flotillas de unidades-, para que se cumplan con las normativas que exigen las leyes.
Por lo que se debe de realizar entre otras cosas, un censo de los miles de automóviles «chocolates» que están internados en el país, establecer un calendario para que los automovilistas realicen la verificación vehicular, en el curso del año, según la terminación de las respectivas placas, la condonación del pago por revisión a personas de escasos recursos, la venta a precio accesible de convertidores, muchos de los cuales han sido robados por la inoperancia de las corporaciones policíacas, además respetar el acuerdo tomado el día 23 de diciembre pasado, en el sentido de cobrar sólo el cincuenta por ciento del costo que se aplicó en el año que recién termino.
Las autoridades estatales emprendieron una costosísima campaña mediática, con el fin de acusar a los vehículos automotores, como la principal causa de contaminación, sin estudio creíble de por medio, independientemente de no conocer el total del parque vehicular en la entidad, por lo cual, cualquier estudio presentado, esta viciado de origen. Seria mucho pedir que supieran el número de vehículos particulares –regulares e irregulares-, de transporte público –de carga y de pasajeros, por tipo de unidad-, de gobierno –en sus tres niveles-, etcétera.
Hasta donde se sabe, ninguno de los dieciséis centros de verificación, tienen equipo de modelo reciente, menos están certificados por el ente encargado de hacerlo a nivel nacional denominado Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), por lo que difícilmente cumplen con las normas oficiales mexicanas de tipo ambiental. Lo que nos da, que están operando sin cumplir a cabalidad con la Norma Oficial Mexicana (NOM), es decir, la ley. A lo cual están obligadas por Ley Federal sobre Metrología y Normalización. Por si usted no estaba enterado, este ente supervisa también que el personal de los llamados vereficentros, estén capacitados para desempeñar la chamba.
Se imagina usted, nos obligan a cumplir con empresas que no cumplen con la ley. Eso son ingaderas… y algo más.
Que no se diga que el gobernador se porto “cuate”, así como los diputados, los que lograron el cambio, así sea cosmético, fueron la oleada de protestas y manifestaciones, incluyendo la amenaza de quemar un vehiculo diariamente en el estacionamiento del palacio de gobierno en Mexicali, y asfixiar las principales vialidades del estado con manifestaciones.
Esas son nuestras autoridades, empecinadas en medidas de corte claramente recaudatorio, que atacan a todos ahí donde más duele: en el bolsillo. El malestar es aún más grande, cuando la mayoría piensa que buena parte de los recursos que se obtienen por impuestos y servicios, van a parar a manos de la profusa casta política que padecemos, o de plano se desvían en los oscuros y tortuosos caminos de la corrupción.
Quedan en el aire la duda del repentino cambio de opinión de los diputados, quedando la sensación de que se pre$taron a intereses inconfesable$. Algún día se conocerá el costo que tuvo cada voto ese día. Según el sentimiento popular, esta legislatura también saldrá con sus integrantes en una posición económica envidiable.
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INTRIGAS: Escrito por Ricardo Madrigal. Martes, 21 de Enero de 2014.
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