OLORES

INTRIGAS.

 

 

OLORES 

Malos olores son los que se desprenden de la consejería jurídica del municipio tijuanense. Pareciera que Gerardo Herrera Zavala, titular de la misma, o no tiene control sobre sus empleados, o todos hacen lo que se les da la gana… “negocios” incluidos.

Hace unos días, Herrera Zavala anuncio que el ayuntamiento tiene que pagar la “friolera” de setenta y siete millones de pesos por laudos, es decir sentencias de juicios laborales que ya perdieron… más los que se acumulen.

Lo que no hace público, es que pese a recibir la instrucción de tribunales de pagar, se hacen como el “tío lolo”, y no le dan cumplimiento. Independientemente del incumplimiento, corre la especie entre los abogados, y quienes han demandado al municipio, que para acceder a los recursos monetarios que les corresponden por ley, tienen que negociar con el personal jurídico, al tenor de hacerle una rebaja –aunque sea corta- a la autoridad, que el pago sea en unas cuantas mensualidades… y se me olvidaba, dicen que se dejan pedir del quince al veinticinco por ciento como “compensación” por tramites. Obviamente esto ultimo es para el “ganon”.

Si damos por cierta la cantidad de setenta y siete millones de pesos, que dio el consejero como adeudo hasta el momento, por la compensación en comento, nos da una cifra que oscila entre los once millones y medio de pesos y los diecinueve millones doscientos cincuenta mil pesos de “gratificaciones”. Esta cifra estará considerada entre los ochenta millones de dólares de corrupción que dio el alcalde Jorge Astiazarán en su pleito de “lavadero” con el sinico procurador Arturo Ledesma? Conste que es pregunta. Que merece contestación.

Curiosamente, algunos mencionan a un tal Rincón al frente del citado “bisnes”, y digo “curiosamente”, porque hace no muchos años, David Rincón siendo responsable del área de lo contencioso administrativo en la consejería, fue acusado de falsificar la firma del consejero del momento, en un procedimiento administrativo que resolvía favorablemente una reducción sustancial del pago de un impuesto predial, promovido por un tal abogado Gerardo Herrera. Si, el mismo nombre de quien hoy en día cobra como titular de la consejería jurídica del ayuntamiento.

Y si quiere usted más “casualidades”, actualmente un tal David Rincón, aparece como titular de lo contencioso de la actual administración municipal. Si, el mismo nombre y apellido de quien fue despedido, corrido pues, por el intento de modificación del costo fiscal de una propiedad que intentaba tasar en centavos. Con lo que no contaban estos “picaros” personajes, es que el recaudador de rentas municipal de aquella época, un tal Vallín Malanche, detectara la irregularidad y de inmediato notificara a quien fungía como titular jurídico, con los resultados platicados con anterioridad.

Cuantas maniobras abran hecho estos “folclóricos” personajes en aquella época? Pero más importante es, saber cuantos de esos negocios… entre otros, están haciendo en la actualidad, ya que si eso hacían cuando no tenían el control, se imagina usted todo lo que estarán realizando ahora que son los “jefazos”? Como dicen: “estarán contemplados en los ochenta millones de dólares de la tan cacareada corrupción? O serán extras?

Mientras el jurídico “brilla” por la opacidad, el consejero Gerardo Herrera, se regodea y se da el lujo y gusto de declarar, que –según el- afortunadamente con La reforma a la Ley del Servicio Civil, que como buenos “borregos”, aprobaron los diputados locales, en la que entre otras cosas se establece que en las demandas laborales por separación injustificada, los trabajadores podrán cobrar como límite máximo, doce meses de salarios caídos. Sin hacer las modificaciones correspondiente para que los juicios laborales no duren más de esos doce meses. Con lo cual, las autoridades seguirán en su costumbre de alargar los juicios, para que el pago lo realice la siguiente administración, es decir unos años después, pero nada más pagando un año de salarios.

Es tan cínico este funcionario, que todavía presume que «una de las finalidades de esta medida legislativa es proteger a la hacienda pública contra la negligencia o mala fe de quien litiga los juicios laborales en nombre o contra la administración pública», con lo que confirma, si es que alguien tenia duda alguna, que esos “malandros” que cobran como legisladores locales, le hicieron la chamba a los alcaldes y al gobernador. Será por eso, que esta semana, algunos de ellos –pastoreados por Rene Mendivil- estaban en un privado de uno de los comederos de moda de Tijuana, encerrados con el alcalde y su secretario general de gobierno. Seria que estaban recibiendo su “compensación”? O nuevas ordenes? U ambas? Conste que son preguntas… pero de interés público.

Mientras eso sucede y acontece, las diversas áreas de esa dependencia son un verdadero desbarajuste, empezando por Jorge Alberto Escárcega German, director de jueces calificadores, área por cierto siempre envuelta en escándalos. Recordemos la administración pasada con Edgar Fernández y Roberto Ordorica, en que se comentaba a voces, que a los jueces calificadores se les “retenía” la mitad de su salario, para apoyo de sus “jefecitos”. Con lo cual tenían que “pegarle al peligro” para completar el “chivo”… y algo más.

En la actualidad, independientemente de su mala actuación, ya sea por dolo o ineptitud, o como dicen por ahí, por ambas, resulta y resalta que son empleados de los jenízaros. Así como se escucha, están para cubrir las irregularidades que comenten los municipales, casi cada vez que turnan a un ciudadano.

Estos pésimos funcionarios públicos denominados jueces calificadores, parece que tienen la consigna de sus superiores de no tocar ni con el pétalo de un informe, menos consignación, a los patibularios gorilitas que se disfrazan de policías, llegando a extremo de si en alguna delegación el o la juez se ponen de parte de la ley, la justicia… y del ciudadano, se ven en la obligación de pedir su cambio de adscripción, o de plano renunciar, por la presión, el atosigamiento y hasta amenazas de algunos miembros de la corporación municipal.

Si ha eso le sumamos los horrores, más que errores que cotidianamente cometen. Y como ejemplo podemos citar unos pocos, en comparación con la gran cantidad que acontecen como son: el jovencito con capacidades diferentes, que para su mejor desarrollo y ganarse unos centavitos, trabaja ayudando a entrenar perros, para lo cual tiene que tomar dos unidades de servicio público para llegar a su centro de trabajo, y otros tantos para regresar a su casa. Resultando que al bajarse de una de estas unidades y caminar para llegar a donde tomaría la segunda, fue detenido por unos trogloditas disfrazados de municipales por, según ellos actitud sospechosa, lo cual de ser una causante de detención, gran parte de los jenízaros serian asegurados. Procediendo a revisarlo, robarle el celular, una chamarra y el poco dinero que llevaba consigo, procediendo a ponerlo a disposición del “pollo” en turno… digo juez calificador. Procediendo este, sin atender las explicaciones del chamaco, y valiéndole sorbete las notorias capacidades diferentes, a turnarlo a la llamada instancia para infractores, donde lo “guardaron” por una buena cantidad de horas, poniéndolo de “patitas en la calle” en la madrugada, con el consabido peligro para el jovencito. Lo cual fue del conocimiento del consejero, quien solo atino a felicitar a su muchachito, y refrendarle que el poder se aplica.

Otra joyita, fue la detención de un menor de doce años de edad, al cual unas bestias con uniforme de la municipal, detuvieron porque lo vieron “raro”, hágame usted el favor, eso si que es cinismo. Procediendo a turnarlo, después de “pasearlo” una buena cantidad de horas en la batea de una pick up, ante el infaltable juez calificador, dependientes del disque departamento de justicia municipal –como si eso existiera-, el cual lo tuvo detenido por más de doce horas, lo que no solo es ilegal, sino también inmoral. Siendo felicitado el patan en funciones de juez municipal por sus superiores, ya que dicen así se debe de tratar a los niños, disque para que aprendan respeto.

Como los anteriores se pueden contar decenas, o centenas de casos, pero para los pillos que el alcalde puso en puestos de poder no pasa nada. Para ellos, demostrar el poder es sobajando a la gente… y claro, haciendo negocios. Faltaba más. El camino se los mostró el consejero, desde años antes de llegar al puesto. Ni modo de no aprovechar la oportunidad. Eso si seria de “tarugos”.

Utilizar a los aboganster para probar jurídicamente las transas de las administraciones anteriores, seria algo impensable. Que las lámparas, los contratos irregulares de obras y de servicios, los corralones, los arrastres de vehículos, los cobros de créditos “nebulosos” de empresas privadas a trabajadores municipales cobradas vía nomina, la malversación de recursos federales asignados al ayuntamiento, y una larguísima lista más, que no alcanzaríamos a enumerar, en eso claro que no intervienen las decenas de aboganster contratados por esta administración –siguiendo el caminito de anteriores-, con salarios más que dignos, y claro, sin dejar de atender sus despachos y negocios particulares. Esto es extra, y lo que se pueda “recaudar” vía “diezmo”, bienvenido sea. Y después el “doctorcito” nos habla de la decencia y las buenas costumbres. Solo que sea como siempre: en los bueyes de su compadre –léase pueblo-.

 

 

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INTRIGAS:  Escrito por Ricardo Madrigal.  Jueves, 15 de Mayo de 2014.

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