Cicuta
Por Jaime Flores Martinez
Miércoles, 17 de Junio de 2015.
Pato
Desconcertados porque el gobierno municipal ha incumplido con meter orden al servicio de transporte en el Valle de las Palmas, la mayoría de los transportistas justificadamente “respingan” por los operativos realizados la semana pasada para detectar taxis clonados.
¿Creerán que el gobierno está dedicado a atender sus necesidades? ¡Seguro que no! Al realizar su sarcástico planteamiento señalan: ¿Que acaso las obligaciones son exclusivas de los transportistas?
Y es que la disputa por la prestación del servicio hacia el Valle de las Palmas (y la carencia del servicio) provocó que en septiembre del 2013 el entonces alcalde de Tijuana Carlos Bustamante decretara estado de «emergencia».
Con esa medida se permitió la operación de otras empresas que garantizaran el servicio de transporte a las 5 mil familias que allí residen. Valle de las Palmas se ubica en el kilometro 29 de la carretera Tijuana-Tecate.
El consorcio ATT era –desde entonces– el concesionario de esa ruta, aunque aparentemente el servicio que ofrecía resultaba insuficiente.
Por eso Bustamante decidió abrir la puerta a las demás empresas, aunque esta medida generó en disputas aderezadas de agresividad.
Con los ánimos más relajados, en noviembre del año pasado el actual alcalde Jorge Astiazarán ordenó el levantamiento de esa emergencia. El alcalde emplazó a los transportistas a retirarse antes de 60 días y con ello respetar la concesión de ATT.
El asunto es que ya pasaron 7 meses y las empresas de transporte que compiten con ATT se soban la panza de la risa.
Los transportistas estiman que los subalternos del alcalde lo mantienen tan aislado de los temas importantes. Seguramente –dicen–Astiazarán no sabe que, a sus empleados, sus órdenes valen verdura.
Después de los operativos realizados la semana pasada para detectar taxis clonados, Astiazarán aclaró que estas acciones nada tienen que ver con el tema de la pasada jornada electoral.
Aun con esa aseveración, los transportistas ya preparan una estrategia para que el alcalde se entere que sus subalternos han sido omisos al cumplimiento de su compromiso.
¿Será que buscan que la empresa ATT cave su propia tumba?
Y es que Valle de las Palmas (concebida como una Ciudad Modelo dentro del plan de desarrollo metropolitano), no es otra cosa más que una ciudad fantasma.
Se trata de una metrópoli olvidada de la mano de Dios, donde las carencias comienzan por el agua, la electricidad, vialidades, infraestructura y el servicio de transporte público.
En el 2009 el entonces alcalde panista Jorge Ramos Hernández, cacareo que Valle de las Palmas era la ciudad del futuro.
Ramos presumió que era una ciudad sustentable con un potencial de crecimiento extraordinario, hasta el punto que en el año 2030, en esa zona se asentaría el 40 por ciento de la población de Tijuana.
Las empresas constructoras GEO y URBI, se rasgaron las vestiduras el ufanarse de ser los desarrolladores de la Ciudad Modelo en la Zona Noroeste del país.
Quien iba a decir que ambas constructoras irían a la quiebra por los malos manejos financieros.
El caso es que los habitantes del Valle de Las Palmas se encuentran literalmente en el olvido. Las carencias son extremas y las desatenciones innegables.
Se calcula que –en esa zona– al menos 150 mil viviendas se encuentran desocupadas o inconclusas. Quienes habitan ese lugar están convencidos que esa fue la peor inversión de su vida.
De regreso el tema del transporte público, el grueso de las empresas que participaron en la prestación del servicio en esa zona, parecen estar decides a que la autoridad municipal cumpla con su promesa de regresar la concesión integra al consorcio ATT.
Al convertirse la ruta “Valle de las Palmas” en la peor de la ciudad, los colmilludos transportistas suponen que esa concesión será la puntilla para ATT. Es decir, se quedará sola únicamente para adelantar su quiebra.
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