Por Jaime Flores Martínez
Miercoles, 01 de Marzo de 2017.
Repudio
Acostumbrado a echar mano del cinismo al agradecer a los periodistas las críticas que le lanzan, al senador Marco Antonio Blásquez Salinas parece no importarle que la mayoría de los bajacalifornianos lo repudien.
Y no se trata de hacerle una campaña de desprestigio. Eso no funciona con personas que carecen de eso.
Hace un par de días, Cicuta se refirió al ambicioso oportunismo de Blásquez al treparse al tema de la polémica construcción de una empresa cervecera trasnacional en la parte sur de Mexicali.
El columnista subrayó que Blásquez se trepó al tema y en la tribuna del Senado señaló que –con el apoyo del gobierno– el Consorcio Constellation Brands pretende «regar con maldita cerveza la ciudad de Mexicali».
Cicuta subrayó que la intención no es lavarle la cara al Gobierno del Estado, aunque tampoco se pretende afectar a los productores de la parte sur de Mexicali.
La intención es, únicamente, destacar que el senador Blásquez escoge detenidamente las coyunturas para destacar en los medios de comunicación.
Don Marco Blásquez busca impresionar a los reporteros que desconocen sus desaseadas mañas.
Al filo de las ocho de la noche del pasado lunes, esta columna tenía más de 25,000 lectores y un total de 110 comentarios, la mayoría de ellos contrarios al comunicador metido a político.
En uno de sus comentarios, ese lector recordaba que, a su paso por los medios de comunicación en Baja California, Marco Blásquez acostumbraba acusar de corruptos a todos los políticos.
En más de una ocasión subrayó públicamente que nunca incursionaría en la política, porque era un nido de corruptos.
Un residente de los fraccionamientos que se encuentran después de la caseta de cobro de Playas de Tijuana, preguntó porque el senador Blásquez no ha sacado de la congeladora la reforma al artículo 30 de la ley de Caminos y Puentes.
Para información de usted, unos 12,000 residentes de esa zona están obligados a pagar la caseta de peaje cada vez que salen de su casa. Si la señora va al mercado debe pagar por salir y luego por entrar.
Además, debe pagar por entrar y salir a dejar a sus niños a la escuela, mientras su marido debe pagar por ir a su trabajo y por regresar a su casa.
¿Por qué el senador Blásquez no ha tomado esa bandera?
¿Por qué solamente se trepa a los temas que le generan beneficio personal?
Bueno, al menos eso busca.
¿Prestigio?
Para desprestigiar a alguien, obligadamente, debe tener prestigio.
Cicuta.com.mx twitter:@cicutabc periscope:cicutabc
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