CICUTA
Por Jaime FLORES MARTINEZ
Lunes, 06 de Abril de 2015.
Soplón
Entretenido en la deliciosa practica del chisme barato y la intriga traidora, el coordinador de delegaciones de Tijuana, César González Rojo, ya quedó en evidencia: integrantes del primer círculo municipal observan con desconfianza sus movimientos, pues cayó en la trampa de algunos de ellos.
Algunas de sus víctimas entendieron que al practicar el perverso juego de la intriga, el joven González contrapuntea personajes que –coincidentemente– le han impulsado en su meteórica carrera.
Y es que además de cobrar como coordinador de delegaciones dentro de la estructura municipal, este hombre se de-sempeña como secretario particular del zar del juego, Jorge Hank Rhon.
Si alguien se pregunta cómo puede cumplir con ambas funciones, la única respuesta es que, como funcionario público es un extraordinario secretario particular especializado en acarrear chismes a su patrón y guía moral.
Aunque algunos prefieren omitir detalles, personal de la Secretaría General de Gobierno ubican a César González como “un bueno para nada” excepto para la generación de conflictos.
Don César se manifiesta servicial y sonriente con sus superiores, aunque solo espera que le den la espalda para acuchillarlos. Al margen de sacarse la borra del ombligo, el mentado funcionario para la oreja para que le repartan dinero de negocios ajenos.
González exige “su mochada” de proyectos que –especialmente— involucran a los delegados municipales. Además de pedirles santo y seña de los proyectos, este hombre está siempre interesado en conocer la identidad del constructor para pedirle el diezmo.
De esta manera conoce el monto de las ganancias y en la mayoría de las ocasiones “saca de la jugada” a quienes le conviene, es decir, a los propios delegados.
Al hablantín de César González no le importa escupir sus descaradas intenciones de “hacerse rico” antes de acabarse la presente administración municipal, aunque ignora que esto lo sabe el alcalde Astiazarán.
En más de una ocasión ha mostrado su frustración porque el presidente municipal no quiso nombrarlo en la jugosísima “dirección de reglamentos”, pues estima que lo relegó a coordinador de delegaciones. César siempre soñó con la dirección de Inspección y Verificación, donde ahora despacha José Antonio Olivas.
Durante la gestión de Jorge Hank como alcalde de Tijuana, el joven González conoció lo redituable que resulta fungir como titular de Inspección y desde ese momento suspiró por la idea de volverse millonario sin mover un dedo.
Personajes que conocen la desmedida ambición de González están convencidas que su principal labor es informar a Jorge Hank sobre los acuerdos, decisiones, caras y gestos de miembros del gobierno de Tijuana. Al presumirse compadre del actual secretario de Gobierno, Bernardo Padilla, el susodicho tiene un amplísimo margen de maniobra.
González interactúa con Bernardo Padilla y de inmediato corre con Hank pa-
ra ponerlo al tanto de todo. El propio acarreador de chismes dice que Padilla está contrariado porque Hank Rhon decidió marginarlo de su equipo. Obvio que Padilla se resiste a creer que su querido compadre se ha encargado de “empinarlo”.
Sobre sus desaseados métodos de apropiarse de lo ajeno, César González ha insistido desde mediados del mes pasado, en la renovación de los permisos de operación de decena y media de taxis libres que arrebató a una indignada ciudadana.
En próximas entregas, Cicuta aludirá el tema de los 16 juegos de placas que obtuvo el señor González a través de un despojo descarado.
Algún personaje que se interesó en el tema asegura que González presume su cercana relación con el director de a Transporte, José Luis Hernández Silerio, a quien sin empacho le llama “nino”. ¿En verdad será su padrino? ¿Por qué, entonces, no le resuelve el tema de las placas de taxi?
Una persona que conoce a fondo la personalidad de protagonista de esta historia asegura que solicita “las facturas del mandado” para que no se exceda el gasto doméstico. No vaya a ser que compren un limón extra. ¡Quién cuida la economía!
El asunto de fondo es que César González Rojo se ha convertido en un cáncer dentro de la estructura de gobierno, hasta el punto que no le importa traicionar a quienes le tendieron la mano.
Y aunque Cicuta no tiene forma de confirmar el dato, una versión indica que el alcalde Jorge Astiazarán recibió un “informe detallado” sobre las intrigas tejidas por González desde iniciada su gestión. Gracias a los servicios de inteligencia, Astiazarán ya sabe que este hombre es el soplón de Hank dentro de su gobierno.
Radio
El periodista Fernando del Monte y el autor de Cicuta son mancuerna en Fórmula Tijuana, que se transmite de lunes a viernes a la una y media de la tarde por la frecuencia 950 de amplitud modulada, Radio Fórmula Tijuana.
Cicuta.com.mx twitter: @jaimeciecuta
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