Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Lunes, 03 de Julio de 2017.
Tapadera
Practicante de una megalomanía engrandecida por su patológica torpeza, al director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) Miguel Lemus Zendejas no le importa escupir para arriba.
Con sus mentiras embarra a quien se le atraviese. Todo con tal de sentirse importante.
Lemus Zendejas habría dicho que el pasado miércoles «pactó una tregua» con el columnista para no abonar al escándalo generado por el jefe de la Unidad Jurídica de ese organismo Aarón Díaz Robledo.
Lemus presume que Díaz es «su amigo», aunque algunos dicen que –en realidad–es su cómplice. ¿Lemus también es un hostigador?
En diciembre pasado una subalterna del licenciado Díaz lo denunció ante la Procuraduría Estatal por abuso y hostigamiento sexual, pero aun con la querella el señor Díaz se murió de la risa.
¿Haría algo el director de la paraestatal?
¡Hizo un carajo!
Lejos de intentar solucionar el conflicto entre sus empleados, el director de la CESPT Miguel Lemus permitió que el hostigador Díaz se vengara de su acusadora.
¡Y la mando a la calle!
Isabel Miranda fue primero degradada y después despedida de su trabajo.
En lo que va de este año está mujer ha transitado por un calvario pues Lemus y Díaz se han encargado de mover sus influencias para frenar las querellas judicial y laboral presentadas.
La agente del Ministerio Público Lourdes Pérez Pérez desactivó la denuncia de la señora Miranda por sus puras pistolas.
A su vez Díaz presionó para que la Junta de Conciliación frenara la demanda laboral presentada por la señora.
De regreso al tema inicial, miente el señor Lemus al divulgar que el miércoles 28 se reunió con Cicuta para intentar callarlo. Nunca hubo tal reunión.
Hace unas 3 semanas el engreído Lemus ordenó a su incondicional David Vázquez reunirse con el columnista para que dejara de referirse a este tema.
Cicuta rechazó entrevistarse con Vázquez.
Días atrás un amigo de Cicuta aseguró que la oficial mayor del Gobierno de Baja California Loreto Quintero estaba desconcertada porque fue mencionada en textos anteriores.
Sépase que Lemus cacarea su estrecha relación con Loreto Quintero, hasta el punto de afirmar que le pelan los dientes.
¡La señora Quintero debería frenar a Lemus!
El escándalo causó tanta preocupación que el referido amigo preguntó a Cicuta «como podría arreglarse el tema».
La respuesta fue que la señora Miranda había sido agredida en su honor y además destituida.
Isabel Miranda fue humillada pero además perdió el ingreso necesario para sostener a sus hijos.
¡Le destrozaron la vida!
Esta mujer es madre soltera y ahora nadie le quiere dar trabajo.
Conscientes de la injusticia, los responsables del gobierno debían haberla reasignado a un trabajo digno dentro de la estructura de gobierno.
El columnista cumple con su trabajo, pero la señora y sus hijos necesitan comer.
Los señores del gobierno quieren desinflar el escándalo, entonces deben solucionar un conflicto causado por el propio Lemus, quien se lleva entre las patas a la señora Loreto Quintero.
Ah, por cierto, don Miguel Lemus debe saber que, si alguien en su nombre se acerca a proponerle algo al columnista, esto será puntualmente publicado.
Si alguien cree en la justicia divina seguramente entenderán el mensaje.
No es entendible que Lemus proteja tantísimo al señor Aarón Díaz, lo que debe hacer es separarlo del cargo para que se realicen las investigaciones.
Paralelamente reinstalar en su trabajo a la señora Miranda, pues con tanto ruido el señor Lemus pierde la oportunidad de convertirse en candidato por el cuarto distrito de Tijuana a una diputación federal.
Algunos conocedores del tema aseguran que Lemus es igualito que el licenciado Díaz, lo que explicaría tanta protección.
Dicen que la complicidad supera con mucho en la amistad. Éste podría ser el caso.
Cicuta.com.mx. Twitter:@Cicutabc Periscope: Cicutabc
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