Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Lunes, 10 de Octubre de 2016.
TKT
Entretenido en interceptar borrachitos para retocar el cochinito de la autoridad, el encargado del despacho de la Secretaría de Seguridad Pública de Tijuana José Luis López Medina hace todo para «nadar de muertito».
¡López Medina reza para que se acabe el trienio!
Y es que su labor como responsable de la seguridad pública de Tijuana, se resume a intentar justificar las casi 600 ejecuciones registradas durante este año.
¡No hace mas que echarle la culpa a los mini-narcos!
Tan solo en el rubro de los accidentes automovilísticos (provocado por el excesivo consumo de alcohol) el señor López Medina parece interesado en cubrir la irresponsabilidad de aquellos negocios dedicados a vender bebidas alcohólicas a precios muy económicos.
Parece mentira que la autoridad prefiere exprimirle los bolsillos al ciudadano en lugar de controlar las enormes cantidades de bebidas alcohólicas en algunos sitios que operan las 24 horas del día.
El ejemplo más claro es un antro denominado Las Pulgas que orgullosamente se mofa de ser el negocio que más vende cerveza en el noroeste de México.
Las Pulgas vende 1 millón de cervezas mensuales lo que representa millonarias utilidades al consorcio Cuauhtémoc-Moctezuma.
Productoras de la cerveza Tecate, a la mencionada planta le importa un pito la cantidad de muertes registradas por el exagerado consumo de alcohol en esos lugares.
¡El dinero primero y la vida que importa!
Aunque pueden decir que la moderación es responsabilidad de antros como Las Pulgas, el Copeo y Le Container, en realidad el consorcio Cuauhtémoc –Moctezuma tiene una corresponsabilidad directa con esos negocios.
Muy pocos saben que esta planta cervecera otorga un 60 por ciento de amortización a esos “exitosos” lugares.
La mayoría de los negocios obtienen entre el 10 y el 20 por ciento de amortización, mientras unos cuantos (los ya mencionados) tienen hasta 60 por ciento de descuento del consorcio cervecero.
¡Así pueden vender la cerveza más barata y obtienen pingues ganancias!
¡Entre más consuman, más borrachos los clientes!
Si esos clientes pagan 15 pesos por una cerveza, con 150 pesos les alcanza para empujarse 10 cervezas.
¡Por eso prefieren ir a esos antros, pues les sale más barato que comprarla en el supermercado!
El señor Paul Castro, director regional de la Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma le importa un pito la vida de la gente.
Al igual que el jefe de la Policía de Tijuana José Luis López Medina, al señor Castro lo único que le interesa es la “productividad” de la empresa aunque vaya de por medio la vida de la gente.
Mucha razón tiene aquel que piensa que «nadie obliga» al ciudadano a excederse en la bebida, aunque habrá que reiterar que entre más barato sea el alcohol mayor será la cantidad que los parroquianos puedan consumir.
Al margen de los accidentes automovilísticos derivados del excesivo consumo de alcohol, también se registra un aumento de los índices delictivos.
¡Y la autoridad ni siquiera lo menciona!
¡Ah sí, es culpa de los chiquinarcos!
Esa autoridad preventiva y también la investigadora, se limitan a culpar de la violencia al narco-menudeo mientras pasan por alto el consumo de alcohol.
Al ser las bebidas embriagantes una droga legal, los responsables de la autoridad se dedican a culpar de todos los males a los vendedores de drogas.
¿Que hay de los vendedores de alcohol barato?
A mediados de septiembre estalló un escándalo al trascender el asesinato de una joven de 22 años que viajó desde San Diego a divertirse en Tijuana.
La joven Destiny González salió del bar Le Conteiner la noche del miércoles 7 de septiembre acompañada de dos jóvenes “bien ondeados”.
Horas más tarde su cadáver fue localizado en un terreno baldío por los rumbos de la tercera etapa del Río Tijuana. La joven presentaba un balazo en la cara.
Y aunque la mayoría opina que la muchacha es responsable de su tragedia, llama la atención que la autoridad ni siquiera le haya pedido los vídeos tomados en Le Conteiner.
¡La autoridad no quiere molestar a los dueños!
Esa misma autoridad sabía perfectamente que el bar el Copeo, ubicado sobre la turística Avenida Revolución de Tijuana es de los mismos dueños de Le Container.
La noche del sábado 24 de septiembre, dos unidades Hummer repletas de soldados y 3 camionetas de la Policía Estatal Preventiva (PEP) arribaron al Copeo en un impresionante operativo que asustó a la mayoría de los transeúntes.
Un testigo asegura que los militares esposaron a un joven que bebía muy bien acompañado en ese lugar.
El joven pidió hablar con el responsable del operativo quien de inmediato ordenó liberarlo e incluso lo escoltaron hasta el estacionamiento.
¿De qué privilegios gozan?
¿Será que le empresa Cuauhtémoc-Moctezuma también ofrece protección?
¿Acaso don Paul Castro es un personaje tan importante?
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