Torcido

Cicuta
Por Jaime Flores Martinez
Viernes, 11 de Diciembre de 2015.
Torcido
Entretenido en su afán de engordar “el cochinito del gobierno”, el director del SAT Aristóteles Núñez se resiste a mostrar un gesto de sensibilidad hacia los más necesitados.
¡Que afán de fastidiar al más necesitado!
Resulta incongruente que mientras el presidente Enrique Peña Nieto pregona una invisible lucha contra la pobreza, su amigo Aristóteles tenga del pescuezo a la clase más pobre.
Y no se trata que el SAT le perdone el pago de impuestos a los más pobres pues eso sería inconcebible, si no tienen para comer menos tienen para tributar.
El tema viene a cuento porque las políticas hacendarias aletargan e impiden el ingreso de donativos humanitarios procedentes de Estados Unidos.
Toneladas de ayuda quedan anualmente entrampadas en las aduanas del norte del país por el excesivo burocratismo y la voluntad oficial para ayudar a la clase pobre.
Muchísimas organizaciones estadunidenses reúnen equipo, medicamentos, ropa y sobre todo alimentos para canalizarlos a las zonas olvidadas de México.
Al desconocer que no existen mecanismos que permitan una entrada ágil a nuestro país, esas organizaciones civiles terminan por regresarse con los productos que querían regalar a los mexicanos más pobres.
El señor Adolfo Delgado, coordinador de Asociaciones Civiles México-Estados Unidos acusó que las políticas aduaneras retrasan hasta la exageración el ingreso de donativos procedentes del vecino país.
Delgado asegura que internar algún producto donado por asociaciones norteamericanas puede tardarse hasta 2 meses.
Cicuta charló con Delgado sobre los inconvenientes que se viven en la aduana Mexicana, especialmente en la época decembrina.
En años recientes se debieron regresar varias toneladas de juguetes y comida por la burocracia extrema.
Aunque Delgado no lo dice, la ambición extrema del Gobierno mexicano dificulta apoyar a los pobres.
Si alguna organización Mexicana pretende internar a México algún donativo, invariablemente debe realizar su trámite a través de una agencia aduanal.
Las vetustas políticas hacendarias obligan a esos organismos civiles a pagar impuestos y honorarios del agente aduanal para ingresar mercancía que se regalará a los pobres.
El SAT argumenta que existen personas que hacen negocio con mercancía donada (situación cierta), pero se muestra incapaz de controlarlo.
Si algunos hacen negocio con eso, entonces el gobierno también hace negocio al estrangular a todos.
Apenas rindió protesta como nuevo presidente nacional de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), el tijuanense Arturo Pérez Behr propuso la implementación de una «acta de entrega-recepción de donativos para personas que realmente lo necesiten».
Pérez Behr asegura que apenas tengan una propuesta adecuada y aprobada por los integrantes de la ANIERM la propondrán ante la Secretaria de Hacienda.
Cierto que los agentes aduanales sacrificarían una parte de sus ingresos pero –a cambio- obtendrán el reconocimiento social.
! El gobierno federal quedaría en ridículo!
Pérez Behr reconoce que personas sin escrúpulos han lucrado con donativos enviados a los mexicanos más pobres y por eso la autoridad recurre a la colocación de candados.
Ahora se trata de tener la llave que estaría en poder de los importadores pero ante la mirada de sociedad y gobierno.
Ubicados en la parte inicial de este texto, es ilógico que el gobierno federal pregone su interés de combatir la pobreza y al mismo tiempo cierre la puerta de una gigantesca nave repleta de bendiciones que buscan a los más necesitados
A Peña Nieto le faltó una reforma estructural para tener credibilidad.
Radio
El periodista Fernando del Monte y el autor de Cicuta son mancuerna en Fórmula Tijuana, que se transmite de lunes a viernes a la una y media de la tarde por la frecuencia 950 de amplitud modulada, Radio Fórmula Tijuana.

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