Agrio / Fiesta

Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Lunes, 07 de Marzo de 2016.
Agrio
Enchiladísimos porque su incumplido deudor se pertrecho en la subsecretaría del Sistema Estatal Penitenciario para no pagar lo que debía, aquel grupo de malhechores decidió secuestrar a su hija.
A finales de enero David Limón Grijalva fue colocado como responsable de los penales de Baja California, posición que le permitía olvidarse de la deuda.
Se informó que al menos 4 delincuentes interceptaron a una jovencita que viajaba en un automóvil sedán por los rumbos del fraccionamiento Tomas Aquino de Tijuana.
El plagio se registró la mañana del miércoles 17 de febrero.
La primera información refería que delincuentes armados habían secuestrado a una jovencita estudiante de criminología.
Más tarde trascendió que la joven hacía sus prácticas profesionales en el interior de la penitenciaría de la mesa.
Tanto ruido causó al interior de la estructura de gobierno que los medios de comunicación sólo pudieron rescatar que los familiares de la joven eran “empresarios propietarios de una flotilla de taxis”.
La autoridad encargada de la investigación guardó un escandaloso hermetismo respecto al nombre de la joven.
Al tratarse del primer plagio registrado del 2016, los reflectores mediáticos apuntaron hacia la Procuraduría de Justicia del Estado.
Días después se informó que dos elementos que investigaban narco-menudeo habían sido atacados a balazos por los rumbos de la colonia Herrera.
Ocho días después del plagio, precisamente en la colonia Herrera, elementos de la Policía Ministerial pertenecientes al Grupo Antisecuestros se enfrentaban a tiros en un domicilio de esa misma colonia.
Los oficiales policiacos arrestaron a dos malhechores, mataron a otro y rescataron a la joven de apellidos Limón González, hija del subsecretario del Sistema Estatal Penitenciario David limón Grijalva.
Aunque solamente la autoridad tiene claro el monto del adeudo de Limón con los malhechores, lo cierto es que la autoridad recurrió al hermetismo al tratarse de la hija de un funcionario de primer nivel.
Hace más de un mes Cicuta se refirió al comportamiento irregular de Limón Grijalva a su paso por la delegación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Baja California.
Éste funcionario protagonizó corruptelas y estableció acuerdos oscuros que le sirvieron –claro–para retacarse los bolsillos.
Algunos oficiales de migración recuerdan con tristeza el paso de Limón por esa dependencia.
Tienen claro que una ciudadana europea denunció a Limón por incumplir con un acuerdo que costó 6 mil dólares.
En la columna publicada el primer lunes del mes pasado, el columnista equivocadamente vinculó a Limón Grijalva con el actual secretario de Seguridad Pública en el Estado Daniel de la Rosa Anaya.
La realidad es que Limón y de la Rosa no pueden verse ni en caricatura.
Si alguien se pregunta cómo Limón llegó a ocupar el nivel del subsecretario, la respuesta está en la extraordinaria relación de amistad que lleva con el gobernador Francisco Vega de la Madrid.
Al enterarse del secuestro de su hija, debió pedirle apoyo al gobernador quien –a su vez– instruyó a la procuradora Perla del Socorro Ibarra a desplegar toda la fuerza de la dependencia. Ellos debían rescatar a la joven.
No hay duda que la instrucción principal era mantener en secreto la identidad de los progenitores de la muchacha. Esto incluía a los oficiales encargados de la investigación.
Aunque Cicuta buscó incansablemente confirmar este dato en la estructura de la Procuraduría Estatal, el hermetismo existente no hizo más que confirmar el hecho.
Si nadie se atrevió a reconocer que la muchacha era hija de un amigo del gobernador, difícilmente alguien podría referirse al adeudo que tiene David Limón con los delincuentes.
Algunos medios electrónicos han publicado que la familia de la muchacha secuestrada pagó una parte del rescate exigido por los plagiarios.
No obstante, la Procuraduría Estatal debió actuar pues los delincuentes no la liberaron.
Se supone que desde su refugio en las entrañas de la estructura gubernamental, David Limón debió abrir la cajonera y sacar algunos montones de dinero para entregárselo a sus acreedores.
Al margen de los adeudos (y del mismo secuestro de una joven inocente), llama la atención que personas de cuestionable reputación alcancen puestos de primer nivel en la estructura de gobierno.
Cómo entender que las prisiones están dirigidas por una persona que sostiene una pugna con grupos delictivos.
No hay duda que el Grupo Antisecuestros de la Procuraduría Estatal tiene una extraordinaria capacidad de respuesta.
Tampoco hay duda que puede mas una instrucción de los jerarcas del gobierno que cumplirle a una comunidad hastiada de la delincuencia.
En otras palabras, todo parece indicar que las personas secuestradas deben tener vínculos familiares con funcionarios de primer nivel, para que la autoridad actúe rápido y eficazmente.
Fiesta
Globos y serpentinas lanzaron los detractores del dirigente del Sindicato de Trabajadores del Seguro Social en Tijuana César Joaquín Gualajara, destituido a finales del mes pasado.
El doctor Gualajara manoteó con descaro los ahorros de los trabajadores de ese instituto.
De nada sirvió que los afectados denunciaron ante la Procuraduría General de la República las desaseadas maniobras de su dirigente sindical.
La PGR archivó esas denuncias, lo que permitió que Gualajara se sobara la panza de la risa ante los denunciantes.
Algunos sindicalizados contactaron con Cicuta precisamente al trascender la destitución de su dirigente.
Ellos no saben cómo festejar. No saben si inflar globos, lanzar serpentinas, o cocinar molito.

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