Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Miercoles, 26 de Abril de 2017.
Patachín
Acostumbrado a hacerse el chistoso, a las frivolidades, pero sobre todo a evitar la fatiga, el alcalde de Tijuana Juan Manuel Gastelum Buenrostro es incapaz de entender que fue electo para gobernar la ciudad, no para mostrarse gracioso.
El Patas (como le gusta que le digan) no sabe, no puede, o no quiere hacer lo que le corresponde.
La ciudad está invadida por los baches, amplias zonas de la ciudad están en tinieblas por la noche y la falta de recolección de basura convierte la ciudad en un muladar.
A pesar que el último día de marzo iniciaron los trabajos de bacheo, pareciera que sólo un camioncito y tres trabajadores se encargan de tapar las decenas de miles de agujeros.
¡Mientras Gastelum se hace el chistoso!
El señor Gastelum supone que ser presidente municipal significa andar de fiesta, platicar «charras» y echar la hueva.
A mediados del mes pasado protagonizó una escandalera en el complejo departamental New City de la Zona del Río en Tijuana.
Llegó tan borracho al departamento de su comadre la diputada Alfa Peñalosa que los guardias de ese sitio se asustaron.
Tanto ruido causó esa noche que los vecinos llamaron a la policía.
¡Qué susto se llevaron dos uniformados que llegaron media hora tarde!
¡Tanta «escandalera “olía a patas!
Lerdo
Enojadísimo andaba el viernes el secretario general de gobierno de Tijuana Raúl Felipe Luévano con la publicación de Cicuta.
Luévano no entiende cómo se filtró que la responsable del área administrativa Paola Leyva se encargaba de resolver asuntos que le corresponden.
¡Quién se atrevió a filtrarlo! ¡El queda como un inútil!
Y aunque sus tripas se retuerzan de coraje, alguien debe decir que sus migajas de autoridad son ahora mismo aplastadas por un hombre de origen español que tiene derecho de picaporte con el alcalde de Tijuana Juan Manuel Gastelum.
Se trata de un personaje identificado como Emilio Vilosa, quien se ha convertido en el principal asesor de el Patas.
Nadie sabe cuál es exactamente su cargo, aunque están convencidos que cobra muy bien.
Algunos incondicionales aseguran que con la presencia de Vilosa, el señor Luévano se siente desplazado.
Tiene claro que el alcalde ya no le importa su punto de vista.
Ésos que le rodean afirman que Luévano anda como «zombie» de un lugar a otro, pero en realidad hace muy poco.
Adelanto
Dentro de algunos días Cicuta se referirá a algunas costumbres que practica el señor Gastelum en sus horas libres, es decir, después de descansar todo el día.
Aunque alguien podría decir que en su tiempo libre tiene derecho a hacer lo que le venga en gana, otros ciudadanos pueden señalar que el señor Gastelum es alcalde de Tijuana las 24 horas del día.
Naaaaaa
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