Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Viernes, 25 de Noviembre de 2016.
Avestruz
Mientras que los reflectores nacionales se posan sobre la figura del gobernador de Baja California Francisco Vega de Lamadrid, sus incondicionales ¡agachan la cabeza!
Resulta evidente que el encargado de manejar «su imagen» se voltea para otro lado mientras el vendaval de críticas le pega de frente.
¡Es que Cornejo tiene una pésima reputación!
Desde la noche del miércoles las redes sociales se vieron saturadas por un reportaje que la noche anterior difundió Joaquín López Dóriga sobre la excesiva riqueza del gobernador Vega.
En medio de los escándalos de corrupción de gobernadores priistas y panistas, la fortuna del gobernador Vega llama muchísimo la atención.
Atenta a las acusaciones contra algunos ex gobernadores, la sociedad mexicana enjuicia a Kiko Vega tachándolo de corrupto.
Es irrebatible que la imagen de Kiko Vega está manchada ante los ojos de la sociedad bajacaliforniana y ahora ante todos los mexicanos.
Los medios de comunicación de Baja California se encargaron de darle vuelo al reportaje de López Dóriga, donde exhibe a Francisco Vega como uno de los tres gobernadores que investiga la PGR.
Apenas la semana pasada el secretario General de Gobierno Francisco Rueda Gómez rechazó que la PGR investigara el mandatario estatal. Dijo que al menos la autoridad estatal no ha recibido ninguna notificación.
Pareciera que el secretario Rueda desconoce los protocolos que sigue la autoridad federal al realizar investigaciones.
Rueda debe saber que la autoridad notifica hasta que concluyó la investigación, y el señalado se convierte en indiciado.
De esta manera Rueda debe entender que la PGR no le avisará a Francisco Vega que está bajo investigación.
Sobre la enlodada imagen –que el gobernador Vega ha logrado proyectar desde el inicio de su mandato–, destaca la pésima imagen que tiene (irónicamente) el encargado de manejar su imagen.
Hace un par de semanas, 42 periodistas bajacalifornianos firmaron un desplegado para exigirle al gobernador, al Órgano de Fiscalización (Orfis) y al contralor del estado investigar el manejo de los recursos destinados a la publicidad.
El coordinador de imagen del gobernador se llama Jorge Alberto Cornejo, un individuo que hace de todo menos trabajar por mejorar la imagen de su patrón Francisco Vega.
Durante su comparecencia en la glosa del informe de Francisco Vega, el actual secretario de Planeación y Finanzas Antonio Valladolid Rodríguez, reveló que la autoridad destina 90 millones de pesos anuales para proyectar la imagen del gobernador.
Si el gobernador Vega tiene una pésima reputación y su coordinador de imagen la tiene peor, entonces no debe extrañarnos que –en medio del escándalo– Cornejo esconda la cabeza.
Lejos de cumplir con su trabajo, el señor Cornejo sueña con irse a vivir a Australia al concluir el mandato de Francisco Vega.
Se supone que sus ahorros deben ser comparables con una institución bancaria de medio pelo. Sólo así pudiera hacerlo.
Durante la nefasta gestión de Guillermo Padrés como gobernador del Estado de Sonora, Jorge Cornejo se desempeñó como brazo derecho del entonces director de Comunicación Social Jorge Morales Borbón.
Hasta antes del encarcelamiento de Padrés en la capital mexicana, el señor Morales Borbón era el único funcionario de primer nivel que estaba en la cárcel. ¿Cornejo estaría al margen de las corruptelas de Morales Borbón?
¡Si era su brazo derecho!
Hay quien dice que –durante su campaña política—Francisco Vega cobijo a Cornejo a petición de Guillermo Padrés.
Este último pudo patrocinar a Francisco Vega para que alcanzara la gubernatura. ¿Será que Cornejo se encargó de trasladar esos apoyos desde Sonora a Baja California?
Solo así se entendería que Francisco Vega sostenga a Cornejo como encargado de su imagen. Puede ser.
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