#ElExcusas

INTRIGAS

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Los mismos cuentos de siempre, así como frases comunes, son utilizados cada vez con más frecuencias por el alcalde tijuanense, el “dotor Chapatín” también conocido por “el Excusas” Jorge Enrique Astiazarán Orcí. Y en el tema de seguridad… o mejor dicho inseguridad, no es la excepción, sino… la regla.
Llega al extremo su necedad, sus ansias de protección hacia su “hijo idiota”, que se atrevió a afirmar que en cuestión de inseguridad, el municipio “ya salió de un hoyo muy importante hace algunos años”, esta vez “no tiene por qué ser diferente”.
Con la salvedad que a la época a que se refiere, teníamos en la región al General Alfonso Duarte Múgica (verdadero artífice de la “pacificación”), y a cago de la inseguridad municipal al “Payasola” Julián Leyzaola Pérez, quien aunque se cargo todas las medallas (que le correspondían a las fuerzas armadas), por lo menos dio un poco de disciplina a los jenízaros locales.
Una variante en el discurso del alcalde, es que (por fin) parece reconocer el incremento de la inseguridad en la municipalidad, aunque sigue con su conocida cerrazón en cuanto a la inoperancia, ineptitud, ineptitud manifiesta y descarada corrupción de los titulares y mandos de la corporación policiaca municipal, empezando por “el camillero” Alejandro Ladres Valladares y “falsati” Omar Green de la Cerda.
Con sus ya conocidas y… reconocidas excusas, reparte culpas entre la “sociedad civil” y el resto de las corporaciones existentes (o actuantes, aunque la palabra no represente la realidad) en el estado, pero omite “actuar”, realizando los imprescindibles y urgentes cambios en su tan vituperada corporación.
Curioso que Astiazarán Orcí, involucre (solo de palabra) a la sociedad civil, incluyendo a sus organizaciones, que un día si… y otro también, han expresado su preocupación y reclamo, por la inseguridad persistente y constante, con aumento desproporcionado… e imparable, ante una policía municipal falta de talento, protocolos, políticas, programas y demás. Pero rebosante de ineptitud, agresividad hacia la sociedad, y por supuesto… corrupción.
En cuanto a su frase de que “la ciudad está en un hoyo”, tiene toda la razón, un hoyo de ineptitud y corrupción… empezando por el, ya que es el responsable del ayuntamiento, y coparticipe por omisión o comisión. Independientemente de que mantener en sus puestos a los ineptos y/o corruptos, es una de las muchas formas de… corrupción. Así o más claro.
Siguiendo con el camino de excusas marcado por su “patroncito”, Ladres Valladares “carga” parte de la inseguridad en la municipalidad al incremento en el tráfico de drogas como la heroína y cocaína. Presumiendo múltiples detenciones en marco del llamado «operativo anti narcóticos». Llamativa denominación, como otras utilizadas en temas que aunque no son de la incumbencia municipal, sirven para tratar de demostrar que si trabajan, lucirse con las corporaciones del imperio gringo, y encarecer el cobro de… plaza.
Que alguien le explique a este inepto, folclórico y “panchero” funcionario, que la principal preocupaciones de los ciudadanos, es la seguridad de sus familiares y seres queridos, seguida la propia (de cada uno), continuando con la de los bienes personales. Los intereses de las corporaciones del imperio, así como las “fuentes de recaudación” de la mañocipal, no están en la lista de prioridades de la población… bueno, simplemente no están en su lista.
El “gran método” de “prevención del delito” de la policía municipal tijuanense, es inundar la ciudad de los ilegales e inconstitucionales retenes, puntos de revisión o como quieran nombrarlos, los cuales solo sirven para “joder” a la ciudadanía que tanto dice “defender” Jorge Astiazarán.
Normalmente dichos retenes constan de un par de patrullas, dos parejas de trogloditas disfrazados de policías, y muchas ganas de joder y perjudicar a quienes circulan por la zona, a excepción de… los malandros. Muchos creen que dichos retenes se instalan exclusivamente en zonas “conflictivas” y horarios nocturnos. Pero nada más alejado de la realidad, como ejemplo mencionaremos (según diversos reportes) los instalados en días pasados en plena avenida Internacional ((10:00 horas), patrullas 1543 y 5051; o a una calle de la Delegación Playas (15:00 horas), patrulla 0825 y otra; en avenida de las Américas (casi enfrente de la entrada al estadio de los Xolos) a las (14:30), patrulla 0412 y otra; donde solo sirven para desquiciar el tráfico vehicular, hacer perder el tiempo a la ciudadanía, y… extorsionar a quien conduce con placas del vecino estado de California, y a uno que otro del país, sobretodo sino tienen apariencia de “gente bien”, o de amigos de algún funcionario.
Es de hacer mención, que el alcalde Astiazarán, solicita “encarecidamente” a la ciudadanía que “denuncie hechos delictuosos y actitudes sospechosas en cualquier punto de la ciudad”, sin tomar en consideración o de plano valiéndole, una serie de circunstancias. Como son: que la policía muchas veces no llega a atender los reportes; o llega horas después; o dan “protección” a los malandros; o están coludidos; predispuestos a la agresión y violencia contra la ciudadanía en general; muchas veces ineptos y hasta corruptos por “instrucción y/o dejadez” de sus jefes; y toda una letanía más.
Mientras el “dotor Chapatín” pide la cooperación de la ciudadanía, sus muchachitos piden otro tipo de “cooperación”, y aplican su acostumbrada “orden de pateo” para introducirse en los inmuebles que les da la gana, donde detienen a quien les da la gana, inventándoles cuantos cargos quieran, lo cual hacen no solo en casas, sino también en comercios y empresas. Como sucedió hace pocos días en la delegación de La Mesa. Y después se quejan de que los tribunales liberen a la mayoría de los detenidos. Lo que debería suceder a continuación, es procesar a esos malos elementos policiacos, aunque el problema es que las corporaciones se quedarían –prácticamente- sin elementos. Y la sindicatura? Bien gracias, dice la vox populi que al sínico procurador, el verde (a de ser por el color del dólar) está siendo debidamente “recompen$ado” por su cuatacho el “camillero”.
El despistado alcalde llega al extremo de acusar a la ciudadanía, que “hasta después de que sufren de algún delito, lo denuncian”, como si fueran videntes para denunciarlo antes. Lo que es vivir fuera de la realidad.
El (des)administrador en turno de la ciudad, por fin reconoció su desconocimiento de lo que sucede en la misma, y acepto que no tiene la menor idea del “porqué del incremento en los homicidios”, echándoles la bolita a los expertos (no dijo quiénes son estos señores) de “explicar y dar con los responsables de los hechos”. Aunque sigue sin reconocer que sus mañocipales no pueden con la encomienda. Menos retirar del cargo al “camillero” y al “falsati”. Que los ciudadanos se “jodan” por haberlo elegido.
Mientras lo anterior acontece, la terca realidad, en este caso cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), nos dicen que Baja California es el segundo estado donde más delitos se cometen. Y el municipio de Tijuana es el que más aporta a ese dato… que no es de presumir.

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INTRIGAS.INFO Escrito por Ricardo Madrigal. Jueves, 08/Octubre/2015.


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