COMBINACION

INTRIGAS.

 

 

COMBINACION 

En una combinación de zona de guerra con paisaje lunar, se ha convertido la ciudad de Tijuana. Entre baches; hoyos; hundimientos en las vialidades que mas bien parecen cañadas o barrancos; calles con solo pedazos de carpeta asfáltica; vialidades principales con concreto hidráulico, de esos de 30 años de duración y cobrado cobo si fuera de cien, que están en un estado lamentable; calles sin pavimentar; en fin… podríamos seguir mencionando desastres hasta en infinitos, de todos tenemos en la ciudad.

La crisis de nuestras vialidades, aunada a la financiera, se viene arrastrando desde hace bastantes administraciones, ahondada en las de Jesús González Reyes y Jorge Hank Rhon, pero desatada hasta el desastre en las de Jorge Ramos Hernández y Carlos Walterio Bustamante Anchondo, ahora con Jorge Astiazarán Orcí al frente de la alcaldía, esta en total inanición, no se ven obras por ningún lado a excepción de la recién iniciada en la calle segunda, la cual será famosa por el escándalo suscitado antes de su inicio.

Curiosamente la única obra que hasta el momento -prácticamente cuatro meses- ha iniciado, esta marcada por escándalos e indicios de corrupción, ya que hasta el momento no ha sido debidamente aclarado las reales o supuestas falsificaciones de firmas en la documentación presentada por la empresa ganadora, ni la falta de seguridad en el precio del concreto hidráulico, entre otras “minucias”.

De las obras que no terminaron los pillos de la pasada administración, poco hay que decir. Como ejemplo esta la de la ruta troncal y su entronque de la vía rápida y la calle Juan Ojeda Robles, en la conflictiva –vialmente hablando- Zona Río, la cual sigue detenida por la burrocracia municipal, sin importarles gran cosa el desmán que cusan y el perjuicio para un buen número de ciudadanos. Que se aguante los ciudadanos si quieren o tienen que circular para esa zona.

Otro ejemplo seria la calle Ermita, en la Delegación de la Mesa, que quedo inconclusa y se ha ido terminando… en cómodas mensualidades. A este paso es bastante posible que para la entrega recepción de la siguiente administración -2016- ya este terminado.

Se requiere que alguien le esplique a Astiazarán Orcí, que las obras con precios inflados, que no cumplen con la normatividad, mal terminadas y demás, causan responsabilidad, y el alcalde parece que copio el eslogan de la ultima campaña de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), que es la de “borrón y cuenta nueva”, que en este caso significa que los pillos ladrones pueden disfrutar tranquilamente de lo obtenido en su latrocinios, que no serán molestados, menos tocados, ni con el pétalo de una sanción administrativa, menos una denuncia penal.

Uno de los que tienen la obligación de hacérselo ver, es el secretario general de gobierno, Bernardo Padilla Muñoz, explicándole que la responsabilidad también puede ser por omisión o comisión, y que al no denunciar, es corresponsable de los cuantiosos daños causados al erario público.

También abría que aclararle, que cualquier declaración pública no cuenta, la respectiva denuncia se tiene que realizar ante la autoridad competente. Mientras seguirá siendo coparticipe de los actos de corrupción presentes o pasados, aunque sea por omisión.

Del cinico municipal, mejor ni comentar, la capacidad no le da para mucho. Menos después de la patiza y paliza que le propinaron desde la alcaldía en su reciente enfrentamiento, donde lo obligaron a deshacerse de sus principales colaboradores, después de lo cual –por lo menos aparentemente- se dedicara a dejar hacer, dejar pasar, todo lo que le de la gana a la presente administración. De la pasada, la del impresentable Carlos Walterio Bustamiente, según lo que se aprecia, todo se negocio desde el final de dicha administración. Quien lo dijera, lo que se llega a hacer por un buen número de permisos de operación de los llamados “espectaculares”. Dicen que “lana” ahí para todos… los pillos. Claro, en diversas medidas. Faltaba más.

Gran parte de la crisis financiera que ahoga al ayuntamiento local, se debe al tristemente famoso Proyecto Integral de Repavimentación (PIRE), que merced a la “necesidad” de modernizar las principales vialidades de la ciudad, el nefasto Jorge Ramos tuvo a “bien” hipotecar las siguientes administraciones, con un crédito de mil setecientos millones de pesos, solo por ese concepto. Pero he aquí, que llego el aun más nefasto –aunque usted no lo crea, se podía ser más- de Carlos Walterio Bustamiente, y pago varias decenas de millones a un despacho especializado en la materia, para endeudarnos aun más. Con lo cual la deuda municipal, paso a la grosera cantidad de cerca de dos mil quinientos millones de pesos. Poniendo a Tijuana, cerca de la cúspide de ciudades endeudadas, alcanzando un “honroso” tercer lugar a nivel nacional. De alguna manera tenia que destacar.

El celebre PIRE, que supuestamente debería durar en perfecto estado, un mínimo de 30 años, para lo cual “supuestamente” dejo una fianza de garantía, en buena parte de las vialidades, en el 10% de ese tiempo, es decir 3 años, a tenido un deterioro impresionante, llegando al extremo de algunos tramos intransitables.

Como ejemplo de lo anterior, entre otros tenemos el ejemplo de:

Las rampas ascendente y descendente de la central camionera, el segundo “arreglado” –que es un decir hace unos días, y el otro en proceso en la actualidad. El “arreglado”, quedo a simple vista, como una vía llena de partes, con irregularidades que dificultan el conducir por la misma.

Se tiene a la llamada vía rápida, en sus dos sentidos, con bastantes tramos en situación no óptima, eso sin contar algunos que de “plano” han tenido hundimientos, al extremo de ser cerrados por bastantes días para su reparación.

En el mismo tenor, esta el llamado libramiento, que va de playas a la cinco y diez hasta las rampas de la central camionera y Otay/Centenario. Dicha vialidad tiene tramos que parecen vibradores, por el estado del concreto y la forma en que se sienten los vehículos al transitar por la misma. Con especial énfasis en cuanto a su mal estado, en el tramo que comprende entre la comandancia de la policía municipal denominada Margarito Saldaña y el puente vehicular denominado cinco y diez.

En el tramo de Playas a la vialidad denominada en un sentido Libramiento, y en otro avenida Internacional, desde el inicio se han dado algunas reparaciones, por la mala calidad de la obra. Pero uno de sus principales errores u horrores, como usted quiera llamarle, se dio en el sentido de circulación hacia Rosarito y/o Playas de Tijuana, pasando la entrada al Fraccionamiento El Mirador, y poco antes de donde por mucho tiempo estuvo el reten del ejercito, donde desde el inicio, se empezó a formar un desnivel, el cual con el tiempo se convirtió en vado, pasando a parecerse a una “cañada” o “barranco”. El cual, pese a convertirse en una “trampa mortal” para quienes circulan por esa vialidad, causando una gran cantidad de incidentes, jamás fue atendida por la autoridad competente(?), hasta que hace unos días apareció dicho “desastre” en un noticiero. Solo así atendieron el problema. Con lo anterior, todo indicaría, que el doctor y sus empleados, tienen complejo de “perros”, es decir, solo entienden a periodicazos. Si este es el caso, ojala se multiplique, ya que solo de esa manera –a veces- atienden a la ciudadanía y a los problemas de esta urbe. Ojala alguien los “entere” de que esto es su trabajo. Aunque lo que menos hagan sea trabajar… por lo menos por el bienestar de la ciudadanía.

Jorge Astiazarán, después de cuatro meses de gobierno(?), no se le conoce o de plano no tiene un programa de obras y servicios, o plan de acción definido, y a simple vista se observa que no haciendo mayos cosa, por no decir que no esta haciendo nada… por lo menos productivo.

Así que pensar en algún programa de rehabilitación de calles, es o seria utópico. El pensar en poner fin a la problemática de vialidades dañadas, son solo sueños guajiros. La rehabilitación y/o reparación de diversas calles, sobre todo las llamadas secundarias, bueno que decir… ni de milagro se dará. Hablar de calles dignas, no esta en el vocabulario de la presente administración… como no lo estuvo en el de las anteriores. Seguiremos pareciendo paisaje de guerra… o lunar, como usted prefiera referirlo.

En este tenor –el de paisaje de guerra… o lunar-, la alcaldía tiene un “gran apoyo” en la CESPT, a cargo de un gris Alfonso Álvarez Juan, titular de la misma. Dicha dependencia, pareciera tener como “deporte” socavar y reventar el pavimento y el concreto, desgraciando las pocas calles y avenidas en un regular estado.

Cada vez que hace una obra o un arreglo, en lugar de reparar la parte que dañaron de vialidad y/o banqueta, solo le echan “tierrita”… si igual que ha muchos “asuntos”. Pero la autoridad municipal no se queja, menos reclama. Al fin todo son complicidades.

Por cierto, el los corrillos de la CESPT, se comenta que la empresa que se tiene subcontratada desde hace años, para dejar el pavimento y el equipamiento urbano reparado, después de las obras o reparaciones efectuados por personal de la institución, cobra religiosamente dichos servicios… aunque no los realice. También se dice, que este bienes lo heredo de la anterior administración, y lo mantiene por lo intere$ante que resulta.

Regresando con asuntos de la alcaldía, hablar de reordenamiento urbano seria hablar de milagros. Aunque en otros lados lo llamarían reto, aquí los funcionarios están demostrando no tener en interés en afrontarlos, solo piensan en “nadar de a muertito”… y cobrar sus jugosos salarios. El crecimiento más que desordenado de la ciudad, puede seguir para que lo resuelva alguna futura administración.

Eso de integrar las diferentes zonas de la ciudad, sobre todo las habitadas por personas de bajos recursos, a los pocos proyectos de desarrollo, nadamás no. Los ciudadanos esperan muchas cosas, pero los funcionarios prefieren quedarse en su zona de confort.

En otra entrega platicaremos de ese gran negocio para la anterior administración, llamado “luminarias”, y que según todos los indicios, sirvió para que el Junior de Bustamiente, repartiera la nada despreciable cifra de cien millones de pesos, aproximadamente. Y que por alguna razón de peso o será de peso$?, la actual administración, no parece dispuesta a resolver conforme a derecho, o por decirlo de otra forma, a proceder contra los pillos.

 

 

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INTRIGAS:  Escrito por Ricardo Madrigal.  Jueves, 27 de Marzo de 2014.

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