INTRIGAS
DE MIEDO
Así es la actuación de las autoridades ante las compañías gaseras, siempre presentes en el imaginario popular entre la tragedia y la… corrupción. Y según el sentir de la población tijuanense, siempre está latente un lamentable hecho… como el ocurrido recientemente en la ciudad de México.
En diferentes regiones del país, desde tiempos inmemoriales, siempre han “surgido” desgracias ligadas a las gaseras, pero la mayoría tenemos memoria desde 1984, en que se dio la tristemente célebre explosión de la gasera asentada en San Juan Ixhuatepec, la cual se convirtió en una llama de kilómetros de altura, quien calcino y achicharro a quienes habitaban a varios kilómetros a la redonda, lo cual creo descontentos a nivel nacional, exigiendo que las gaseras salieran de las zonas habitacionales, lo cual supuestamente se acordó y acepto… pero como siempre, no se cumplió.
Aunado a los peligros de muchas de esas instalaciones, un problema latente al “alcance de todos”, son las unidades repartidoras de gas, las cuales muchas veces no se encuentran en perfecto estado, o son manejados de forma inadecuada lo que ha causado innumerables y trágicos accidentes, tanto en las ciudades como en las carreteras.
Están nuevamente en la atención pública, debido el incidente de una pipa con dicho material, que destruyó el Hospital Materno Infantil de la Delegación Cuajimalpa, en la capital del país. Se dice que la unidad operaba de manera irregular o defectuosa. El problema es la falta de control por parte de las autoridades, que nos llevan de tragedia… en tragedia.
Como siempre, las víctimas, sus deudos y familiares, pasaran por un viacrucis para recibir la atención debida, ya no se diga resarcir y reparar del daño… lo cual nunca hacen… o la hacen en una mínima parte.
En el caso particular del Hospital Materno Infantil, se dice que los daños materiales a las instalaciones son superiores a los quinientos millones de pesos, eso sin contar los causados a bienes de las personas, y lo que tiene que ver con las víctimas. No se ve factible que la “gasera” pague tan cuantiosas cantidades, seguramente quedara en multas irrisorias, alguna llamada de atención… y pleitos legales interminables por parte de los afectados, para tratar de que les hagan algún caso. Así o más claro.
Lo que es innegable es la corrupción y la irresponsabilidad de la gasera, consecuentemente… la complicidad de autoridades. Esa mezcla es de muerte… como se ha comprobado en demasiadas ocasiones.
En esta ciudad de Tijuana, tenemos “constante amenaza” de situaciones similares. Es del conocimiento público, el eterno reclamo de la ciudadanía, relativo a la compañía de gas instalada en la zona conocida como cinco y diez, la cual está en una de las más concurridas zonas, rodeada de ciudadanos que constante y cotidianamente circulan a su alrededor, de casas habitación, de industrias, plazas comerciales, y de algunos de los hospitales más concurridos de la municipalidad.
Pese a las decenas de años que tienen los reclamos y peticiones de ayuda por parte de los vecinos en particular y ciudadanía en lo general, a la gasera le ha valido sorbete… y a los tres órdenes de gobierno… más todavía, lo que muchos interpretan como ineptitud… y corrupción. No se puede explicar de otra forma.
Nuestras autoridades no aprenden… o les vales, de lo que dicen representantes legales de los afectados en otras latitudes, en cuanto a que la gasera mostró indiferencia hacia ellos e incumplió la reparación del daño, tanto hacia las personas muertas como a los heridos. Pero cada vez que sucede nuevamente… se hacen los sorprendidos.
Hoy en día hay transporte que funciona y opera con… ¡gas!, para economizar combustible. Basta tenerlos cerca para percibir su olor inconfundible, y si a ello le agregamos que muchos de los choferes de ese tipo de transporte… son animales al volante, el riesgo de una explosión tras el choque es latente día tras día, hora tras hora, en calles y avenidas de la ciudad.
¿Cuántas bombas de tiempo sobre ruedas están corriendo por las vialidades, sin ninguna restricción, supervisión o certificación por parte de las autoridades? ¿Qué autoridades les han permitido circular sin la verificación correspondiente? ¿Qué funcionarios o empleados han sido corrompidos, indudablemente, para permitir el libre tránsito de estas unidades de la muerte? Las mismas preguntas tienen validez en cuanto a la operación de las diversas instalaciones de las “gaseras”… empezando por la de la famosa cinco y diez.
De miedo resulta la falta de declaraciones por parte de los titulares de Protección Civil, tanto estatal como municipal, sobre deficiencias de gaseras que van desde: “la falta de capacitación de su personal en caso de una contingencia hasta el mal estado de mangueras y llantas en las unidades”.
El problema no es menor si hablamos de la peligrosidad que implica el rutinario manejo del material en las instalaciones, así como el tránsito de pipas y otro tipo de unidades, por las calles de la ciudad. Por cierto, conoce usted de algún reporte sobre infracciones en contra de unidades repartidoras, o de los inmuebles donde están instadas? Yo tampoco. Por algo será… y muchos los llaman… corrupción.
Con la tragedia ocurrida en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa no está de más que los muchachitos tanto del “dotor Chapatín” Jorge Enrique Astiazarán Orcí, como del “gober pernicioso” Francisco Arturo “Kiko” Vega Lamadrid, se pongan “las pilas” y dejen las corruptelas, para que se cumpla con el riguroso cumplimiento de la norma y las medidas de seguridad de las diversas instalaciones de compañías gaseras, haciendo lo propio para intensificar la supervisión a gaseras y evitar con ello una tragedia similar o peor.
En cuanto a las instalaciones denominadas de la cinco y diez, ojala no esperen a ser parte de la narrativa nacional, que va de tragedia en tragedia, de llanto en llanto. Parece que no salimos de una desolación cuando ya entramos en otra. Y esperamos no ser la siguiente.
En México en lo general, Baja California y Tijuana en lo particular, se está haciendo fama de que las áreas de Protección Civil sólo sirven para organizar simulacros. Eso suele convertirse en… otra de nuestras tragedias.
Parece que en este mundo al revés que es México en lo general, Baja California y Tijuana en lo particular, siempre el olvido… o la corrupción, entierra los planes de “controlar” a las gaseras, lo que realmente debe hacerse es meterlas al orden y reubicar a aquéllas que representen riesgo para la población. No proceder así es una irresponsabilidad y un crimen. Los gobiernos, deben acabar con los privilegios de las gaseras. Esperemos que el “dotor Chapatín” y el “gober pernicioso” lo entiendan, y no esperen por una desgracia anunciada, en la cual solo saldrán a hacer declaraciones y promesas.
CRISIS
Hasta hace pocas semanas, muchos anunciaban la crisis que viene es… económica, el problema es que llego mucho antes de lo esperado. La realidad es que el país está enfrentando y confrontando una crisis política, social y económica, esta última se agravo y pudiera agravarse mucho más, según algunos los pronósticos.
Peri si usted es de los que se consuelan con los males ajenos, no somos los únicos con una gran crisis económica a la que no encuentran solución. Buena parte del planeta también se duelo de los mismos males, en mayor o menor proporción.
Lo malo es que las otras crisis, la política y la social, tienen en gran parte como origen, el grave deterioro de la economía, derivado de la aplicación de un modelo que no responde a los intereses de las mayorías, sino de las minorías privilegiadas. Si, como siempre… o casi siempre.
Lo que es indudable es que los políticos han sido rebasados por la sociedad, la realidad indica que no están a la altura que deberían estar, hay corrupción y están sometidos a los intereses económicos. Uno de los problemas es que los políticos no escuchan las críticas. Como dijo alguien: “es muy importante que los ciudadanos protesten, siempre es esencial la crítica, conocer la mirada del otro, siempre es fundamental en una democracia, sobre todo la oportunidad del otro de hablar, de decir lo que piensa”.
Muchos expertos en materia económica afirman que lo fundamental para que un pueblo progrese, es el manejo de la política económica. En nuestro país, tenemos decenas de años en una debacle sobre todo por la imposición del neoliberalismo, y la entrega total a los intereses del imperio.
Nuestras autoridades tienen que entender, que no habrá solución a corto o mediano plazo, sino se hacen cambios a esa política que beneficia a las pequeñas minorías privilegiadas en detrimento de las grandes mayorías desposeídas… o si usted lo prefiere: “seguirá aumentando la pobreza, el desempleo, la desigualdad social y con ello la delincuencia, la corrupción y todos sus derivados”.
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INTRIGAS. Escrito por Ricardo Madrigal. Jueves, 05/Febrero/2015.
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