INTRIGAS.
DESFIGUROS DE LA PDH
Desde el nombramiento por instrucciones “del diablo” Fernando Castro Trenti, ejecutadas por sus empleados y esbirros de la XX legislatura del Congreso Local… los conocidos levanta dedos, pues, de Arnulfo de León Lavenant como titular de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Baja California (PDH), la institución ha ido de mal… en peor.
En general, con sus honrosas excepciones –como todo en la vida-, esta institución que “supuestamente” fue creada para salvaguardar y hacer valer los derechos humanos de quienes vivimos o estamos de paso por este bello estado, solo ha servido para rescatar a los “cuates” que se encuentran en el desempleo… y para la promoción personal.
En una de sus ultimas declaraciones, referente a la petición al congreso de recursos extras para el pago de las demandas perdidas y por perder, con el cinismo que lo caracteriza soltó “los corrí para poner a mi gente de confianza”, continuando con la afirmación de que los empleados despedidos “ocupaban plazas de confianza y en cada cambio de administración llegan equipos diferentes”. Claro a los sindicalizados no los corre, no porque no le falten ganas, ni porque no tenga compromisos de sobra para dichos puestos, lo que ocurre es que le tiene miedo, por no decir pánico al sindicato.
En cuanto a que los despedidos “no se acoplaron a su filosofía de trabajo”, puede tener razón, ya que existen personas comprometidas con la defensa y el respeto de los derechos de los demás, a los que se les hace difícil, por expresarlo de otra forma, la “grilla barata”, las negociaciones “en lo oscurito” con autoridades, la falta de compromiso con los desposeídos de sus más elementales derechos, en fin, el convertir la dependencia en una extensión del “infierno”, y el “cambalacheo” de los derechos humanos de los ciudadanos, por algún oscuro interés personal.
Lo paradójico del asunto, es que la entidad o institución encargada del respeto y protección a los derechos humanos, se vea envuelta un día si y otro también, en problemas de derechos laborales con sus trabajadores. Por cierto, este asunto, entre otros, le ha causado conflictos y hasta acusaciones, con la panista Rosalba López Regalado, Comisión de Hacienda y Presupuesto del Congreso local.
En el colmo del cinismo y la prepotencia, de León Lavenant, tira “línea” a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje y al Tribunal de Arbitraje del Estado, al decir que lo que les corresponde a los cesados, son cantidades que oscilan entre los sesenta y ochenta mil pesos, y que debe de ser por concepto de “finiquito”.
Este vendedor de autos –actividad por demás respetable, pero que nada tiene que ver con la defensa de los derechos humanos-, se ofende porque afirma que los “corridos”, piden cifras de alrededor de los cuatrocientos mil pesos. Abría que explicarle –de preferencia con manzanitas y peritas- a este licenciado, que no Abogado, que una cosa es el finiquito que corresponde cuando el trabajador por voluntad propia se separa del empleo, y otra muy diferente, la cuenta a realizar cuando se despide al personal, en la cual se deben incluir entre otras prestaciones: 20 días por año laborado y salarios caídos.
Con la sola justificación para separar de su puesto al personal, de que “cada administración trae a su propia gente”, aunado a su dicho de “cuando usted llega a un puesto de estos, trae un equipo de gente de confianza, aquí son puestos de confianza”, se ha dedicado con “mexicana alegría”, a llenar la procuraduría de “diablitos”.
Muestra de lo anterior, es el nombramiento realizado en la primer quincena del pasado mes de Marzo, del “polémico” por decir lo menos, independientemente de que muchos le digan “impresentable”, y otros más afirmen que con sus escándalos fue uno de los que más daño hizo a la campaña por la gubernatura de su hermano. Si, nos referimos al ex director de Seguridad Pública en Playas de Rosarito, Francisco Castro Trenti. Nombrado por el empleado de su hermano Fernando, como subprocurador de Derechos Humanos para la zona costa de Baja California, que se conforma por los municipios de Tecate, Tijuana y Rosarito.
La escusa para dicho nombramiento fue que “tenemos muchos problemas con la policía, la policía municipal es la que más infringe, entonces tengo muchos problemas en lo que es la zona costa de Tijuana, tengo muchisimas quejas y también en Tecate”. Ojo, no menciono Rosarito, pese a los constantes escándalos –pasados, presentes y futuros- en dicho corporación. Hay quien afirma que dicho nombramiento, es para “proteger” al susodicho de posibles demandas, denuncias y hasta consignaciones. Eso si, desestimó el cúmulo de señalamientos en contra de Castro Trenti durante su gestión en la policía rosaritense. Ni modo de no defender al carnal del “patrón”. Ni que decir que no haya aprobado los exámenes de confianza que exige la ley. Para Arnulfo, todo esto es peccata minuta.
Mientras esto sucede y acontece, el señor procurador, se queja de falta de presupuesto en su dependencia. Por una parte, le hecha la culpa al gobierno estatal, llegando a afirmar que “el gobierno anterior y el actual debieron dar los recursos para los finiquitos». Diciendo que “cuando entró el gobernador y su nuevo equipo, finiquitaron a los anteriores”, por lo que a el, deben permitirle hacer lo mismo, y darle recursos adicionales para tal fin. Llegando a amenazar –lo cual según se dice ha cumplido- con no pagar los laudos o sentencias en contra, mientras no le autoricen recursos extraordinarios.
En cuanto a la paradoja, de que la institución encargada de vigilar el cumplimiento de los derechos humanos en el estado, sea la primera en violentarlos, la respuesta de este gris y “pillín” funcionario, no tiene desperdicio: «no deberíamos tener este problema porque nos debieron dar dinero para finiquitos, cuando entro, en automático les digo voy a finiquitar a tantos porque llego con mi equipo de confianza, esto depende del ejecutivo del estado, del gobernador». De estas palabras se desprende que todo es cuestión monetaria, mientras se le pague a la gente, se le puede violar… sus derechos. También se entiende que todos son culpables… menos el.
Pero si tiene presupuesto para sus “nuevas adquisiciones”, como es el caso del mencionado Francisco Castro Trenti, el cual estaba muy “deprimido”, desde el primer día del año que recientemente de término, al quedarse sin “posición” o puesto burocrático, en el cual dar constantes declaraciones en lucimiento personal.
En el colmo, quien constantemente violo las más elementales garantías individuales de los ciudadanos, así como sus derechos humanos, en su paso por corporaciones de Tijuana y Rosarito, donde siempre estuvo involucrado en acusaciones constantes al respecto, ahora lo tendremos como “encargado” de que las corporaciones estatales y municipales en esta región, no se comporten como el siempre lo hizo. Como dicen: la iglesia en manos de Lutero.
No conforme con ocupar un puesto para el cual no esta capacitado, ni hablar de los conocimientos de los que adolece, en día laborable –el recientemente pasado lunes 31 de Marzo- se fue, largo o como usted quiera decirle, a la ciudad de Baltimore, en el vecino país de Norteamérica, para ver a sus queridos Orioles, jugar contra los Medias Rojas de Boston, por la distancia como mínimo se toma también el día martes.
Aunado a lo anterior, el susodicho, presumió que también “chambea” (?) como corresponsal de deportes, o por lo menos así pareció al presumir en las llamadas “redes sociales”, el pase de prensa como enviado del medio “uniradio”, con lo cual se desmiente el supuesto enfrentamiento entre los Astiazarán y los Castro Trenti. A no ser que de haber existido, sea cosa del pasado, y ya hayan negociado como se acostumbra en la política, en lo oscurito.
Mientras, Arnulfo de León Lavenant, sigue quejándose de que “opera con recursos insuficientes, por lo que ha solicitado una ampliación del presupuesto”. Para lo anterior, espera todo el apoyo de su compañero de grupo político, el también empleado del “señor del averno”, el diputado local Rene Mendivil.
Mientras los “compadritos”, León Lavenant – Castro Trenti, se dan la gran vida, continúan los detenidos siendo trasladados en las cajas de patrullas tipo pick up de policía; sufriendo lesiones al caerse y/o golpearse con la caja de las unidades; presentando irregular e ilegalmente ante los medios a los detenidos, “los detenidos siguen siendo agraviados en sus derechos humanos, puesto que están expuestos a un accidente fatal así como al escarnio público al ser trasladados hasta la fecha de dicha manera”; Deteniendo los policía y los jueces calificadores a personas con capacidades diferentes, incluyendo menores autistas, quedando detenidos por una buena cantidad de horas en las celdas municipales, y siendo muchas veces turnados ilegalmente al ministerio público; ya no se diga de policías que “desnudan” a los detenidos; Otros que golpean, y hasta causan lesiones a los mismos; Los abusos cotidianos de las corporaciones; la tortura tan extendida entre algunos; el sobajamiento a quien se atraviesa en su camino; y una larguísima lista de etcéteras.
Así podríamos seguir llenando cuartillas al respecto, sin que los susodichos muestren el menor rubor al respecto. Ni que decir de utilizar otro termino. No tiene caso, les vale sorbete.
Comentarios:
INTRIGAS: Escrito por Ricardo Madrigal. Martes, 08 de Abril de 2014.
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