Cicuta
Jaime Flores Martínez
Embudo
Embelesados con las estupideces de encumbrados funcionarios mexicanos, los congresistas estadunidenses no han reparado en el estrangulamiento que aplica nuestro país a la importación definitiva de automóviles usados.
¿Qué los gringos no se han dado cuenta que al trastornar las importaciones, el gobierno de México viola el contenido del Tratado de Libre Comercio?
Y es que desde principios de septiembre, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) colocó un embudo a las importaciones con la aplicación de medidas absurdas. Ahora exigen “el certificado de origen” del vehículo cuyo dueño requiere importarlo.
Conseguir ese certificado de origen resulta prácticamente imposible. Como entender que un ciudadano que posee un automóvil Ford modelo 2004, tenga que viajar a Michigan, Estados Unidos, hasta la empresa que fabricó esa unidad 14 años atrás.
Si ese automóvil le costó 4 mil dólares, el dueño deberá invertir (mínimo) otros 3 mil para intentar cumplir con ese requisito.
De acuerdo con el decreto para la importación de autos usados hacia México, la unidad motora deberá contar con “el certificado de origen” para que el costo de la importación sea del 10 por ciento del valor que contempla el tabulador de precios que maneja el gobierno.
Si el SAT estima que el valor de esa unidad Ford es de 5 mil dólares, entonces la importación costará 500 dólares. A esos 5 mil 500 dólares debemos sumarle los 3 mil dólares de la travesía a Michigan, lo que arrojaría un total de 8 mil 500 dólares.
En caso de que el dueño del vehículo no presente “el certificado de origen”, entonces el SAT cobrará (por concepto de importación) el equivalente al 50 por ciento del costo estimado del automóvil, es decir, también invertiría 7 mil 500 dólares.
¿Dónde está entonces la ventaja del nuevo decreto? !Las ventajas no existen!
Resulta que en el obvio proteccionismo a las armadoras de los automóviles nacionales, el gobierno mexicano limita el ingreso legal de vehículos procedentes Estados Unidos y Canadá. Aunque nadie lo dice literalmente, la administración de Enrique Peña Nieto le otorga garantías exclusivamente a los dueños de las armaduras de autos nacionales.
Sin embargo habrá que subrayar que difícilmente los mexicanos pueden comprar un vehículo usado. ¿Cómo espera la autoridad que compre un automóvil nuevo de fabricación nacional?
En obvia complicidad con la estructura gubernamental mexicana, la recién creada Procuraduría para la Defensa del Contribuyente (Prodecon) es incapaz de orientar a los ciudadanos sobre lo absurdo que resulta el contenido del nuevo decreto.
Iván Curiel Villaseñor, delegado de Prodecon en Baja California, esconde la cabeza ante la justificada indignación de importadores y ciudadanos. Don Iván debe saber que –irónicamente— el gobierno norteamericano exige -para la importación de un vehículo mexicano- simplemente la factura.
Los gringos no piden el mentado certificado de origen, porque resulta absurdo ¿Acaso el Tratado de Libre Comercio buscaba facilitar el comercio?
Si los congresistas norteamericanos se dieran cuenta que —en pleno diciembre—se acumulan más de 40 mil vehículos usados en la frontera sur de los Estados Unidos ya hubiesen pegado de gritos. Todos esos vehículos están en espera de la respectiva importación.
A manera de revire, el Congreso de Estados Unidos seguramente aplicaría sanciones ejemplares al gobierno mexicano por el evidente incumplimiento al Tratado de Libre Comercio. Los gringos suspenderían la importación de jitomate, aguacate o algún producto del mar.
Quizá los congresistas norteamericanos están más interesados en observar los escándalos de las casas blancas adquiridas por altos funcionarios del gobierno mexicano. En el momento que despierten de su letargo, esos legisladores norteamericanos podrían colocar el pie sobre el cuello del gobierno mexicano.
Tregua
Para beneplácito de los pillos que reiteradamente se integran a su contenido, Cicuta anuncia que se ausentará las próximas dos semanas.
Como cada año, el columnista se manifiesta generoso al regalar vacaciones a personajes que intermitentemente ocupan aquí amplios espacios.
No obstante los mencionados no deben echar las campanas al vuelo. Esta es solo una breve tregua para sentirlos relajados. Disfruten estos días festivos. Cicuta los extrañará.
Radio
El periodista Fernando del Monte y el autor de Cicuta son mancuerna en Fórmula Tijuana, que se transmite de lunes a viernes a la una y media de la tarde por la frecuencia 950 de amplitud modulada, Radio Fórmula Tijuana.
Cicuta.com.mx twitter: @jaimecicuta Viernes, 17/Diciembre/2014.
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