Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Viernes, 12 de Agosto de 2016.
Engañados
Decepcionados por la probada incapacidad del presidente mexicano Enrique Peña Nieto, aquellos que lo vitoreaban no caben de la vergüenza.
Y es que –sin lugar a dudas– ¡Peña Nieto pasará a la historia como mentiroso!
Aquellas mexicanas que en la campaña del 2012 calificaban a Peña Nieto como «un hombre guapo y talentoso» hoy se encuentran profundamente decepcionadas.
Durante todo el periodo de aprobación de las llamadas reformas estructurales, el presidente Peña pregonó las enormes ventajas que tendrían los mexicanos.
El bienestar y la estabilidad económica se verían reflejadas a la mitad de su gobierno, pues las reformas educativas, energética y fiscal beneficiarían directamente el bolsillo de toda la sociedad.
Hoy la justificación es que «por culpa» de factores externos la situación de los mexicanos no ha mejorado.
Las tarifas eléctricas se incrementaron, el gas doméstico se encuentra por las nubes, las gasolinas están en el límite y el gobierno se revuelve en maquillar los niveles de inflación.
Como si no fuera suficiente, los mexicanos observan decepcionados los escándalos de corrupción que envuelven a la familia presidencial y a los integrantes de su primer círculo.
Al menos en Baja California la popularidad de Enrique Peña Nieto se encuentra por debajo de la banqueta, mas debajo en las zonas más pobres.
En la frontera norte del país, la reforma fiscal se tradujo en el aumento del impuesto al valor agregado lo del 11 al 16 por ciento.
Además el deslizamiento del peso frente al dólar, los aumentos extraordinarios al precio de las gasolinas y para colmo la restricción en la importación de vehículos usados procedentes de los Estados Unidos.
Un priísta bajacaliforniano reconoce que no le enorgullece su militancia. Este priista acepta que Peña Nieto es una gran decepción.
El tricolor no tiene argumentos para refutar las críticas vertidas en las redes sociales y hasta reconoce que durante este año el presidente decidió omitir el tema de las reformas estructurales.
¡Peña Nieto no quiere hablar de sus incumplimientos!
Este priísta reconoce que el pobre desempeño de Peña Nieto se reflejará en la pérdida de la presidencia de la República.
Si las elecciones fueran mañana no hay duda que el PRI perdería la silla presidencial.
¡Debido al cuestionable desempeño presidencial, la mayoría de los mexicanos le perdió el respeto!
Los mexicanos han aprovechado las redes sociales para ridiculizar la figura presidencial.
En la más reciente visita de Peña Nieto a Canadá los mexicanos observamos como el primer ministro canadiense y el presidente de los Estados Unidos se encargaron de ridiculizar a Peña.
Un cartonista capitalino dibujó una escena donde ambos van abrazados sin reparar a que Peña camina sonriente detrás de ellos.
¡Que desmadre estamos echando! –dice Peña a sus gigantescos acompañantes.
Otro retablo señala que muchos mexicanos dejaron de sentir interés por insultar al presidente Peña. Por el contrario “dan ganas de abrazarlo” por la ternura que inspira.
Un ácido periodista bajacaliforniano se pregunta ¿dónde está José Luis Hernández, delegado de la Secretaría de Gobernación?
Al inicio de esta administración el señor Hernández advirtió que buscaría meter a la cárcel a quien se atreviera a insultar Enrique Peña.
¿Dónde está Hernández?
Un mexicano residente de Los Ángeles California acusó a los conductores radiofónicos de criticar sin reparo a Peña Nieto.
El radio-escucha dice que la crítica debería alcanzar al gobernador panista de Baja California Francisco Vega de Lamadrid, aunque seguramente desconoce que se trata de dos distintos niveles de gobierno.
La decisión de incrementar impuestos, de aumentar el precio de las gasolinas, del gas doméstico y de la electricidad son decisiones del gobierno federal, Es decir, es del ámbito federal.
El secretario de Hacienda Luis Videgaray Caso, remedo de economista parece enemigo de Baja California.
Sus esporádicas visitas a Tijuana, se recuerdan por las visitas que realiza a las residencias de los hombres más ricos de la ciudad.
La consigna de acompañar a Videgaray es la promesa de evitar plantearle asuntos que le representen incomodidad.
Recientemente Videgaray declaró que desconocía “que a los bajacalifornianos les molestaba el incremento en los precios de las gasolinas”.
Al principio de la actual administración federal, los observadores ubicaban a Videgaray como el sucesor de Peña Nieto en la presidencia de la República.
Esa posibilidad está extinguida al igual que el secretario de educación Aurelio Nuño Mayer.
Aunque no lo digan, la mayoría de los priístas bajacalifornianos no niegan que Peña Nieto se encargó de enterrar a su partido.
Paralelamente los mexicanos vivimos desde hace décadas de la esperanza.
Generaciones completas no han vivido una época de bonanza.
Medio siglo de tolerar saqueos y –ahora– saqueos y mentiras.
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