Ironía / Changos

Cicuta

Jaime Flores Martínez

Ironía

Sorprendidos porque su jefe pretende despedir a medio centenar de empleados, integrantes de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de Tijuana están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias. Ellos no se explican como el actual presidente de la junta Arturo Méndez Preciado (promotor la impartición de justicia laboral equitativa) busque despedirlos sin respetar la ley

Aunque la intención de Méndez resulte profundamente irónica, la realidad es que el especialista en justicia laboral busca aplastar los derechos de los trabajadores que conforman una institución creada precisamente para defienderlos.

Trabajadores de esa Junta entregaron a Cicuta una carta donde relatan la abusiva postura de un funcionario que hace lo que le viene en gana, Llega a su oficina a las 11 de la mañana, se atranca en su oficina y se retira a las 2.

En lugar de facilitar la labor de su plantilla laboral, Méndez se encierra en su privado con integrantes de su despacho particular que –justa e irónicamente– de dedica a defender trabajadores.

Hace apenas unas semanas, Méndez designó a Marta López Parra como encargada del Área de Huelgas de la Secretaría General de la Junta Local. Aunque no ha recibido su nombramiento ya gira instrucciones y exige cuentas a todo el personal. Esto va en contra de la normatividad y atenta a la Ley del Servicio Civil. Marta López incurre en usurpación de funciones.

Marta realiza el trabajo de Mónica Garate Loaiza, a quien despidieron injustificadamente y además no fue liquidada conforme la ley.

También señalan que el licenciado Méndez ya pidió la renuncia al primer presidente de la Junta Especial Antonio Peña Marroquín y también a la secretaria general del área de contratos Marisela Zamorano Tovar.  Ambos ya están advertidos que no tendrán indemnización.

En total se calcula la remoción de unos 50 empleados de confianza que están en espera de ser notificados y luego despedidos para acoger a desempleados con simpatías panistas aunque sobre el funcionamiento de la Junta sepan un carajo.

Alguien debe decir que esos trabajadores tienen la opción de renunciar a su cargo, pues de otra manera simplemente serán despedidos ¡y no tendrán con quien quejarse!

En la anterior administración la Junta Local procedió a la erradicación de los malos manejos y avanzo en la  certidumbre jurídica de la sociedad. el anterior titular propuso posicionar a la Junta de Conciliación y Arbitraje de Tijuana como una de las mejores del país. Los empleados dicen que se logró el objetivo de dar cumplimiento a los términos de ley.

Se dicen orgullosos porque esta Junta logro varios premios a lo largo de los seis anteriores años, aunque destacan que con el arribo de Arturo Méndez Preciado a mediados de noviembre pasado, esta Junta se ha convertido en una romería debido a la incertidumbre que priva en la plantilla laboral.

Ellos no entienden como ellos mismos deben ahora ponerse en la lista de espera para ser atendidos por el licenciado Méndez. Los propios empleados esa dependencia requieren sacar cita para ser atendidos Vaya ironía.

Otra irregularidad plasmada en la carta ubica a Hermelinda Pérez, quien funge como asistente personal del licenciado Arturo Méndez preciado. Resulta que Hermelinda no tiene su nombramiento y asi se dedica a trastornarle la existencia a sus compañeros.

Aun al tratarse de una empleada sindicalizada, Hermelinda ejerce presiones sistemáticas sobre sus compañeros burócratas. Ella se pone en contra de los empleados a quienes fiscaliza su trabajo y los presiona para cumplir sus tareas. La prepotente Hermelinda es una secretaria mecanógrafa que cumple a la perfección su papel de custodia de la oficina del señor presidente.

En una frase que dibuja el malestar generalizado en esa Junta, los empleados califican como “lamentable que dentro de ese lugar exista un ambiente de incertidumbre y de inestabilidad”. Al tratarse de un tribunal que vela y protege los derechos de los trabajadores, donde se imparte justicia laboral, resulta irónico que sus funcionarios tengan que pasar por esto.

Changos

Gorilas uniformados que tripulaban 2 unidades de la Policía Estatal Preventiva (PEP) interceptaron el viernes a un joven que viajaba en su camioneta por una arteria vial de la colonia Libertad de Tijuana.

Al tiempo que escupían majaderías impublicables, los pepos sometieron al joven, le torcían el brazo derecho y le preguntaban donde trabajaba. Al saturarlo con su tormenta de preguntas, los pepos querían saber ¿donde escondía la droga? !Cual droga! preguntaba desconcertado.

El policía grandote, moreno y mayormente malhablado golpeaba sin pudor a un ciudadano de bien que vivio momentos terribles. Mientras que el grandulón de anteojos oscuros propinaba culatazos en la espalda, la mujer policía le decía a gritos que “los sinaloenses le caían de a madre”.

Cicuta se resiste a revelar las palabras textuales utilizadas por la uniformada, aunque la alusión fue directamente hacia su señora madre. Ante la mirada temerosa de los habitantes de la zona, los pepos comprobaron que el joven trabaja en Estados Unidos y vive en Tijuana.

Los abusivos pepos esculcaron su billetera y mostraron su generosidad al dejarle 80 de los 180 dólares que traía. Esa tarde un billete de 100 dólares cambio de dueño. Además de abusivos y majaderos, algunos policías estatales preventivos son rateros descarados e impunes.

Cicuta.com.mx  twitter: @jaimecicuta           Lunes, 24 de Marzo de 2014.


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