La línea en San Ysidro.

Travesía Urbana

Por JJ Flores

La línea en San Ysidro.

Crónica.

                Un viernes cualquiera. Tenemos cita en Chula Vista… la hora pactada 6:00 a.m. Hay que estar puntuales. 03:00 a.m. suena el despertador, detesto el sonido de la alarma, me taladra los oídos. Con la virtual cruda del desvelo y el peso de los años me incorporo… al mismo tiempo, hace lo mismo la familia. Un ducha fugaz para el despabilo y empiezan los apuros. –Andaleee, apurateee, se hace tardeee y finalmente… Váaaamonos!!!

                La oscuridad en la colonia,—como muchas de ellas en la ciudad  que carecen de alumbrado público,— nos envuelve mientras alcanzamos una vialidad principal y nos incorporamos a la vía rápida. Después de todo… ¡¡Que afortunados somos!!, Todos traemos nuestra  visa “ready lane”, la que supuestamente, nos dará un pase más rápido al vecino país.

                03:50 a.m. se observa a lo lejos una interminable línea de focos rojos. Nos situamos atrás del último automóvil de la fila por el carril central…  ¿Dónde estamos? Pregunta mi hija aun medio adormilada… Ya estamos formados hija… duerme un rato más. Sin decirlo dos veces se acurrucó.

                A lo lejos se puede ver el edificio del Hospital General de Tijuana, ¿cuantos carros por línea? Tal vez unos 400 calculé, armémonos de paciencia.  Avanzamos lentamente… de pronto tremendo susto me propina un indigente quien aparece junto a mi ventana y se ofrece a limpiar mi vehículo. Después de digerir el sobresalto accedo a que le dé un trapazo.

                Un paño prieto y grasiento aparece en su mano… al principio apruebo a continuar con su labor, pero al limpiar los vidrios y  el parabrisas me doy cuenta del terrible error… Definitivamente estaba mejor antes… ahora mi visibilidad es casi nula. ¡¡¡Asi déjalo compadre!!! Asi déjalooo!!—- terminé de tajo con su afán de sacar brillo al vidrio frontal… Ahora desciendo el cristal de la ventana  y cumplo con mi parte del trato, un billete de veinte pesos cambia de mano. Mientras se retira reparo el daño con el agua del depósito y los wipers.

                05:00 a.m. Poco más de una hora avanzando a vuelta de rueda y pegado a la defensa del auto de enfrente y de atrás… nadie debe meterse. Ahora se hacen dos filas. Empezamos a subir el puente al final de la vía rápida. Vendedores ambulantes ofrecen sus productos, mientras otros corren para llevar algunos pedidos.  Burritos, avena, tamales entre otros alimentos se ofrecen en venta a los automovilistas que, aprovechan el tiempo de espera,  para echarle  algo a la panza.

                Seguimos avanzando… de pronto una camioneta blanca vira intempestivamente  para incorporarse a la otra fila que se observa avanza con mayor celeridad… No alcanza a meterse en el espacio.  El conductor aludido, se da cuenta de la maniobra y acelera para no dejarlo entrar. Allí no hay educación vial. Ahora quien maneja la camioneta trata de meterse a como dé lugar, soportando los recuerdos maternales que le propician media docena de vehículos con sus claxon´s.

                Sigo pisando el clutch una y otra vez  dejando atrás el conflicto… veo el reloj, son las  05:35 am estoy a unos metros de llegar con el Migra. —Hija abróchate el cinturón—le indico volteando al asiento trasero, mientras mi esposa y yo hacemos lo mismo. Allá sí nos multan!!!

                Por fin llegamos frente a la caseta y alcanzo a  vislumbrar la cara del oficial que pedirá mis pasaportes… Uf!!! Que mala suerte parece un filipino, esos son re-desconfiados y déspotas. A ver si no me pasa a segunda revisión –pensé—, entonces sí  al demonio mi cita… ni la levantada temprano.

                ¿A dónde va? Me pregunta el hijo del sol naciente tratando de escrudiñar con sus rasgados ojos y viéndome de arriba abajo como si me escaneara… ¿que lleva?… ¿De quién es el carro?, después de contestar todas y cada una de las interrogantes, nos dio el pase.

                Gracias a Dios llegamos puntuales a la cita… solo unos minutos antes. Poco más de dos horas para cruzar… Definitivamente es de admirar la paciencia de quienes diariamente hacen línea… Para todos ellos mis respetos.

Comentarios:  [email protected]         Jueves, 15 de Mayo de 2014.


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