Lapa / Acido

Cicuta

 

Jaime Flores Martínez

Lapa

Semejante a un molusco gasterópodo conocido popularmente como «lapa», la regidora priísta Rosa Aurora Martínez Herrera se resiste a despegársele al alcalde de Tijuana Jorge Astiazarán Orci. Con tal de saciar su vanidad y satisfacer su delirio de grandeza, a la señora Rosa Aurora no le importa tolerar los malos modos y los desaires de quienes rodean a Astiazarán.

Integrantes de su equipo de trabajo, aseguran que el alcalde ya no haya como quitarse de encima a tan absorbente dama. Además de su costumbre de aparecerse donde no la llaman y meterse en lo que no le importa, esta mujer maneja un lenguaje tan vulgar que avergonzaría al más lépero de los carretoneros.

Un personaje que recién testificó una escena, relata que las palabrotas de la regidora Martínez consiguieron cohibir al secretario de Seguridad Pública Alejandro Lares Valladares, quien escuchó engarrotado las majaderías impronunciables en boca de la regidora.

En ese momento Rosa Aurora tronó contra los policías municipales al ubicarlos como «una bola de carbones» que no merecen un solo centavo de aumento al presupuesto.

Y no se trata de magnificar el burdo lenguaje de esa señora, sino subrayar que los funcionarios públicos deben conducirse con moderación y cuidarse para no tropezar con la misma piedra. En el primer tercio de la administración de Jorge Hank Rhon, Rosa Aurora Martínez despachó como directora del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Tijuana.

La entonces presidenta del DIF María Elvia Amaya de Hank sorprendió a Rosa Aurora en el momento que escupía insultos a empleados del DIF. María Elvia le aclaró que no debía utilizar tamaño lenguaje, mucho menos si despachaba como directora. Ese mismo día, la señora María Elvia destituyó a Martínez aunque lanzara lumbre por la boca.

Acostumbrada a meterse como si se tratara de humedad, la señora Martínez se convirtió en delegada interina  de la Zona Centro en la administración que recién concluyó el priísta Carlos Bustamante Anchondo.

En su calidad de encargada de despacho, la señora Martínez se movió conforme a su costumbre hasta conseguir la candidatura y después la regiduría en el actual gobierno. Desde el inicio de esta gestión la regidora Martínez se revuelve para cazar los movimientos que realiza el alcalde y ser la primera en treparse al vehículo que traslada al presidente municipal.

Algunos empleados afirman que la primera dama Elia Manjarréz se ha mostrado prudente porque le han sobrado motivos para mandarla al demonio. Aquellos que rodean al alcalde, aseguran que Rosa Aurora se apalabra con algunos fotógrafos para que le tomen gráficas siempre que se encuentra junto al alcalde.
Desde que trascendió la salida del delegado del Centro Daniel Romero Mejía, la regidora Martínez Herrera realiza maniobras para que el presidente municipal designe a uno de sus recomendados. Al  conocer las tripas de esa demarcación la regidora se siente con derechos para sugerir.

Quienes conocen el tema, estiman que la propuesta será un personaje identificado con el empresario Jorge Hank, quien cobijó a Rosa Aurora al ser despedida por su esposa. Esta mujer busca siempre ubicarse junto a encumbradas personalidades con la intención de vender su imagen muy pero muy cara. Sus vínculos con el poder son –para ella— su cotización mayor.

Acido

Muy irritada debió quedar la pancita del actual dirigente sindical del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana César Joaquín Gualajara, al conocer que un juez federal otorgó el amparo definitivo a la asistente médica Alma Rosa Dorantes Rodríguez.

El 5 de noviembre del año pasado el presidente la Comisión de Honor y Justicia del Sindicato Nacional del IMSS Ramón García Jiménez notificó la enfermera Alma Rosa Dorantes la suspensión de sus derechos sindicales por quebrantar el comportamiento que deben practicar los trabajadores. Alma Rosa cometió el pecado de inconformarse por los turbios manejos de los dineros de los trabajadores.

García Jiménez argumentó que la señora Dorantes violó la normatividad que regula a los trabajadores del seguro social. Por ello se determinó que quedaría impedida en su margen de maniobra, aunque sea una empleada sindicalizada.

 A finales de noviembre, el columnista se refirió a este asunto pues -junto con otros compañeros-, Alma Rosa denunció  los malos manejos de su dirigente sindical César Joaquín Gualajara. Todos ellos presentaron las pruebas contundentes ante su dirigencia nacional, aunque dolorosa fue su desilusión al comprobar que existe contubernio entre los líderes.

Dorantes no se quedó con los brazos cruzados y solicitó un amparo de la justicia Federal para que la Comisión de Honor y Justicia le reintegrara sus derechos sindicales. Al igual que muchos compañeros, esos trabajadores están en desacuerdo en que sus dirigentes se enriquezcan con el esfuerzo de los empleados.

Además de manejar el dinero a su antojo, el doctor Gualajara se coló en una regiduría del actual Ayuntamiento de Tijuana en calidad de suplente que el desaseado dirigente sindical de los burócratas  Martín Plascencia. En el ámbito de sus respectivas competencias, esta mancuerna  ha despojado a los trabajadores de muchísimo dinero.

Cicuta.com.mx   twitter:@cicutajaime

Miercoles 15 de Enero de 2014.


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