MALAS COMPAÑÍAS / DATOS DUROS

INTRIGAS

MALAS COMPAÑIAS 

El pasado viernes, en uno de los comederos de moda de una plaza comercial en la llamada “Recta de la Chapultepec”, se encontraban “departiendo”, cotorreando, “bisneando”… pero sobre todo burlándose de los ciudadanos, un par de especímenes de la nociva y folclórica clase política aldeana, que responden a los nombres de “el bucólico” Carlos Walterio Bustamiente Anchondo y Saúl David Guakil, el primero: suspirante a cualquier consulado que quisiera le ofrecieran, exalcalde y empedernido actuante en el latrocinio institucional cuando ocupo dicho cargo –pa’ pronto, el jefe de la banda-; el segundo: actual delegado de la secretaria de economía federal, ex secretario de desarrollo social municipal, ex candidote a presidente municipal de Tijuana –donde nunca tuvo la menor posibilidad de ganar-, y varios ex más, siempre y cuando se puedan efectuar bisnes de por medio… así como dueño de la “irregular” Torre Cosmopolitan.

Dicen quienes se percataron de la plática, que recordaban negocios en común a su paso por la municipalidad, sondeando algún otro a la sombra del actual, de Saúl. Se comentan que también se regodeaban del “miedo que le metieron en el cuerpo” al actuar alcalde Jorge Astiazarán Orcí, cuando en un principio tuvo la “ocurrencia” de mencionar algunas de las múltiples irregularidades de la anterior administración. Según se dice, solo tuvieron que mencionarle que una parte –aunque mínima, no porque fuera poco, sino por el descomunal “manoteo” a las arcas municipales, eso sin contar los negocios por fuera– de lo “desviado” fue para la campaña de quien hoy encabeza el ayuntamiento, lo cual podía traducirse en un grave delito electoral, para que inmediatamente reculara. Lo que ha causado que muchos ciudadanos crean que actuó reculeramente, independientemente de medrosa y miedosamente, y por cierto… falto de valor civil.

Se dice que otro de los temas a colación, fue el del pánico escénico de Astiazarán Orcí, para poner un alto a la irregular autorización del “bucólico” para que Guakil, se apropiara por meses de vía publica de una de las principales vialidades de la extremadamente conflictiva –vehicularmente– Zona Rio, para la construcción de su edificio denominado “Torre Cosmopolitan”, con todo y difunto por inadecuadas medidas de protección y construcción.

Pues ahora resulta que este político que le hace al empresario, decidió en el terreno contiguo, construir otro edificio, para lo cual se volvió a “apropiar de la vía pública, incluyendo banqueta y un carril de circulación del bulevar Sánchez Taboada, con el contubernio y bendición de la actual administración. Por decir lo menos… que desilusionante ha sido la “disque” administración del “dotorcito”.

Al calor de las copas –de licor, aunque mencionan que Buscamantes pedía unas B–, se prometieron “amor eterno”, y el compromiso del incondicional apoyo de Buscamientes a Saúl David, para que este busque la candidatura a una diputación federal de las que estarán en juego el próximo año, y esta a su vez –desde el congreso de la unión– lo ayude a buscar el tan ansiado consulado… claro, primero tendría que ganarle a los panistas en el distrito tijuanense en que supuestamente lo designarían.

Quienes escucharon la conversación, dicen que dentro de la lloradera del “bucólico”, uno de sus principales quejas, fue por los constantes señalamientos de corrupción tanto de su administración, como de su persona y familia, cuando lo único que hizo fue “cobrarse” el favor que le hizo a la ciudadanía, de “vestir” con su nombre y presencia, el pasado ayuntamiento, lo cual, como cualquier lujo, se cobra… y bien. Los tijuanenses somos unos desagradecidos –entre otras cosa– por no reconocérselo. De que lo perdimos… lo perdimos… y desde hace mucho tiempo.

También se estuvo quejando toda la tertulia, de la falta de respeto de su antecesor en el cargo, cuando este le dio la “bienvenida a la vida de ex alcalde”, en lo que la gente ha llamado un rasguño más entre “rata manca” y “rata blanca”… es decir, un pleito entre ratas.

Después que durante los tres años de su administración, Bustamiente ataco con –razón– todo, la administración del también impresentable Jorge Ramos Hernández, este –también con razón– se ha desquitado, al no bajarlo de llorón por sus constantes quejas, contra las cada vez más constantes críticas y señalamientos de irregularidades e ilegalidades cometidas por el “bucólico” y compinches que lo acompañaron.

Ramos, al mencionarle que siempre “ha sido moda pegarle al que se va”, también menciono que “ya está demasiado vejete, y que si no sabe lo que está bien y lo que está mal para su vida, ya no lo aprenderá”. Solo le faltó eso de que “lo ladrón no se le quitara”.

Lo curioso es cuando afirmo que: “no ha funcionado la municipalización del transporte”, cuando tanto su administración, como las anteriores y posteriores, han utilizado dicha área para generar carretadas de dinero para los funcionarios… empezando por los alcaldes. Verdad doctor Astiazarán? O le están picando los ojos Bernardo Pandilla y José Luis Hernández Silerio? Conste que son preguntas.

DATOS DUROS 

Mientras las secretarias de seguridad pública estatal y municipal adecuan… por no decir que falsean las estadísticas, los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), maneja mayores índices de violencia observados.

Entre las entidades más violentas del país, no podía dejar de estar Baja California, y entre las ciudades no podía faltar Tijuana… así digan –y mientan– otra cosa las autoridades locales.

Con decirle que hasta los transportistas tijuanenses se han quejado de que “malandros” les cobran el llamado “piso”, para dejarlos trabajar dentro de las rutas que tienen asignadas. Eso sin contar los múltiples casos de asalto de los que han sido víctimas, en los que en muchas ocasiones se han utilizado armas largas.

Estos empresarios, algunos de ellos con no muy buena fama por la forma “gansteril” en que se comportan, se han cansado de presentar denuncias al respecto ante los impresentables y nefastos funcionarios que responden a los nombres de Alejandro Lares Valladares, “el camillero” que cobra como titular de (in)seguridad pública municipal, Bernardo Pandilla número dos del municipio desde la secretaria general de gobierno, y su gato José Luis Hernández Silero, encargado de “vacunar” al transporte publico municipal.

Imagínese usted, si estos señores acostumbrados a tratar “mafiosamente”, se quejan, que podemos decir los simples ciudadanos. Eso sí, a ellos los reciben los funcionarios…aunque no le hagan mayor caso… al pueblo ni quien los pele.

Hay que mencionar, que no solo se quejaron de los atracos a las unidades mientras cubren las respectivas rutas, sino también han sido objeto también de robos y asaltos en sus oficinas administrativas y puntos donde se hacen las revisiones. A esto hay que sumarle, el robo tanto de unidades como de autopartes… lo cual es de lo más común. Sin que las autoridades hagan algo al respecto.

Lares Valladares, desconocedor por completo de lo que se tiene que hacer para evitar las referidas ilegalidades, y ante el desconcierto –por ineptitud manifiesta– de su “gatita de angora” Paty Sida, opto por su clásica salida: “ofreció volver a reunirse… para ver si alguien le podía “soplar” lo que se tiene que realizar”… digo “para definir los dispositivos que establecerán” –lo que sea que signifique eso… aparte de ignorancia… y estupidez–. Aunque se molesten los empleados que tienen para ser defendidos en los medios y redes sociales.

Los “abusadores” de ciudadanos desde la trinchera empresarial –para que vea usted que no solo las autoridades joden al pueblo–, exigieron que los nefastamente conocidos “moto ratones”… o si usted lo prefiere agente de tránsito, no infraccionen… y extorsionen a sus empleados –que solo lo hagan con los ciudadanos–, que no les pidan documentación, les permitan estacionarse donde les dé la gana, bajen y suban pasaje donde quieran, arreglen sus vehículos en vía pública, incluyendo acotamientos, se adueñen de todos los carriles de circulación, y una larga lista de etcéteras.

Lo que no dicen, es que todo lo anterior lo hacen cotidianamente. Es decir: un día si… y otro también. La realidad es que lo que no quieren dar, es las correspondientes “contribuciones” o diezmos” para las autoridades municipales, empezando por la policía y los de transporte y vialidad, ambos municipales.

Como se quejan los ciudadanos: “Gastamos mucho en seguridad, pero no vemos los resultados”.

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INTRIGAS. Escrito por Ricardo Madrigal.  Martes, 26 de Agosto de 2014.


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