Márgaro

Cicuta

Por Jaime Flores Martínez

Viernes, 15 de Julio de 2016.

Márgaro   

Socarrón ante quienes se atreven a tacharlo de delincuente, al señor Fidel Margarito Villanueva “las críticas” le importan un pito.

Y es que mientras que el gobierno le tolere sus transas, don Margarito dedicará su tiempo a exprimirle los bolsillos a los más necesitados.

Por si alguien lo ignora, desde hace más de una década Villanueva vende calcomanías para que los ciudadanos las coloquen en el parabrisas de su automóvil chueco.

A cambio de dinero en efectivo, este hombre promete que con el mentado «pegajo» la autoridad no decomisará el auto extranjero.

¡Y eso es mentira!

Últimamente Villanueva cambió las calcomanías por láminas similares a las matrículas que expide la autoridad estatal para los vehículos.

Las referidas láminas lucen las siglas de su nombre (FV), además de varios números. En su megalomanía se olvidó de colocarle la M de Margarito.

En la ilegalidad que representa el expedir láminas para la circulación de automóviles extranjeros, este señor ¡todavía tiene el descaro de promocionarse a través de la televisión!

Fanático a la utilización de las redes sociales, don Margarito Villanueva invita a la población a “seguirlo” a través de la televisión restringida.

En lo que se advierte como un desafío a la autoridad, no tiene empacho en convocar a reuniones multitudinarias para que los dueños de “autos chocolate” firmen su solicitud de regularización de su vehículo.

Dicha petición “será presentada ante el Congreso de la Unión para lograr juntos que la autoridad escuche a la clase más necesitada.

¡Al menos así la vende don Margarito!

El asunto choca de frente con la realidad de la importación de los vehículos extranjeros.

Desde hace varios meses los importadores viven un viacrucis para lograr que la autoridad aduanera atienda sus solicitudes.

Hace mas de tres semanas se importan apenas 40 vehículos al día por la Aduana de Tijuana.

El administrador Jorge Boy dice que muchos automóviles “no están en condiciones” para proceder a la importación.

Si estos son los criterios de la autoridad ¿cómo entonces Villanueva puede prometer regularizar chatarra?

¡La mayoría de los automóviles chuecos que pretende regularizar son modelos vetustos, cuyas condiciones mecánicas no son ni siquiera suficientes!

Es fácil suponer que las personas más humildes están esperanzados a que la autoridad regularice su “carcachita” y para ello entregan la Villanueva el equivalente a 120 dólares americanos.

Al contar con cerca de 50 mil afiliados en el estado de Baja California la organización de este hombre ha obtenido ganancias superiores a los 8 millones de pesos.

Durante el sexenio anterior, el entonces gobernador José Guadalupe Osuna Millán lo metió a la cárcel pero apenas salió continuó con el fraude.

En mayo pasado el columnista refirió un encuentro privado entre Villanueva y el entonces candidato a la alcaldía de Tijuana, el panista Juan Manuel Gastelum. Este último finalmente resultó triunfador.

Se supone que Villanueva le ofertó “el voto corporativo”, aunque en realidad negoció impunidad por otros tres años.

Hace poco más de un mes, el señor Gilberto Leyva Camacho, presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Tijuana (Canaco) hizo pública su indignación por la impune actividad de Villanueva.

Dijo que ese hombre tendría que estar en la cárcel y se preguntó que “le sabra el gobierno” que le tolera tan ilegal actividad.

Leyva Camacho llamó a los ciudadanos a no dejarse engañar por Villanueva, un personaje que se frota las manos ante la cercanía de los incautos y se muere de la risa ante los señalamientos de sus críticos.

Ah eso sí, Villanueva ignora que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ahora mismo está dedicada a tenderle la cama.

Sin tratar de alertarlo sobre las intenciones del SAT, antes de terminar el presente año esa máquina de hacer dinero estará corroída y convertida en chatarra.

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