Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Viernes, 03 de Febero de 2017.
Odio
Convencido de que sus críticos son un ejército de perversos que insisten en encontrarlo corrupto, el ingeniero Manuel Guevara Morales ya no halla como desinfectarse la cara.
¿No es sospechoso su interés por justificar la abrogada Ley del Agua?
Hace un par de semanas Cicuta refirió que Guevara acostumbra meter la mano en cualquier asunto que represente dinero.
Guevara se vende con un experto en la estructuración de negocios, sobre todo aquellos que tienen que ver con infraestructura.
El columnista reveló que Manuel Guevara metió su sucia mano en apoyo a Fausto Armenta, recién nombrado director del Sistema Integral de Transporte de Tijuana (SITT).
Durante la última década, el ingeniero Armenta ha sido considerado incondicional de Manuel Guevara.
El caso es que, durante los últimos días, el ingeniero Guevara ha visitado cualquier cantidad de medios de comunicación para intentar justificar detalles sobre la abrogada ley del agua.
Si bien el gobernador ha insistido en que dicha ley no intentaba privatizar el servicio de agua potable, también es cierto que en su contenido existen intenciones turbias.
Por si alguien dudaba la existencia de las huellas digitales de Guevara, sépase que la Ley del Agua la concibió junto con el Secretario General de gobierno Francisco Rueda Gómez.
¡Guevara fue el artífice de la polémica Ley del Agua!
Y aunque la información ha tenido un manejo más que discreto, la semana pasada trascendió que –en su carácter de titular de SIDUE– Guevara adjudicó a la empresa Ingeniería de Bombas y Controles S.A. de C.V., la elaboración del proyecto que apuntaló la Ley del Agua.
Según el Órgano de Fiscalización (ORFIS), la SIDUE no realizó la obligada licitación, sino que su titular Manuel Guevara decidió entregar la adjudicación directa.
¡Cómo no hacerlo si el pago eran 21 millones de pesos!
Guevara le llamó a su amigo Manuel Becerra (director de Ingeniería de Bombas y Controles, a quién le entregó de un plumazo la posibilidad de (ambos) ganarse esa suma millonaria.
¿Algún perverso pensaría que Guevara se llevó una parte de ese dinero?
Naaaaaa
Como si esto no fuera suficiente, a mediados de octubre pasado Manuel Guevara maniobró para que esa misma empresa obtuviera el contrato para la ampliación, rehabilitación, operación y mantenimiento de la Planta Potabilizadora la Nopalera, en Tecate Baja California.
El contrato establece el compromiso que tiene el gobierno de Baja California de pagarle a esa empresa la suma de 2 millones 469 mil pesos durante 15 años.
Ahí tampoco se hizo la licitación correspondiente, aunque se asegura que otra empresa intentó concursar, pero finalmente se arrepintió. ¡Que buena suerte tiene Becerra!
Durante los últimos días Manuel Guevara ha subrayado que los acuerdos firmados con empresas extranjeras que invertirán en plantas potabilizadoras, no significa necesariamente la privatización del agua.
La ley de Asociaciones Público Privadas (APP) entró en vigor el primer día del 2012, lo que permite que la iniciativa privada ponga e invierta en la realización de proyectos especialmente de infraestructura.
Después de un período de hasta 20 años, la autoridad se convierte en la única propietaria del bien.
Y aunque esas precisiones corresponderían a la Dirección de Comunicación Social, las torpezas cometidas por Guevara lo arrastran a intentar enderezar las torceduras.
Si su ambición le impidió atender la forma, entonces debe entenderse que este hombre haga lo necesario para intentar lavarse la cara.
Guevara odia a Cicuta.
Korenfeld
¿Recuerda usted el escándalo de David Korenfeld Federman en la dirección general de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA)?
Un vecino de Korenfeld divulgó imágenes de la utilización de un helicóptero de Conagua que utilizó para trasladar de vacaciones a su familia en Semana Santa.
Días de después el doctor Korenfeld se dijo avergonzado, renunció a su cargo, y para abatir su tristeza decidió establecer su residencia a Coronado Cays.
Versiones creíbles aseguran que –desde Coronado– el doctor Korenfeld mantiene –desde hace un año– el manejo de CONAGUA.
Al menos el delegado de la dependencia en Baja California José Alejandro Cervantes Beltrán, “acuerda” al menos una vez por semana con el señor Korenfeld en su residencia de Coronado.
¿Roberto Ramírez de la Parra actual director general de CONAGUA será un títere?
Naaaaa
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