Cicuta
Jaime Flores Martínez
Orate
Desquiciado por conseguir convertirse en candidato a diputado federal por el Sexto Distrito Electoral de Tijuana, el dirigente local del Sindicato de Burócratas Manuel Oceguera Villa se atreve a suponer que el priismo lo premiará al probar que tiene la lengua larga y demostrar su incumplimiento y su traición.
Alguien con severa atrofia mental supondría que la mediocridad y la traición son requisitos indispensables para convencer a sus dirigentes de lo benéfico que resultará hacerlo candidato. Al menos el señor Oceguera se dedica a cacarear su exitoso cabildeo con importantes representantes de priismo bajacaliforniano y nacional.
Como si la mayoría de sus agremiados se chuparan el dedo, don Manuel dice que fotocopió la identificación de prácticamente todos los integrantes del Sindicato de Burócratas para sustentar un respaldo inexistente.
Descaradamente utiliza dichas identificaciones como señuelo para proyectar un respaldo importantísimo con miras a la candidatura. Claro que los burócratas ni se imaginan que –al utilizar su identidad sin su consentimiento– don Manuel les ofrece trato de borregos.
Al tomar posesión como secretario general del Sindicato de Burócratas de Tijuana, el ex empleado de la Procuraduría de Justicia del Estado se ha dedicado a esquivar a periodistas que se atreven a denunciar sus intermitentes yerros.
Cicuta no olvida las incontables amenazas que Oceguera Villa lanzó contra su antecesor Martín Plascencia Ávila, a quien techó de corrupto y denunció por malversación de fondos pertenecientes al gremio burócrata.
Ya como dirigente de los burócratas, el señor Oceguera ordenó la realización de una auditoría a las finanzas del Sindicato con resultados previsibles. Martín Plascencia Ávila es responsable de un boquete financiero superior a los 8 millones de pesos.
El caso es que Plascencia es regidor priísta y por eso Manuel Oceguera dobló las manos y bajó la mirada. Aunque amenazó con encarcelarlo, hoy no se atreve a molestarlo ni con una leve crítica.
Hace unas dos semanas, Manuel Oceguera contrató los servicios de un añejo periodista que se encargará de lavar la conciencia y embarrar la mano de aquellos que critican su desempeño. Este hombre pretende que los críticos se conviertan en borregos lambiscones que lo promuevan al destacar su bondad y capacidades.
Como si los representantes de la prensa en Tijuana fueran un ejército de retrasados mentales, el dirigente burócrata pregona que destinó 450 mil pesos para el inicio de una campaña mediática que logre reivindicarlo ante la sociedad.
También asegura que el inteligente de los burócratas José Luis Parra Vázquez se ha dado a la tarea de marcarle los lineamientos necesarios para acceder a la diputación por el Sexto Distrito.
Además de pulirle su léxico arrabalero, también se han dado la tarea de inculcarle el hábito de la lectura pues no toleraría que alguien pudiera calificarlo de inculto. Al menos la semana pasada Oceguera ya leyó el libro El Principito.
En su ruta hacia su actual posición, Oceguera se definió como un personaje honrado, trabajador y cumplidor, aunque ahora los mismos burócratas cuestionan el desempeño. Muchos de ellos lamentan que Manuel es una copia al carbón de los anteriores.
Al realizar acuerdos en lo oscurito con Martín Plascencia, el señor Oceguera tropezó exactamente con la piedra que fustigó durante muchos años.
Rojo
Sin especular sobre las actividades que realiza el actual coordinador de delegaciones del Ayuntamiento de Tijuana, César González Rojo, la versión generalizada subraya que sirve para maldita la cosa. Eso sí, todos los días acude a la oficina del empresario Jorge Hank Rhon a limpiarle las botas.
Con el rostro encendido y la mirada perdida (quien sabe porqué), este joven despide un apestoso olor a cigarro, mientras que su teléfono celular brinca de una mano a otra. Algunos colaboradores afirman –en tono de broma– que González Rojo sólo sirve para apagar el cigarrillo y cargar su teléfono móvil.
Aunque su sueño era despachar como director de Inspección y Verificación del Ayuntamiento de Tijuana (para retacarse los bolsillos con descaro), este joven debió conformarse con la coordinación de delegaciones. Ahí, para su pesar, tendría que trabajar.
En otra entrega Cicuta ofrecerá nombres de personas que metió a trabajar al Ayuntamiento a cambio de entregarle parte de su salario. Don César no tiene empacho en quedarse con parte del dinero que generan algunos trabajadores por el simple hecho de haberles conseguido chamba. Que e-poca.
Radio
El periodista Fernando del Monte y el autor de Cicuta son mancuerna en Fórmula Tijuana, que se transmite de lunes a viernes a la una y media de la tarde por la frecuencia 950 de amplitud modulada, Radio Fórmula Tijuana.
Cicuta.com.mx twitter: @jaimecicuta Viernes, 14/Noviembre/2014.
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