INTRIGAS.
PILLO
Una de las tantas pillerías a las que tan cotidianamente cometen los muchachitos de Alejandro Amadeo González Guilbot, nefasto administrador de la aduana de Tijuana, están causando un escándalo internacional, el cual esta escalando a niveles de conflicto.
Lo cual por cierto empieza a causar escozor en los altos mandos de la Gran Tenochtitlán, también conocida como ciudad de México, según comentan el asunto ya esta en la poderosísima oficina de Bucareli, la cual tiene inserciones de mantener informado del “trance”, al inquilino de Los Pinos.
La historia por todos conocida, empieza cuando el veterano de la guerra de Afganistán, el norteamericano Andrew Tahmooressi, se traslada desde su lugar de residencia en el estado de Florida, hacia San Diego, California, para tratarse en un hospital militar, de problemas de estrés postraumático. Algo cada vez más común, entre los G.I. Joe del Imperio.
Como acostumbran en el vecino país del norte, subió a su vehiculo su equipaje, incluyendo colchonetas… y sus “imprescindibles” armas de fuego, lo que por aquellos rumbos no es ilegal.
Llegando al área de San diego, se dirigió hacia a San Ysidro, donde quedo de encontrarse con unos camaradas de armas, y según sus palabras, por desconocimiento de esos rumbos, así como la inadecuada señalización –la cual fue mejorada después del “incidente”-, se interno a territorio mexicano. Lo que fue su “perdición”, ya que aunque le toco el “semáforo fiscal en verde” y aviso a los agentes aduanales que se había equivocado de vialidad, por lo cual inadvertidamente se introdujo al país, además que llevaba consigo su “menaje” de casa, armas incluidas –dos largas, una corta y los respectivos cartuchos-.
Los agentes aduanales con la “cortesía” que los caracteriza, si usted piensa que similar a los del servicio de inmigración y control de aduanas (ICE) –la gestapo norteamericana-, tiene toda la razón, lo obligaron a firmar unos documentos en español, que finalmente lo llevarían a prisión.
La versión de la aduana, es que si bien es cierto que a Tahmooressi, le toco “semáforo fiscal en verde”, fue detenido por los agentes aduanales al no contar su vehiculo con placa delantera –si, como si fueran agentes de transito-, procediendo según ellos a detenerlo para una revisión “precautoria normal” –si, como policías municipales, estatales o federales-.
Procediendo a turnarlo ante la “autoridad competente”, previo “paso” por los soldados asignados a esa garita internacional. Exactamente lo mismo que sucede cuando “cae en sus manos” cualquier ciudadano mexicano o extranjero, que es descubierto al tratar de cruzar armas o efectivo.
Eso sin contar a la gran cantidad, que para darle un “barniz de legalidad”, dejan pasar por tocarles el semáforo fiscal en verde, y son detenidos unos metros después de los limites de la salida de las garitas internacionales, con el fin de someter al ciudadano, a su vehiculo y pertenencias, a una exhaustiva revisión, tanto de documentos, como de cualquier objeto que transporte, así sea los bienes de consumo o “mercado” que compro en el vecino estado del norte. Lo cual no solo es inmoral, sino también ilegal.
Eso si, como es del dominio público, el “verdadero” contrabando pasa por las aduanas, previo “agradecimiento” a las autoridades correspondientes. Y el señor González Guilbot, según consta en múltiples reseñas, tiene amplia experiencia en el tema de la corrupción. Lo cual le ha dado una riqueza, que muchos mal llaman inexplicable, cuando es todo, menos eso, ya que la explicación esta a la vista. Y va con el “goce” del cargo público.
Con el cinismo y prepotencia que lo caracterizan, Alejandro Amadeo, administrador de la aduana dijo en entrevista a un medio de comunicación –esta escrita y grabada-, que “ellos tiene la facultad de realizar una segunda inspección aunque le toque verde al usuario”, seria interesante que este “pillo”, metido a funcionario, motive y fundamente su dicho –lo que nunca hace-. Ya que conocedores del tema afirman que lo que hace este funcionario y sus “muchachitos”, no solo es irregular, sino que también es ilegal. Comentando que si o tuviera la “protección” de tan poderosos senadores, desde hace mucho que no solo lo hubieran destituido, sino que ya tendría rato… “entanbado”.
Regresando al caso de Andrew, ha pasado poco más de un mes recluido en una cárcel de Tijuana, hasta hace unos días que se le trasladado a la prisión de mediana seguridad del “Hongo”, en el vecino municipio de Tecate. Desde su llegada al penal mostró problemas sicológicos, por lo cual paso un buen tiempo atado a una cama, dentro del recinto penitenciario. O como dice Héctor Grijalva Tapia, subsecretario del Sistema Penitenciario, se le sometió a una “sujeción gentil” para evitar que se hiciera daño. Ya ve como les encantan los eufemismos, a los empleados de Daniel de la Osa… digo de la Rosa. Cuya especialidad de la dependencia a su cargo, según entes nacionales de Derechos Humanos, es la tortura.
Por cierto, con todo y los “modernos” métodos de reclusión de la secretaria de seguridad pública estatal, el preso intentó escaparse brincando cercos, y según dicen, incluso un techo de cinco metros de altura. Antes de eso, intento suicidarse cortándose el cuello con un foco. Algunos comentan que lo han tenido amarrado como a un “perro”.
La versión del soldado norteamericano, es que buscando el domicilio de sus camaradas, y no conocer la zona, se perdió, y cuando “se percató de que se dirigía a México, ya no pudo detenerse, menos regresar, así que apenas cruzó, declaró a la aduana mexicana lo que traía. También comenta que los aduanales se percataron de que era un error, “pero luego más personas se involucraron, se hablaron por radio, llegaron militares, prometieron regresarlo a Estados Unidos, pero primero tenia que firmar unos papeles que no entendía, por lo que una oficial supuestamente se los tradujo”, pero anotaron que traía tres armas, las cuales según la autoridad eran de contrabando, que estaba tratando de traficarlas, lo cual según el indiciado, y las apariencias, no es cierto. Obligándolo a firmar cuanto papel le pusieron enfrente.
Por todo lo anterior, ha iniciado un movimiento de recaudación de firmas para pedir al gobierno de Barack Obama que pida u ordene –como usted prefiera verlo- que liberen al soldado norteamericano.
En dicho movimiento participan activamente congresistas, aunque como normalmente sucede, los más agresivos son los republicanos, alguno de los cuales, más en serio que en broma, ladro o amenazo, con organizar un grupo de marines, con el fin de venir a rescatarlo. Ya aprovecharon el viaje a San Diego, con fines de recaudación para campañas políticas, de Obama, para exigirle su pronta intervención.
Corre fuerte la especie, de que diversas autoridades norteamericanas, a petición de sus congresistas, están iniciando investigaciones sobre el pernicioso administrador de la aduana tijuanense, Alejandro Amadeo, con el fin de “desquitarse” o pasarle “la factura”. Y que empezaron a checar y documentar la cantidad de inmuebles, cuentas bancarias, vehículos y bienes, que este nefasto funcionario tiene en ese país. Los cuales están muy por encima del salario que percibe.
Se comenta, que en un momento dado, procederán contra el susodicho, por una buena cantidad de delitos, entre los que mencionan evasión y delitos fiscales, extorsión, lavado de dinero, inversiones con producto de situaciones ilícitas, el cual puede provenir de la corrupción, de lo cual tiene amplios antecedentes, tanto en México, como en los Estados Unidos. Algunos también lo llaman enriquecimiento inexplicable, aunque eso no es cierto… siempre hay explicación… y se llama corrupción.
Preocupados también, se encuentran sus “socios” y “padrinos políticos”, el aun(?) delegado regional del PRI, senador Héctor Yunes Landa –quien sueña ser gobernador de Veracruz-, y su patrón el más poderoso de los senadores, Emilio Gamboa Patrón, los cuales parece que ya le comunicaron que se “cayo” la dirección general de aduanas que tenia prometida. Y es que con el “lío” internacional en puerta, el presidente no permitiría que un personaje tan nefasto arribara a un cargo con tanta importancia. Así que “lastima margarita”. El repudio general se lo ha ganado a pulso.
El Abogado particular que representa a Andrew Tahmooressi, el cual dicen esta avalado por el consulado norteamericano en Tijuana, se encuentra confiado en que este saldrá libre.
Lo anterior se debe a que, independientemente del posible delito de introducir –a propósito, o sin querer- armas al país, los agentes aduanales –como acostumbran- se cansaron de cometer irregularidades e ilegalidades en su detención y consignación, las cuales esta haciendo valer en tiempo y forma, ante el juzgado de distrito correspondiente.
Entre otros muchos, se anotan los de: detener un vehiculo al que le toco el verde en el separo fiscal, y por lo tanto debía de pasar sin ser detenido y revisado; el de hacerle firmar una “supuesta” declaración en español, sin la asistencia de un traductor acreditado; el ponerlo en primera instancia a disposición de los soldados, en vez de la Procuraduría General de la Republica; Y una muy larga lista de etcéteras.
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INTRIGAS: Escrito por Ricardo Madrigal. Martes, 13 de Mayo de 2014.
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