Agio

Cicuta

Jame Flores Martínez

Agio

Poseedor de una habilidad nata para manipular a placer a los representantes camarales sin descuidar el hecho de retacarse los bolsillos, el actual consejero de la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio (Concanaco) Mario Escobedo Carignan también está obsesionado en obtener su dosis de poder político: don Mario quiere ser alcalde de Tijuana, o diputado federal, o simplemente lo que sea.

Y es que su ambición es tan desmedida que don Mario Escobedo parece no darse cuenta que al abrirse camino para la obtención del poder político, también ocasiona un grave daño al natural crecimiento de la región.

Un ejemplo es la inminente renovación en la presidencia de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) Tijuana donde despacha por accidente el señor Gilberto Leyva Camacho.

Leyva llegó circunstancialmente al cargo que ocupaba Karim Chalita, quien el año pasado aceptó convertirse en delegado de la Zona Centro de Tijuana a invitación del alcalde Jorge Astiazarán.

Comerciantes organizados saben perfectamente que Mario Escobedo maneja a placer la Canaco Tijuana, hasta el punto de maniobrar para que Gilberto Leyva repita en la presidencia. La renovación de la presidencia esta contemplada para el próximo mes, aunque los aspirantes podrían residir en el reino de Liliput por aquello de los chiquitos.

Y es que Escobedo no encuentra un personaje que tenga la estatura y resulte manipulable entre los actuales consejeros de la Canaco.

Alguien muy visionario planteó en los estatutos que los aspirantes a presidir la Canaco deben cumplir con un periodo de 2 años como consejeros. En otras palabras, debieron mantener tibia la silla sin importar su capacidad, fortaleza y prestigio.

Don Mario quiere evitar que –como debiera ser– un comerciante con trayectoria, reconocimiento y altura llegue a la presidencia de Canaco porque se rebelaría, no sería su títere.

Caso similar es el actual presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) Juan Manuel Hernández Niebla, un protagónico personaje cuyo corazón late por las siglas del Partido Acción Nacional (PAN).

Dedicado a llamar la atención de la sociedad y jalar los reflectores mediáticos, Hernández Niebla se aprovecha de temas coyunturales que le permiten proyectarse en la primera plana de los periódicos.

Un ejemplo es aquel absurdo intento de lograr que la autoridad federal diera marcha atrás en la reforma fiscal que ordenó el aumento del 11 al 16 por ciento del IVA en la frontera mexicana.

Don Juan Manuel sació su ego al cacarear su decisión de promover un amparo colectivo que revertiría esa medida. Ya pasó más de un año de presentada la solicitud de amparo y Hernández Niebla paladea su propia lengua.

El asunto es que Mario Escobedo es el titiritero de Hernández Niebla, quien en su papel de esquirol obedece ciegamente sus instrucciones. Basta decir que Escobedo ya decidió quien será relevo en el CCE.

Al salir Hernández Niebla, su espacio será ocupado por Humberto Jaramillo, a quien se le considera un empresario leal. ¿Leal a Escobedo?

Sépase que la intención inmediata de Mario Escobedo es obtener la presidencia de la Concanaco sin importar que le pregunten cómo representaría a los comerciantes del país sin ser comerciante.

Obvio que la intención de don Mario es jalar reflectores pues supone que tener ese nivel le permitirá proyectarse en Baja California hasta lograr su sueño de gobernar –parte o totalmente– este territorio.

Quien observa sus movimientos se pregunta –una y otra vez– porqué Escobedo aspira a representar a los comerciantes sin ser comerciante. Este hombre ya despachó como presidente de Canaco Tijuana sin tener algún comercio. ¿Será que a los prestamistas debe considerárseles comerciantes?

Se sabe que recientemente fue detenido un «agiotista» que se encargaba de «mover» el dinero de Escobedo. Se trata de un individuo de apellido Márquez, quien cometió algunos abusos contra los deudores.

Una versión creíble afirma que Escobedo se vuelve loco por encontrar a una persona con habilidades necesarias para incrementar su fortuna a través de préstamos que resultan impagables por los altísimos intereses que cobra. Este hombre gana dinero, manipula a quien se deja, se divierte y aspira a gobernar. Dios nos libre.

Radio

El periodista Fernando del Monte y el autor de Cicuta son mancuerna en Fórmula Tijuana, que se transmite de lunes a viernes a la una y media de la tarde por la frecuencia 950 de amplitud modulada, Radio Fórmula Tijuana.

Cicuta.com.mx twitter: @jaimecicuta     Viernes, 30/Enero/2015.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *