Radamés / Otra / Participación

Cicuta

Por Jaime Flores Martínez

Miércoles, 09 de Marzo de 2016.

Radamés

Cobijada por la estructura sindical del IMSS, a la doctora Alma Delia Martínez no le importa expresarse con un lenguaje tan florido que avergonzaría a los protagonistas de Guerra de Chistes.

Aún tratándose de pacientes que acuden a la sala de urgencias de la Clínica 33 del IMSS en Tijuana, esta profesionista se expresa sin propiedad. A la doctora “le vale verdura”.

Un ciudadano que acudió el domingo 7 de febrero a la Sala de Urgencias, recibió una descarga de majaderías de la boca de esta doctora.

Ataviada con su bata blanca que contrasta con su léxico carretonero, la señora Martínez no soportó el reclamo de un desesperado padre de familia.

Este hombre llegó a la mentada clínica para que atendieran a su hijito de urgencia.

Lejos de recibir el servicio con cierta premura, el hombre se desesperó al observar que la encargada de atender a los pacientes dedicaba su tiempo a parlotear por el celular.

Su reclamo provocó que doña furibunda lo empapara de peladeces.

El hombre reconoce que le reviró con las mismas groserías, aunque se sorprendió al observar que la doctora lo alcanzó hasta la calle para concluir sus leperadas.

Aunque el incidente ocurrió hace más de un mes, hasta el momento este ciudadano no ha recibido una señal por parte de los directivos del seguro social.

Y es que un día después del majadero enfrentamiento, este señor acudió a esa misma clínica a presentar su queja.

Ahí habló con una tal Hortensia Michelle, quien cobra en ese lugar como encargada de Atención y Orientación al Derechohabiente (TAOD).

La señora Michelle recibió la queja, para luego prometer que la canalizaría a los encargados de la institución.

Éstos tomarían las medidas correctivas correspondientes.

Como ya pasó un mes y el ciudadano no ha tenido contestación a su queja, supone que la señora Michelle no canalizó su queja a la delegación del IMSS.

Le dicen que Hortensia Michelle es “amiguísima” de la doctora Alma Delia Martínez, al igual que la mayoría de los empleados de esa clínica.

Sobre este mismo asunto, el columnista sugirió el primer miércoles de mes, que la delegación de este instituto debía echar mano de la rotación de las llamadas TAOD.

Tiempo atrás, las encargadas de atención y quejas al derechohabiente eran rotadas cada  seis meses para evitar compromisos y compadrazgos con los señalados.

En el caso de la señora Michelle, esta mujer casi cumple seis años en la clínica 33.

Si todos los que allí laboran son sus amigos ¿cómo diantres los acusaría?

Aún a sabiendas que la doctora Martínez tronó en contra del columnista al conocer el contenido de la crítica, Cicuta aclara que no se asusta del lenguaje carretonero de la doctora Martínez.

La justificada molestia es de los ciudadanos que acuden con la esperanza de recibir atención médica, pero se encuentran con una señora que –por lo visto– está peleada con la vida.

Si la doctora Martínez supone que el sindicato del seguro social es un escudo indestructible que le garantiza la continuidad de sus tropelías, bueno sería que reflexionara sobre lo importante de su profesión.

Como otros tantos médicos, esta mujer subsiste gracias a un salario generado por el esfuerzo de los derecho-habientes.

Si a eso se dedica, entonces debe ofrecer un trato digno. No se trata de ser un caramelo, pero tampoco debe tundirlos a majaderías.

Por cierto que al conocer el contenido de Cicuta donde se le tachó de furibunda, la profesionista echo mano de su acostumbrado lenguaje para expresar que el columnista «le quitaba la cáscara».

Cierto, si usted desconoce el lenguaje carretonero, difícilmente traducirá esa frase.

Otra

La semana pasada se registró otro “mega-descuido-tragedia” aunque este fue en la clínica 18 del IMSS. Un ancianito murió mientras esperaba que lo atendieran.

Cicuta conoció que tres empleados de esa clínica (entre ellos un médico) fueron cesados por el delegado Iván Francisco Beltrones.

Participación

Con tantísimas opciones que tendrán los ciudadanos en la elección de junio próximo, la expectativa es la existencia de una importante participación en las urnas.

Al tener muchísimas opciones, los votantes podrían acudir a las urnas, lo que es una esperanza de abatir el abstencionismo.

Cierto que los mexicanos reflejan su apatía al no ir a votar, aunque ahora los candidatos ciudadanos abanderan la esperanza.

Esto –habrá que señalarlo— sobresalta a los integrantes de los partidos políticos.

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