Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Miercoles, 05 de Abril de 2017.
Ubre
Acostumbrado a mamar de la ubre gubernamental «porque no sabe de otra», el actual alcalde de Tijuana, el panista Juan Manuel Gastelum Buenrostro se frota las manos para estar becado para el resto de sus días.
Al final de su gobierno, ¡el gobernador Francisco Vega de Lamadrid le dará una notaría pública!
Animado por unos alipuses entre pecho y espalda, el propio Gastelum presume que su amigo Kiko le otorgará una notaría, lo que significa que podrá rascarse el ombligo el resto de su vida.
Para conocimiento de Gastelum, no fue en la parranda de la noche del 16 de marzo (en un departamento del complejo New City) donde soltó la lengua. (Ese Departamento pertenece a la diputada local panista Alfa Peñalosa.)
Fue en otra ocasión, frente una decena de testigos, el momento en que a gritos presumió que Kiko Vega le entregaría una mina de oro que significa una notaría.
Uno de los testigos precisa que Gastelum Buenrostro, conocido como el patas, recordó que al iniciar la XIX Legislatura, él mismo presentó la iniciativa para modificar la Ley General de Notarías de Baja California.
En su propuesta Gastelum planteaba la necesidad de modificar los esquemas que en ese momento autorizaban a un cuerpo colegiado de notarios la creación de nuevas notarías.
Gastelum proponía que, nuevamente, el ejecutivo estatal entregara las notarías a aquellos abogados que decidiera.
Eso explicaría porque Gastelum Buenrostro decidió convertirse en licenciado en derecho, egresado de la Universidad Autónoma de Baja California.
Algunos abogados consultados por Cicuta, reconocen que el señor Gastelum se esforzó para obtener un título universitario con el único objetivo de pegarse a la chiche del gobierno.
¡Este personaje nunca ha litigado!
Algunos de sus compañeros de dicha legislatura, recuerdan que desde entonces el señor Gastelum cacareaba que su objetivo en la vida, era convertirse en notario público.
Eran mediados del 2007 y en esas remembranzas, el patas siempre tuvo la certeza de que su amigo Francisco Vega de Lamadrid algún día llegaría a ser gobernador.
Debido a que sus compañeros panistas pertenecían a distintas corrientes blanquiazules, su ansiada iniciativa fue enviada a comisiones donde acabó congelada.
Algunos personajes que fueron sus compañeros en esa legislatura, consideran que los integrantes de la comisión encargada de ventilar el caso, terminaron fastidiados con la insistencia enfermiza del Patas.
Del 2007 al 2010, la iniciativa de Gastelum se convirtió en una obsesión, hasta que finalmente fue aprobada en la siguiente legislatura.
Su confianza resultó coronada con el ascenso de Kiko Vega a la gubernatura a finales del 2013 y desde entonces ansía convertirse en notario público.
¡Apenas lleva unos meses como alcalde de Tijuana y ya quiere tirar la toalla!
¡Que fastidio trabajar!
¡Y es que Gastelum se graduó para echar la hueva!
La mañana del jueves 30, el regidor independiente Roberto Quijano Sosa aseguró que a cuatro meses de iniciada la gestión, la ciudad estaba en peores condiciones.
Temas como la seguridad pública y la recolección de basura son letra muerta.
En ese momento Quijano dijo que mientras los ciudadanos exigen servicios básicos, el gobierno actual está dedicado a señalar lo que no hizo el anterior gobierno.
Llama a la atención que hace algunas semanas, el presidente Gastelum se ufanó de entregar una muestra de orina al realizarse el examen antidoping.
Gastelum está orgulloso de no consumir sustancias prohibidas, aunque más orgulloso debe estar de mantenerse por décadas pegado al presupuesto.
¡Acabará becado con una notaría!
Bueno, el ya hizo su parte, se quemó las pestañas para vivir pegado a la ubre y presentó una iniciativa que le representará una tranquilidad económica para el resto de sus días. Ahora, a su amigo Kiko solo le falta firmarle su beca.
Bacheo?
Ah por cierto, el viernes pasado el señor alcalde se presentó en la glorieta del Fraccionamiento Pórticos del Lago. Anunció el arranque de las obras de bacheo en dicha comunidad, mientras cuadrillas de varias delegaciones tapaban los cráteres que hacían intransitables las vialidades cercanas.
Un día antes, se observó personal de obras públicas pintando guarniciones y bardas en el lugar donde se llevaría a cabo el evento, al término de su discurso y del cúmulo de promesas, se retiraron las cuadrillas dejando inconclusa la anunciada obra. Solo parcharon algunos hoyos y dejaron muchos sin tocar.
¡Eso es burlarse del ciudadano, que mal!
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