Zopilotes / Ana

Cicuta

Jaime Flores Martínez

Zopilotes

Decidido a impedir que estallara la neurosis en su distinguidísimo visitante, el delegado del Centro Daniel Romero Mejía salió de su cueva a espantar los zopilotes. Sin embargo, el señor Romero nunca esperaba que en su atropellada acción se iba a tropezar con la guillotina.

Resulta que el domingo pasado, el embajador plenipotenciario de México en Argentina Fernando Castro Trenti decidió visitar al delegado del Centro Daniel Romero en sus mismísimas oficinas. El excesivo aparato de seguridad que lo rodeaba provocó psicosis entre los parroquianos que observaron la llegada del escandaloso convoy.

Media decena de camionetas blindadas que transportaban a dos decenas de policías armados hasta los dientes, generó alarma entre los automovilistas que circulaban por los alrededores del inmueble. Algún metiche que alcanzó a ver a Castro en el terruño de Romero, pudo suponer que acordaban detalles del viaje de Romero a la Patagonia.

Es del conocimiento público que el improvisado diplomático Fernando Castro Trenti  incorporará al malhumorado Romero Mejía en labores propias de la embajada.

Al trascender que la delegación Centro estaba prácticamente “sitiada”, el señor Benjamín Herrera se apersonó en el sitio para saber qué pasaba. Herrera se desempeña como secretario técnico, aunque los policías que custodiaban al endemoniado embajador ni siquiera lo dejaron pasar.

Un  policía con mediano sentido común, observó a Herrera tan enojado que se atrevió a interrumpir la charla entre Castro Trenti y Daniel Romero. El guardia explicó que un empleado pretendía ingresar al edificio pero que la instrucción era impedir el acceso al sitio.

La versión es que Daniel Romero salió furioso para informarle a Herrera “que se retirara” pues se trataba de una “reunión privada”. ¿Una reunión privada, en pleno domingo, en una instalación pública?

Se supone que Herrera se encargó de notificar a funcionarios de primer nivel del gobierno municipal, quienes –en cuestión de minutos— debieron tomar la decisión de remover a Daniel Romero de su cargo. En las primeras horas del lunes el señor Romero fue destituido y en su lugar fue nombrado (como encargado de despacho) el saliente presidente de la Canaco Karim Chalita Rodríguez.

Y aunque Daniel Romero Mejía tenía sus maletas listas para viajar Argentina, la realidad es que su intención era renunciar hasta mediados de abril para cobrar la primer quincena del mes. Personas cercanas a Romero reconocen que estaba inconforme con el puesto que calificaba de “poca cosa”.

El lunes se aludió al también delegado Pablo Gerardo, quien debió sonreír ante el despido fulminante de Romero. Estos dos funcionarios no podían verse ni en caricatura, aunque simpatizantes de Romero dicen que “no debe reírse” porque será el siguiente destituido.

Ana

Mucho polvo se levantó al publicarse detalles sobre el despido del profesor Daniel Solorio de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). Este catedrático fue destituido en marzo del 2012 bajo el absurdo argumento de inasistencias.

Aquí se rebeló que el ex rector Alfredo Buenrostro Ceballos habría “grillado” a Solorio ante el ex secretario de Economía Alejandro Mungaray Lagarda, quien maneja a su antojo la máxima casa de estudios. Se refirieron las incontables maniobras que utiliza Mungaray para tener el control de la universidad.

Un edificio que utilizan sus incondicionales de manera gratuita generó indignación,  aunque más molestia provocó que – el señor Mugaray determinó pagar un salario vitalicio a todos los ex rectores, es decir, reciben alrededor de 45 mil pesos mensuales.

Un acérrimo crítico de Mungaray envío a Cicuta algunas líneas para recordar que a finales del 2006 el entonces rector Mungaray otorgó ilegalmente el diploma de “Doctora en Economía” a su hija Ana Bárbara Lagarda Moctezuma, aunque precisa que nunca cursó el doctorado en esta universidad.

Refiere el apoyo del entonces director de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales José David Ledezma Torres, quien resultó premiado por ser tapete de Mungaray. Su servilismo lo llevó a colocarse en la vicerrectoría de la máxima casa de estudios en Tijuana.

Otro enterado del tema destaca el papel del ex gobernador de Baja California José Guadalupe Osuna Millán en la protección a su amiguísimo Mungaray Lagarda. Integrantes de la anterior legislatura estatal (incluidos los diputados panistas) enviaron un exhorto para solicitarle su intervención para evitar que Mungaray metiera las manos del proceso de selección del rector universitario.

Las maniobras que realiza este personaje para mantener el control de la UABC, son del conocimiento público. La relación de amistad entre Osuna y Mungaray fue más fuerte que la invitación de los legisladores. A Osuna Millán le entró por le oreja derecha y le salió por la oreja zurda.

Cicuta.com.mx   twitter:@jaimecicuta                 Viernes, 04 de Abril de 2014.


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