Baquetón

Cicuta
Por Jaime Flores Martínez.
Miércoles, 17 de Febrero de 2016.
Baquetón
Impulsado por sus zalameros, motivado por sus padrinazgos, el joven Marco Antonio Irizar Lizárraga ya definió a su cuerpo de asesores para que le «apoyen» en su labor como diputado.
¡Hágame favor!
¡Ni siquiera es candidato!
Tan mareado anda que durante las últimas dos semanas dejó la polilla para repartir promesas a doñitas que abraza en cinturones de miseria en el VIII Distrito de Tijuana.
Alguien le dijo que al gozar de la simpatía de la familia Beltrones, no tendría problemas para conseguir la candidatura y luego la diputación.
Quienes laboran en la delegación Playas de Tijuana reconocen que Irizar estaba en la nómina aunque nunca iba.
Ahora que quiere ser candidato debe abrazar, sonreír y prometer beneficios a las doñitas.
El fin de semana subió a su Facebook fotografías de una reunión que sostuvo con un grupo de señoras humildes.
Si su relación con esas doñitas data de hace años ¿por qué hasta hoy las presume?
Una de esas señoras confió a Cicuta que hace media década el joven Irizar ofrecía servicios para meter contrabando a México.
Arrendatarios del Swap Meet de Tijuana podrían ingresar mercancía previó acuerdo económico.
Esos comerciantes conocieron (por él mismo) que en la Aduana local trabajaba Abel Martínez Lizárraga, medio hermano de Marco Antonio Irizar.
Al despachar como jefe de Control y Vigilancia de la Aduana de Tijuana no había problema para concretar la transa.
Un comerciante asegura que esto sucedió durante la gestión del tristemente célebre administrador Alejandro González Guilbot.
Aquellos que conocieron que Abel Martínez trabajaba en la Aduana local, se aterraron al recordar que, un par de años antes, este mismo sujeto encabezó los operativos de decomiso de mercancía en la mayoría de los Swap Meet.
Martínez llegaba con Alejandro Hernández Vargas (alias el Herman), para exigir a los comerciantes la entrega de 100 dólares semanales a cambio de dejarlos trabajar en paz.
Incluso les ofreció venderles la mercancía decomisada en la Aduana.
¡Mira que pillo!
Sin saber que sus interlocutores tuvieron una amarga experiencia con su medio hermano, Irizar les refirió que su hermano Abel despachaba como el titular de Control y Vigilancia.
¡Podían hacer talco!
El mismo comerciante recuerda que, por aquellos tiempos, el joven Irizar se identificaba como estudiante, aunque al mismo tiempo despachada como encargado de algún departamento en la oficina de Desarrollo Social Municipal.
Nunca entregó tarjetas de presentación, aunque si propuestas de negocio subterráneo.
Debido a que los tiempos actuales le regalan una sonrisa, Marco Antonio Irizar debió abandonar su habitual flojera y recorrer intransitables rincones del VIII distrito electoral.
La semana pasada el columnista Gilberto Lavenant publicó que la viuda de Alcide Roberto Beltrones ofreció un desayuno en honor de Marco Antonio.
Públicamente le agradeció sus atenciones y dedicación hacia su finado esposo, quien hasta antes de su muerte despachó como delegado del IMSS.
Como la mayoría de los ciudadanos residentes de ese distrito, Cicuta precisa que conoció al joven Irizar hasta el momento que comenzó a promoverse en las redes sociales.
Algún modesto periodista comenzó a echar mano de su página personal para divulgar la foto de Irizar y ubicarlo como “el bueno” para el octavo distrito.
Sin contar a su hermano Abel y a su grupo de amigos, la mayoría de la gente ni siquiera sabía de su existencia.
Hasta el momento los priístas han mantenido la boca cerrada, pues ignoran qué tanta ascendencia puede tener con la familia Beltrones.
En un intento por equilibrar el presente texto, el columnista podría subrayar que quizá este joven tenga sanas intenciones.
Sin embargo, después de lo relatado, lo único que se tendría es un candidato dedicado a sacar dinero de donde se pueda.
En la jerga diaria se les llama baquetones.

Cicuta.com.mx twitter: @cicutabc jornadabc.mx


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