TERTULIA POLÍTICA
Por Pedro Martínez Serrano
in su permiso, como regularmente reproduzco entregas de periodistas y/o editorialistas tijuanenses, en esta ocasión comparto la columna de esta semana en Zeta, de Jesús Alejandro Ruiz Uribe, Rector del Centro Universitario de Tijuana en Sonora.
Me parece que el texto, es un reconocimiento a la amistad, una prueba de lealtad al amigo y una muestra de respeto a la pluralidad, cualidades que estoy seguro que son una herencia de familia, una herencia paterna, porque así es, así se conduce mi amigo, mi querido profesor Jesús Ruiz Barraza.
Sin más, la columna semanal de Jesús Ruiz Uribe:
ZETA / OPINIONEZ
El Águila Roja
Si gana, tendrá el reto, y a mi juicio, la obligación
de pintar raya con el dueño del hipódromo, cuyos intereses
en la ciudad han sido tramposamente protegidos
por el actual alcalde, so pena de convertirse en un poni
de las caballerizas de caliente, cuestión que lamentaríamos
y denunciaríamos muchos
Jesús Ruiz Uribe *
De todos los candidatos a presidente municipal de Tijuana es al que mejor conozco, pues es mi amigo, condición que no suelo reconocer en muchas personas y que me tomo bastante en serio. Lo conocí en la preparatoria Lázaro Cárdenas, junto con otros compañeros y compañeras conformamos un grupo reducido de convivencia, que pronto se transformó en un grupo político estudiantil con el que ganamos la sociedad de alumnos de esa maravillosa escuela.
Con él y otro queridísimo amigo, hurgando en los bolsillos de nuestros pantalones y suplicando a nuestros padres, viajé por camión a mi primer viaje con amigos; nos fuimos de pránganas a Mazatlán donde se intensificó la fiesta y respiramos la libertad que ofrecía estar fuera de casa y de las novias. También con él me integré a las Águilas Rojas, un sui géneris equipo de futbol americano compuesto por estudiantes del Instituto México y la Prepa Federal con el que nos quedamos a un punto de quedar campeones del torneo; fuimos vencidos por unos grandulones de Tecate que con actas falsas compitieron con ventaja.
El ahora candidato era entonces nuestro mariscal de campo, uno que no actuaba por impulso y corría la pelota solo cuando era necesario o cuando se presentaba una oportunidad especial, cuando lo hacía, tenía una particularidad que se desprendía de su control e inteligencia, pues aun pasando la línea de goleo, fintaba un pase con tan extraordinario timing, que a quien estaba a punto de tlaquearlo lo hacía brincar y perder control de sus movimientos al no tener piso para apoyarse, situación que aprovechaba para seguir avanzando.
Esos dos grupos en los que nos hicimos amigos han trascendido el tiempo y las diferencias políticas o ideológicas, por lo que la amistad ha continuado a pesar del tiempo, y la falta de éste, para vernos con la frecuencia que nos gustaría; la última vez que platique con él fue porque desayunamos una semana antes de que iniciara la elección. Lo noté seguro de sí mismo, consciente de las dificultades internas y con una lectura correcta de las que lo acechaban en la elección constitucional. Nos deseamos éxito y la mejor de las suertes.
La candidatura presidencial la ha proseguido desde hace trienios, el obstáculo principal que impidió que antes fuese el abanderado del PRI fue la lealtad que lo obligaba a priorizar los intereses políticos de su mentor antes que los suyos, pero una vez que Fernando Castro Trenti logro convertirse en candidato a la gubernatura de Baja California, y habiendo coordinado esa campaña política, decidió, con éxito y con el arrojo que antes algunos dudaban tuviera, correr solo tras la candidatura municipal.
Logró ese primer objetivo, gracias a que siendo absolutamente leal a FCT, nunca fue su chamaco ni su remedo, y más bien aprendió las múltiples cualidades del embajador sin reproducir los enfrentamientos políticos y personales que éste tiene con el dueño del hipódromo. Desconozco cuál es el estatus de su relación con mi antiguo compañero de legislatura local, pero me queda claro que está corriendo su pelota en solitario, sin padrinazgos ni protectores.
Su cercanía con Fernando le permitió ser en varias ocasiones delegado federal de distintas dependencias del gobierno; presidente exitoso de su partido; diputado local. La mejor herencia de esa relación es la experiencia administrativa acumulada, oro molido para que los tijuanenses gocen de un alcalde preparado.
Si gana, tendrá el reto, y a mi juicio, la obligación de pintar raya con el dueño del hipódromo, cuyos intereses en la ciudad han sido tramposamente protegidos por el actual alcalde, so pena de convertirse en un poni de las caballerizas de caliente, cuestión que lamentaríamos y denunciaríamos muchos.
Creo que tiene el temple, y que cuenta con el timing político que le permitiría lograrlo exitosamente. Por lo pronto, alguien está en el aire creyendo que Rene Mendívil va a lanzar un pase, cuando en realidad, está corriendo.
* Jesús Alejandro Ruiz Uribe fue dirigente del PRD en Baja California, ex diputado local por el mismo partido y actualmente es Rector del Centro Universitario de Tijuana en Sonora.
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