Cicuta
Jaime Flores Martínez
Escurrido
Enloquecido en su obsesión de satisfacer su egolatría al observar su nombre en los periódicos, el contador Alberto Escourido desestimó la posibilidad de abanderar la inconformidad social por la habilitación de una Ciclo-vía en Tijuana.
Y es que ─ con la absurda oposición a la demolición de un inoperante edificio atrapado a unos metros de la Garita de San Ysidro ─ don Alberto encontró la coyuntura para allegarse reflectores. Para el señor Escourido es más importante impedir el derrumbe de una inservible masa de concreto que el bienestar y la seguridad de ciclistas, automovilistas, transportistas, habitantes y comerciantes de la zona en donde pasará la Ciclo vía.
Aunque Cicuta cuestionó el protagónico papel de un contador que dirige una agrupación denominada 100 por Tijuana, el señor Escourido prefirió guardar silencio y mantenerse en su papel de defensor de un águila de cemento.
Hace un par de días este hombre respondió de forma insolente a un periodista que a través de las redes sociales le reclamó su insensatez al referirse a los trabajadores que derrumban el edificio mencionado.
Sin conocer que se trataba de un reportero, don Alberto lo tachó de jugar sucio, pues aparentemente trabajaba para un tal Carlos que (se supone) debe ser su opositor. Solamente faltaría que el señor Escourido tache a Cicuta de hacerle el caldo gordo a una tercera persona, aunque hasta hoy nadie ha descobijado que tiene intereses en torno a la Ciclo-vía. De allí su silencio.
David
Aterrados porque la Secretaría de Hacienda colocó candados para evitar la ilegal introducción de prendas de vestir a México, algunos textileros bajacalifornianos ya piensan en cambiar de giro.
Y es que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) descubrió en octubre una red de delincuentes disfrazados de empresarios que introducían toneladas de textiles sub valuados para pagar impuestos mínimos.
Aunque el SAT esquivó los datos duros, el columnista puede referir que un tráiler saturado de material textil tiene un costo estimado en 140 mil dólares, aunque los malhechores entregan facturas que amparan solo 4 mil dólares. Sobre eso pagan el arancel. !Negociazo!
Y aunque el director del SAT Aristóteles Núñez no refirió la forma en que operaban los integrantes de esta red de evasores fiscales, resulta evidente la participación de funcionarios de primer nivel comisionados en las aduanas del norte del país. No se entendería la operación de una red de delincuentes sin la participación de administradores de las aduanas.
En Baja California son harto conocidos los empresarios dedicados a la explotación de la industria textil. Ellos mismos pregonan la estrategia de comprar cientos de miles de prendas en China a precios irrisorios. Después del baratísimo trayecto en barco los empresarios delincuentes almacenan su producto en bodegas de Estados Unidos donde se reetiquetan.
Con ello obtienen un certificado de origen que utilizan para internar a México cantidades impresionantes de prendas de vestir sub-valuadas, es decir, con el precio modificado.
Otro esquema que utilizan es cobijarse con los programas de importación temporal que utiliza la industria maquiladora. De esta forma la materia prima ingresa al país con tasa arancelaria cero pero con la obligación de retornar el producto terminado.
Sin embargo, algunos textileros internan la tela amparados con el Programa INMEX, la confeccionan y la venden en México al precio que les da la gana. Luego de meter a México cientos de toneladas de tela, estos «empresarios» cierran su planta de producción y con ello le dan cerrojazo a posibles represalias del SAT.
Lo más grave del asunto es que los beneficiarios directos de esos programas de importación temporal (llamados INMEX) son expedidos por funcionarios dedicados precisamente a la industria textil. Aunque miembros de la Iniciativa privada en Baja California conocen de identidad de dicho personaje, uno de ellos tiene claro que la Secretaría de Hacienda realiza investigaciones para determinar su grado de responsabilidad.
Si nos referimos al llamado conflicto de intereses, es obvio que este funcionario debe ser castigado por utilizar los permisos que se auto-expide. El pasado mes de diciembre la Secretaría de Hacienda anunció el arranque de medidas especiales en materia aduanera, financiera y de política industrial para blindar la cadena fibra-textil y vestido para evitar importaciones desleales.
A partir del 1 de febrero, los textileros que quieran importar textiles deberán integrarse a un padrón de la industria textil, además someterse a un programa de fiscalización para empresas señaladas por importar mercancía sub-valuada. También deberán integrarse a la clasificación de productos textiles.
Ellos deberán informar la identidad de cada uno de los integrantes de la sociedad anónima, así como la dirección de las bodegas que utilizan para almacenar y en su caso realizar el ensamblaje de productos textiles.
En pocas palabras el gobierno federal está decidido a colocar la lupa sobre los textileros, aunque en Baja California uno de ellos luce como el centro de atención del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Radio
El periodista Fernando del Monte y el autor de Cicuta son mancuerna en Fórmula Tijuana, que se transmite de lunes a viernes a la una y media de la tarde por la frecuencia 950 de amplitud modulada, Radio Fórmula Tijuana.
Cicuta.com.mx twitter: @jaimecicuta Miércoles, 11/ Febrero/2015.
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