Esrobar

Cicuta
Por Jaime Flores Martinez
Viernes, 18 de Septiembre de 2015.
Esrobar
Emocionado por el nombramiento de Arturo Escobar y Vega como Subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, el responsable de la seguridad pública de Tijuana Alejandro Lares Valladares comenzó –como primer reacción– a frotarse las manos.
¡Qué bueno que Escobar se encargará de asignar a los municipios miles de millones de pesos para los supuestos programas de prevención al delito!
¿Y por qué suponerlo si Arturo Escobar ni siquiera es bajacaliforniano? ¿Cuál es el vínculo entre Escobar y Alejandro Lares?
Resulta que en su calidad de dirigente nacional del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) el señor Escobar mantiene estrechos vínculos con el ex diputado federal Eduardo Ledezma Romo, actual delegado de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Baja California.
Eduardo Ledesma es además dirigente estatal del PVEM y popularmente se le conoce como el Pochongo.
Su hermano Arturo cobra como síndico Procurador en el gobierno de Tijuana (a quien le dicen el Pildón) y este último es muy amigo del secretario de Seguridad Pública Alejandro Lares Valladares. ¡Ahí está el vínculo!
Más allá del ámbito profesional, Lares y el Pildón pasan muchísimas horas en el chacoteo en exclusivos restaurantes donde se atragantan de manjares. Testigos de sus habituales comilonas, aseguran que ambos personajes “se llevan de cuartos”, hasta de piquete de ombligo.
Tan estrecha relación explicaría la descarada inacción de la Sindicatura Municipal ante la cascada de denuncias ciudadanas sobre los incontables abusos de los elementos policiacos.
Al margen de los centenares de ciudadanos que a diario son extorsionados por los uniformados, el señor síndico ha desestimado dos vídeos que exhiben a policías municipales evidenciados por extorsión.
En una cinta los uniformados presionan un joven para que se reconozca propietario de una cantidad indeterminada de droga. El policía municipal –incluso–, le aplica toques eléctricos.
La escena fue registrada por una cámara de seguridad instalada en el estacionamiento de un restaurante ubicado en la zona este de Tijuana.
Don Arturo Ledesma Romo (don Pildón) se atrincheró en su privado del edificio municipal para hacer lo que mejor le sale: nada.
Aunque a diario acuden ciudadanos a presentar denuncias por abusos de policías el señor síndico no mueve un solo dedo para atender esas quejas. Revelar cifras sería “empinar” a su amiguito Alejandro Lares.
Los propios uniformados reconocen que la incapacidad del secretario Lares les permite maniobrar a su antojo.
Desde la anterior administración dejó de fiscalizarse a los elementos policiacos que se atrevieron a recibir dádivas de los infractores.
En el último año del gobierno del también priísta Carlos Bustamante, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal consignó ante la autoridad estatal a tres decenas de ciudadanos que intentaron sobornar a los uniformados.
Como esta medida ya pasó a la historia los policías municipales ya pueden aceptar dádivas sin el riesgo de ser denunciados ante sus superiores.
Si nos referimos a los jefes policiacos y se alude la labor del síndico, habrá que recordar que el actual director de la Policía Municipal Omar Green fue denunciado por utilizar documentación académica falsa.
El escándalo estalló en los medios de comunicación, aunque al subestimarlo, el señor Pildón se encargó de apagar el fuego.
Arturo Ledezma no podría permitirse incomodar a su súbdito Alejandro Lares a quien –sin duda– debía poner en el banquillo de los acusados.
Si alguien se pregunta porque el Pildón tiene tantísimo afecto al señor Lares, más adelante Cicuta hará referencia a ello.
En torno a la alegría que causó el nombramiento del Arturo Escobar y Vega en la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, los medianamente observadores suponen que el atractivo está en el Subsidio para la Seguridad de los Municipios (Subsemun)
Don Arturo Escobar podría fácilmente aumentarle varios ceros al jugosísimo presupuesto, lo que deja ver que el reparto se multiplicaría. Las respectivas maletas estarían repletas.
En la próxima entrega el columnista hará referencia a los vínculos que desde su infancia estableció el secretario Lares con un personaje actualmente recluido en un penal de máxima seguridad.

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