Cicuta
Jaime Flores Martínez
Fuga
Resignados a flotar en la jodidez que acompaña al nuevo gobierno, los responsables del Hospital de Salud Mental (HSM) de Tijuana están obligados a “sacar el buey de la barranca”.
Para Sergio Gonzáles (sempiterno director del HSM) es un orgullo haber cumplido 6 años de atención permanente a los más desprotegidos que padecen algún trastorno psiquiátrico. Cierto que allí atienden enfermedades mentales de la gente pobre, aunque –en los hechos—los responsables de ese hospital se retacan las bolsas con dinero del erario.
A partir de noviembre el doctor José Guadalupe Bustamante dejó de ser el secretario de Salud de Baja California y con ello los jugosos recursos económicos dejaron de fluir con la intensidad del anterior sexenio. Muy pocos saben que el HSM está a cargo de “un patronato” aunque ésta figura es solamente una pantomima.
Si el HSM cumplió 6 años la semana pasada, quiere decir que coincide con los tiempos que el doctor Bustamante despachó como titular de salud. ¿coincidencia? ¡Pamplinas! Personajes de alto nivel tienen claro que el ex secretario Bustamante es el dueño de marras de ese nosocomio.
Sergio González Martínez, enquistado director de dicho hospital es incondicional del doctor Bustamante Moreno. Mientras que algunos médicos ubican a González como su“lugarteniente”, otros más conservadores lo ubican simplemente como su “presta nombre”.
Hasta el año pasado, el señor González abría los brazos para recibir cheques de seis ceros enviados por la entonces titular del Seguro Popular Mirna Rincón. Conocedores del tema, aseguran que la señora Rincón recibía órdenes de Bustamante para canalizar las millonadas al HSM.
El dinero era entregado por concepto de “subrogación”, es decir, en el HSM se atiende a pacientes enviados por personal del Hospital General de Tijuana. ¡El Hospital General tiene de sobra la capacidad para atender pacientes con trastornos Psiquiátricos!
Para poder justificar el desvío de los recursos hacia el HSM el doctor Bustamante ordenó que los médicos encargados del área psiquiátrica dejaran de ofrecer consulta, porque sus pacientes serian atendidos en el HSM. La factura–claro– la pagaba el Seguro Popular.
Más allá de las consultas, los médicos del HSM fueron instruidos para «recomendar» la hospitalización del paciente aunque no se necesitara. Por cada paciente encamado este hospital cobra mil pesos diarios sin contar con los medicamentos“carísimos” que bien pudieran ser placebos.
Si alguien opta por arrastrar el lápiz, fácilmente calculará las ganancias. Por cada 50 encamados obtienen 50 mil pesos. ¿Cuánto es por semana? ¿Cuánto por mes? ¿Cuánto por año?
Personajes de nivel en Baja California reconocen ante Cicuta que la mancuerna“Bustamante-Rincón” hizo un extraordinario negocio con el dinero público. Tan sólo en el 2013, la señora Rincón entregó «oficialmente» 62.2 millones de pesos al HSM. Habrá que subrayar que dicho monto podría ser solamente la careta del negociazo.
Durante los últimos 6 años, el 80 por ciento de los pacientes atendidos en el HSM fueron enviados por Bustamante, lo cual comprueba que fue un negocio redondo.
Maíz
Menos obvia debería ser la señora Victoria Bentley Duarte, quien despacha como secretaria general de los burócratas en el Estado. En lugar de velar por los intereses de sus agremiados, doña Victoria defiende apasionadamente los intereses del Gobierno de Baja California. Su servilismo evidencia sus intereses.
A principios de la semana pasada, la señora Bentley se apersonó frente al edificio del poder legislativo, donde burócratas de Tijuana y Tecate repudiaron las modificaciones a la Ley del Servicio Civil. Esta dama intentó acallar las protestas al afirmar que los cambios a dicha ley beneficiarían a la burocracia. Tan excitada estaba que se fue a la garganta del dirigente de los burócratas de Tijuana Manuel Oceguera a quien llamó “ignorante”. ¡Naaaaaa!
Dos horas después Oceguera Villa reviró agresivo a su compañera al acusarla de ser empleada del gobierno, ¡No soy ignorante! estalló en una entrevista radiofónica.
El asunto es que Bentley está a favor de las reformas a esa Ley y por eso le incomoda que Oceguera se interponga. Aunque algunas de esas modificaciones afectan directamente a los trabajadores al servicio del Estado, Bentley no tiene empacho en justificarlos pues dice que “benefician a la clase trabajadora”.
Oceguera se deslinda de la mujer con apellido del vehículo de lujo, con quien no comulga. Obvio que la burocracia está fracturada. A ver cómo les va en las peticiones por los aumentos de salario.
Irónico
Justificadamente molesta está la periodista Lourdes Maldonado con el actual diputado federal Jaime Bonilla Valdez. Resulta que hace exactamente un año, la periodista demandó a Bonilla ante los tribunales laborales por despido injustificado. Bonilla es propietario de un canal de televisión restringida donde Maldonado laboró por tres años sin recibir un centavo. Bonilla es diputado por el Partido del Trabajo, que aparentemente defiende los derechos de los trabajadores. ¡Qué ironía!
En su ausencia, los responsables de la empresa corrieron a Lourdes sin pagarle su salario, mucho menos su liquidación. Ella cuenta con un documento firmado por Bonilla y por ello lo demandó en lo personal. La sentencia está en puerta.
Cicuta.com.mx twitter: @jaimecicuta Lunes, 21 de Abril de 2014.
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