Cicuta
Por Jaime Flores Martínez
Miercoles, 08 de Junio de 2016.
Ignara
Ávida de saciar su enfermizo protagonismo y aniquilar su intrascendencia patológica, la señora Jéssica Oneyda Hernández Rivera no le importa amenazar a ciudadanos dedicados a a cumplir una labor social.
Sin saber que allí se prepararan alimentos para los pobres de la zona Este de Tijuana, la señora Oneyda llego a gritonear.
En su insignificante papel de candidata, la mujer advirtió que denunciaría a los activistas que atienden a los necesitados
!Que pena que con tal de trascender, la candidata de MORENA atente contra los apoyos sociales!
Aunque el incidente se registró el lunes de la semana pasada, el columnista decidió revelarlo hasta concluido el proceso electoral.
Y es que en la votación del pasado domingo, la señora Oneyda ni siquiera pintó en su intento por convertirse en diputada local por el XI Distrito electoral.
Resulta que el lunes 30 de mayo, un empleado de la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL) descargaba víveres en un comedor comunitario denominado Caritas Felices ubicado en la primera sección del Florido de Tijuana.
Ataviada con una playera de MORENA, la candidata Oneyda encaró a la encargada del comedor para escupirle que allí compraban votos para el PAN. Reyna Mendoza, encargada del Centro Comunitario intento explicarle que allí se alimentan a unas 150 personas al día.
Mendoza invitó a la candidata a conocer las necesidades de ese sitio, aunque Oneyda se limitó a advertirle que sería denunciada ante la PGR por supuestos delitos electorales.
Beneficiarios la buena obra de Reyna Mendoza (y su grupo) externaron su solidaridad ante la amenaza, pues la candidata Oneyda todavía cometió el error de subir a las redes sociales un video del incidente.
Allí se observa su negativa a ingresar al comedor comunitario para conocer la labor, lo cual prueba que amenazó sin conocer las realidades de su distrito.
El video revela que Oneyda iba acompañado de un hombre de la tercera edad que contribuye a su aturdimiento.
Confundidos o ignorantes insisten que –el camión con alimentos– (que no despensas) es propiedad del Gobierno de Baja California. ¿Que no tenían enfrente el logotipo de SEDESOL?
¡Entonces depende del gobierno federal, es decir del PRI!
Aunque MORENA subió como la espuma gracias a Andrés Manuel López Obrador no hay duda que está plagado de personas improvisadas. Si Oneyda conociera su distrito no hubiese tropezado en un suelo tan parejo.
Quienes se interesan en participar en política están obligados a conocer las necesidades y las buenas obras de su comunidad. Doña Oneyda debe saber que ese centro comunitario tiene media década de ofrecer alimento caliente a personas de escasos recursos. Allí se reciben incluso a indigentes.
Dos jóvenes imparten allí talleres de artes y música, mientras otras dos personas enseñan a niños trabajos manuales.
La plantilla de cinco personas aceptan que el trabajo social lo realizan sin remuneración, es decir ¡lo hacen por humanidad. !Y la candidata Oneyda los amenaza!
Cicuta observó las carencias existentes y testificó la enorme voluntad y el esfuerzo realizado.
Reyna Mendoza asegura que desde hace algunos años, la SEDESOL provee mensualmente de arroz, frijol, sardinas y agua para distribuirla entre la gente pobre.
Y mientras –atrapada en su ignorancia– la señora Oneyda supone que la SEDESOL pertenece a la estructura panista del gobierno de Baja California. ¡Hágame favor!
¿Y así pretendía legislar?
Desquiciados
A propósito de candidatos, quienes conocieron la declinación de Gabriel González Celestino en favor del panista Carlos Torres Torres (en el distrito XIII) no aguantaron los ataques de risa.
Primero González Celestino simuló la pre-candidatura del PAN para la alcaldía de Tijuana, pero después despotricó de verdad peque ungieron a Juan Manuel Gastelum como su candidato. González Celestino escupió barbaridades y se atropello al cobijarse en las siglas del Partido Verde Ecologista de México (PVEM)
Este partido lo habilitó como su candidato en el distrito número XIII y con ello se fue a la garganta Carlos Torres.
A unos días de concluir la campaña electoral, en su marcada incongruencia, González Celestino declinó en favor del panista Carlos Torres. ¡Se le olvidaron los insultos!
Eso le pasa al PVEM por aceptar desquiciados. ¿O cobijarían a uno de su clan en su manicomio?
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