#ProtecciónEntreMalandros

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#ProtecciónEntreMalandros 

Pocos saben que unos días antes de ser destituido de aparecer como titular de inseguridad pública municipal (ya que sigue siéndolo en lo “oscurito”), el “camillero” Alejandro Ladres Valladares, destituyo a –prácticamente- todos los mandos administrativos de la dependencia, por las múltiples “movida$” que se dan en la citada área, incluyendo el cobro de seguros a personal policiaco, sin que este sea pagado a la respectiva auguradora.

La irregularidad “brinco”, cuando el policía municipal Francisco Hernández Aguilar, fue sometido a una intervención quirúrgica (extracción de vesícula, realizada hace algunos meses), por lo cual, al tener un seguro que cubre procedimientos médicos, el cual le es cobrado vía descuento de nomina, solicito el respectivo reembolso por el tratamiento médico recibido, con la sorpresa de que la dependencia municipal tenia mese sin realizar los pagos a la compañía aseguradora Argos, pese a los descuentos catorcenales realizados a los elementos policiacos.

Ante la irregularidad, Hernández Aguilar presentó una denuncia ante Sindicatura Procuradora en contra de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), la cual como siempre no llevara a sanción alguna, ya que el sínico procurador “el prozac o pildorón” Arturo Ledesma Romo, es la tapadera oficial de los corruptos funcionarios municipales, en este caso mandos policiacos, claro que… previa cuota o comisión.

Quienes conocen del tema, aseguran que la aseguradora Argos está acostumbrada a que “por cuestiones administrativas” el ayuntamiento se atrasa hasta meses en hacer los pagos, lo cual no solo es irregular, sino que es ilegal, ya que el dinero no es propiedad municipal, es un dinero que sale de la nomina y se le descuenta al empleado y en automático debería ser depositado en la cuenta del proveedor del servicio. Al no hacerse lo anterior, algún funcionario anda jineteando el dinero, lo cual es ilegal y además pone en peligro la integridad de los empleados municipales y sus familias.

En su momento, el “camillero” Ladres Valladares, quiso zafarse la responsabilidad, echándole la culpa a la Oficialía Mayor municipal, llegando al extremo de asegurar que “la secretaria a su cargo no tiene nada que ver en cuanto al manejo de recursos de los elementos policíacos”, lo cual de ser cierto (aunque no lo es), se debería desaparecer las aéreas administrativas de esta dependencia y de las demás de la administración municipal, las cuales solo duplican funciones de la Oficialía Mayor, como también deberían desaparecer los jurídicos incrustados en todas las principales dependencias municipales, las cuales duplican la función de la consejería jurídica. Y todavía tienen el descaro de no reconocer la duplicidad de funciones que lleva a la “obesidad” de la nomina municipal.

Si en lo administrativo la alcaldía es un desastre, en seguridad pública es toda una… tragedia. La corrupción, impunidad y reciclaje de delincuentes es lo cotidiano. El presidente municipal, el “dotor Chapatín” Jorge Enrique Astiazarán Orcí, hace un tiempo se dio el lujo de restregarnos en la cara que “la ciudad no debe ser cautiva de la violencia y la delincuencia”, pero se encapricho en mantener a los mandos superiores a cargo de la inseguridad pública.

A continuación le hecho toda la culpa a otras instituciones al afirmar que “los hechos violentos tienen que ver con el reciclaje de delincuentes que se ha venido presentando una vez que quedan en libertad de la Penitenciaría o de las propias agencias del Ministerio Público”, sin darse cuenta o de plano valiéndole sorbete que sus muchachitos de la mañucipal son los “reyes del reciclaje”. Desde tiempos prehistóricos, la mañucipal para demostrar resultados, detiene cada tercer dia a los mismos malandros, vagos, sin casa, caminantes y demás que se atraviesen en su camino. Cometan o no delitos o faltas administrativas, con el solo fin de presumir las miles de detenciones que tanto ladran. Independientemente de que la gran mayoría de los detenidos son liberados en el ministerio publico o en los tribunales, porque son inocentes o por las graves fallas e ilegalidades de los trogloditas con uniforme que los consignaron. Así o más claro.

Astiazarán Orcí, presume que “no ve a los ciudadanos con temor de salir a las calles”, pero fue más lejos en su locura al afirmar que “el que nada debe, nada teme”, con lo cual pareciera decir que todos los que sufren de algún crimen, es porque deben algo. O lo que es lo mismo, que la mayoría de la población del municipio, que ya ha sido blanco de los criminales, se lo gano porque algo debe. Lo dicho: ya perdimos al “dotor Chapatin” Astiazarán.

Como ejemplo de la protección institucional que se da a los malos policías, están las acusaciones vertidas por sus propios elementos contra el jefe de distrito de Otay, Jesús Almanza Martínez, por diversas y constantes irregularidades. Pero Jorge Enrique Astiazarán, solo atina a decir que “es un caso que debe de ser investigado por las autoridades correspondientes”, es decir entre el par de pillos… digo socios, que son el “camillero” Alejandro Ladres y el “prozac o pildorón” Ledesma Romo, conocidos por proteger a quienes recaudan para ellos.

El que la ciudadanía en general y las asociaciones de empresarios y comerciantes se quejen… les tiene sin cuidado. Que digan que “en Tijuana hay un caos”… es o de menos. Que la ciudad esta convertida en el patio de la lucha entre delincuentes… si y qué?

Lo principal parael par de pillos (“dotor Chapatín” y “camillero”), es que no se detengan los “recursos” necesarios para terminar el “hotelito” en construcción en el sureste del país, y para algunas “inversioncitas” en la franja fronteriza. Lo demás son “cantaletas” nomas.

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INTRIGAS.INFO Escrito por Ricardo Madrigal.

Martes, 22/Marzo/2016.


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