Hediondez

Cicuta

Por Jaime Flores Martínez

Lunes, 31 de Octubre de 2016.

Hediondez 

Aturdido por la resonancia generada por el Patronato de la Universidad Autónoma de Baja California, el Gobierno del Estado proyecta su insolencia al pretender recurrir a un préstamo bancario para liquidar el adeudo de 470 millones de pesos.

¡Salirse por la fácil!

¡Que pague el siguiente gobierno!

Y es que la denuncia pública que hizo el Patronato de la UABC –sobre el millonario adeudo que tiene con ellos el gobierno de Francisco Vega de Lamadrid– generó la irritación del mandatario.

¡!Que afán de fastidiarle la vida! ¿Para que ventilar el tema?

A través de un comunicado la administración estatal respondió (al día siguiente) que la “disponibilidad presupuestal” era el motivo del adeudo, pero no son 470 millones, solamente son 313. ¡Nomás eso!

Y aunque el escándalo se ha prolongado por más de dos semanas, la versión oficial es que “acudirán a la mesa de diálogo para arreglar el asunto”.

¡Con liquidar el adeudo desactivarían el escándalo! ¿Para que una mesa de diálogo?

El mayormente responsable de ese adeudo es el actual secretario de Planeación y Finanzas Antonio Valladolid Rodríguez, quien engorda su cochinito para convertirse en candidato a la gubernatura por el PAN en el 2018

¡Que latosos esos universitarios!

Un enterado de este asunto asegura que Valladolid busca obtener un crédito bancario para liquidar el adeudo.

Aunque ese testigo ignora los detalles relativos al supuesto préstamo, se observa muy cómodo pedir prestado al banco para bajar los decibeles.

¡Al cabo que el siguiente gobierno tendría que pagar esa deuda!

Y aunque el escándalo está enfocado exclusivamente en el tema del adeudo, muy pocos han reparado en el origen y el objetivo de tantísimo ruido.

Quien concibió el escándalo mencionado es el ex gobernador de Baja California, el panista José Guadalupe Osuna Millán y su peón Alejandro Mungaray Lagarda.

En su carácter de ex rector de la máxima casa de estudios, el señor Mungaray busca ser candidato a la gubernatura de Baja California, aunque la percepción generalizada es que este hombre explotó (y explota a placer) las arcas universitarias.

 José Luis Ocegueda actual rector (lambiscón de Mungaray) habría participado en el intrigoso mapa para enredar a Gustavo de Hoyos Walther y colocarse la soga en el cuello.

El plan incluía que don Gustavo generara la furia del gobernador Vega y –sin saberlo– se chamuscaría en su intención de ser candidato a gobernador.

Osuna Millán y Alejandro Mungaray diseñaron el estallido del escándalo al manipular al actual dirigente de la Coparmex Gustavo de Hoyos Walther. Perversamente aprovecharon que de Hoyos funge como presidente del patronato universitario.

Calcularon que al destapar la coladera (y con el nivel que ostenta Gustavo de Hoyos) el actual gobernador de Baja California Francisco Vega de la Madrid haría un berrinche mayúsculo.

Al denunciar el millonario adeudo, el señor de Hoyos evidenciaría la mala administración de Francisco Vega de la Madrid y se quedaría claro el poderío que mantiene la dupla Osuna-Mungaray.

Si el escándalo salía (como salió), Alejandro Mungaray se proyectaría hacia la candidatura panista por la gubernatura, mientras Osuna Millán se acercaría a la obtención de la candidatura hacia al Senado de la República en el 2018.

Lo destacable del asunto es que Gustavo de Hoyos Walther habría caído ingenuamente en la trampa tendida por Osuna y Mungaray.

Resulta que el señor de Hoyos ¡también quiere ser el candidato panista por la gubernatura de Baja California! en la siguiente administración.

¡Lo utilizaron a placer!

¡En los hechos lo chamaquearon!

Hay quien dice que personajes cercanos a Osuna y a Mungaray se encargaron de «filtrar» que Gustavo de Hoyos Walther «metió presión» para que su vice presidente Raúl Villarreal Álvarez pudiese alcanzar la libertad bajo fianza.

El viernes 21 de octubre el vicepresidente de la Coparmex Raúl Villarreal fue arrestado en Mexicali y recluido en una prisión del Estado de Jalisco a petición de la fiscalía de aquella entidad.

Villarreal habría defraudado a empresarios jaliscienses por un monto superior a los 143 millones de pesos.

La versión aparentemente filtrada por cercanos de la mancuerna Osuna-Mungaray, asegura que Gustavo de Hoyos consiguió la remoción del juez que la mañana del lunes 24 había negado la libertad bajo caución al señor Villarreal.

¿No resulta irónico que Gustavo de Hoyos haya pugnado por erradicar la corrupción y simultáneamente practique el tráfico de influencias?

¡Este hombre no es congruente!

Al menos esa sería la señal de Osuna y Mungaray.

La tarde de ese mismo lunes, el abogado mexicalense Elías Flores Gallegos adelantó que su cliente Raúl Villarreal Álvarez alcanzaría la calle apenas pagara la fianza.

!Ah, –es que– cambiaron al juez que le había negado la libertad bajo fianza!

¿Qué poderoso habría maniobrado?

Si trasciende que Gustavo de Hoyos recurrió al tráfico de influencias, entonces Osuna y Mungaray lograrían quemar sus intenciones de convertirse en candidato a la gubernatura.

Así le dejaría la puerta abierta al señor Mungaray quien –dicho sea de paso—dicen sus detractores que “presume” que sus “súper héroes” son los prófugo ex gobernadores Guillermo Padres de Sonora y Javier Duarte de Veracruz.

Finísimas personas.

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