Pulguero / Cinthya

Cicuta

Por Jaime Flores Martínez

Miercoles, 19 de Octubre de 2016.

Pulguero

Confundidos al comprobar que el Consorcio Cuauhtémoc-Moctezuma vende la cerveza muy barata a sus consentidos, algunos “antreros» de Tijuana ya le reclamaron al director regional de la empresa Paul Castro.

¡Algunos negocios tienen hasta un 60 por ciento de descuento!

¡Qué política tan desigual!

Más allá de tan millonario negocio, el lunes de la semana pasada Cicuta reveló que la cervecería Cuauhtémoc Moctezuma contribuye al aumento de los accidentes automovilísticos.

Esta empresa vende la cerveza a algunos centros de diversión con amortizaciones extraordinarias. Solamente Las Pulgas (popular centro nocturno en Tijuana) vende en promedio un millón de cervezas cada mes.

¡Entre más venden más ganan!

Sépase que discotecas como Las Pulgas, Le Container y el Copeo ofrecen la cerveza a la clientela en un precio unitario de 15 pesos.

¿Dónde más barata?

Al obtener la bebida más económica que en el supermercado muchos parroquianos acuden ahí a ponerse como huevo de perro.

Si la cerveza les cuesta 15 pesos, fácilmente pueden empujarse 20 cervezas por la cantidad de 300 pesos. ¡Además disfrutan de la música, el baile y la diversión!

Al igual que estos centros, la cervecería también hace un extraordinario negocio, aunque a costillas de los más necesitados.

Cicuta subrayó que, aunque la responsabilidad de moderarse en la bebida es individual, también es cierto que la autoridad debería regular las excesivas ventas de bebidas embriagantes en algunos lugares.

Si de empresa cervecera beneficia solamente a algunos lugares, el resto de los negocios tienen razón al reclamar que el piso sea más parejo.

Paul Castro, director regional de ese consorcio cervecero no solamente vende la cerveza a lo que le da la gana sino además controla una parte importante de los permisos de venta de licor que expide la autoridad municipal.

Si los permisos para la venta de alcohol alcanzan precios superiores a los 500 mil pesos, el señor Castro presta los permisos a cambio de que el dueño del negocio se comprometa a venderle 1 millón de pesos de cervezas en 12 meses.

Sin embargo, Paul Castro no garantiza un precio justo por lo cual los inversionistas terminan asfixiados.

De aquí que pocos propietarios de negocios hagan “huesos viejos” en el negocio de la diversión nocturna.

En otras palabras, los dueños de bares en Tijuana fácilmente se van a la quiebra: la renta en dólares y los elevados precios de la cerveza terminan con el negocio.

Cicuta también refirió a las pingües ganancias que se obtienen a través de la colocación de retenes que revisen los niveles de alcohol en los automovilistas.

Subrayo que el negocio del alcohol beneficia no solamente al dueño de los antros referidos y a la empresa cervecera, también la Secretaría de Seguridad Pública saca raja de los borrachitos.

Cinthya

Una pasión arrebatada se observa en las acciones que realiza la diputada federal Cinthya Giselle García Soberanes, quien hace unos meses decidió renunciar a las filas del Movimiento Ciudadano para integrarse al Partido Encuentro Social (PES).

Esta dama se entregó al trabajo proselitista que realizó el teniente coronel Julián Leyzaola Pérez en su búsqueda de convertirse en alcalde de Tijuana, amparado por las siglas del PES.

Desde ese momento la diputada federal trabajó con ahínco para su nuevo partido.

La semana pasada, luego de que el Tribunal Electoral de la Federación desechó las impugnaciones presentadas por el PRI y el PES, la señora diputada se solidarizó con Leyzaola.

Cynthia saturó de elogios al teniente coronel. Poco le faltó para proponerlo como santo.

Seguro que la arrebatada señora desconoce el pasado del militar retirado. No ha tenido tiempo de echarse un clavado en Google.

Sólo así se entendería.

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