INTRIGAS
ACTUALIZACIÓN
En la columna del pasado martes día dos, se mencionaron los “desgarriates” del, en ese entonces administrador de la aduana de Tijuana, Alejandro Amadeo González Guilbot, de quien se mencionaba estaba por “perder” su chamba por un cumulo de motivos, entre los que se encuentra la corrupción. Por motivos de tiempos de envió a los diversos portales que hacen posible la publicación de esta columna, no fue posible el manejar que desde el lunes primero se dio la citada –y cantada– destitución, disfrazada de “cambio”.
En lugar del citado González Guilbot, llega otro oscuro personaje, con reputación digna de novela policiaca, de nombre José Julián Dip Leos. Este personaje es hijo de Elías Dip Rame, ex priista, ex perredista, y lo último que se supo de su filiación partidista: panista y ferviente calderonista –gracias a lo cual “Juliancito” ha tenido tan importantes posiciones–, empresario transportista, “dueño” de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram), dueño de empresas dedicadas a la venta y renta complementos para tráileres y de muchos bisnes más.
Dip Leos, fue según la información oficial ofrecida para el “relevo”, fue director de administración portuaria de los puertos de Manzanillo, Colima, a partir de mediados de dos mil ocho, hasta dos mil diez, y de Altamira, Tamaulipas, desde ese mismo año, hasta agosto del dos mil trece. Curiosamente, cuando según la propia autoridad dice, esos puertos estaban controlados por la maña, el primero por “La Familia, posteriormente Caballeros Templarios”, la segunda por los “Golfos y Zetas”.
Independientemente de lo anterior, ambas administraciones estuvieron salpicadas por múltiples denuncias de corrupción. Se mencionan: contrataciones irregulares, ocultamiento, destrucción y sustracción de documentos, coalición de funcionarios, ejercicio indebido del servicio público y otras linduras. Se llegó al extremo de decir que la misión era muy clara, saquear a la paraestatal, con la complacencia de las autoridades panistas al más alto nivel, incluyendo a Salvador Vega Casillas, en ese entonces titular de la Secretaría de la Función Pública.
José Julián Dip, “Juliancito” para los cuates, fue invitado por su ex jefe –a quien rendía informes y “dividendos” – y ahora administrador General de Aduanas, Alejandro Chacón Domínguez, a incorporarse a la dependencia, con el antecedente de que en el sexenio de Fox, fue administrador de la Aduana de Veracruz, bajo las ordenes de José Guzmán Montalvo.
Aunque se maneja que el cambio se debe únicamente a un proceso de rotación “normal” de personal que implementa el Sistema de Administración Tributaria (SAT), la realidad es que con los múltiples escándalos de Alejandro Amadeo González, pero sobretodo con el “pleito” contraído con el gobierno norteamericano, a Chacón Domínguez, se le presento la inmejorable oportunidad de “tronar” a un funcionario que “ladraba” un día si, y otro también, que con el apoyo del poderoso senador priista Emilio Gamboa Patrón, llegaría a la titularidad de las aduanas del país… hasta tenia fecha fatal: el mes de Marzo del presente año… el cual para fortuna del país, paso sin que se cumpliera el mal adagio.
Dip Leos, tiene la experiencia y el conocimiento adecuado o sobre todo la “maña”… para hacer “fortuna” –personal– en esta región. Además, como buen calderonista es un buen representante de quien no pudo otorgar seguridad a los ciudadanos, ni legalidad… para pronto: fiel representante de un Estado fallido.
Lo más seguro, es que las corporaciones del imperio tengan que seguir investigando al administrador aduanal en turno, por eso de las viejas costumbre de que posición que toma, la “maña se concierte en ley”.
Luis Videgaray Caso, independientemente de que es el funcionario que más le ha quedado a deber al presidente, ya que con su pobre actuar –de alguna forma hay que llamarle– ha “desmadrado” la economía del país, también tiene bajo su mando la dependencia más corrupta. O por lo menos ese es el sentir de la población. Y con los nombramientos en aduanas… parece darles la razón.
BENITO – ESCÉNICA
Los alcaldes bajacalifornianos y el propio gobernador, están más que acostumbrados a quejarse de todo, y echarle la culpa de sus “males” a quien se atraviese, pero son pésimos para administrar y peores para conocer a que recursos tienen “derecho”… o de perdida acceso.
Lo anterior viene al caso, porque mientras los ayuntamientos de Reynosa, Matamoros, Ciudad Acuña –entre otros–, de Tamaulipas, y algunos de otros estados, reciben algunas decenas de millones de pesos por parte de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), resultantes del veinticinco por ciento de los ingresos participables, que es lo que aporta dicha institución a estados y a municipio donde están instaladas sus casetas de cobro, al Estado de Baja california, así como a los municipios de Tijuana, Rosarito y Ensenada, no se les ha entregado nada… ni ellos lo han solicitado.
Sobra decir, que otras aportaciones que históricamente ha hecho la institución, a nuestro estado no le ha correspondido… ni el saludo. En otros tiempos se entregaban camiones repletos cargados de pintura de tráfico –para pintar calles–, material de encarpetado, así como diversas obras cercanas a la autopista. En la actualidad… nada.
Bueno, con decir que su director Benito Neme Sastre, no se ha dignado recibirlos… menos darse una “vueltecita” por la región. Ya dijo que esperemos a tener el basquetbol profesional de la NBA –que tanto le gusta–… es decir nunca.
Ni siquiera para darse una vueltecita por ese “bisnes personal” que denominan “reparación o restitución del tramo deslizado en el kilómetro 93 de la carretera Escénica Tijuana-Ensenada”, donde llevan gastados una buena cantidad de centenas de millones de pesos… y los que faltan.
Y que según se afirma por varios actores locales, en los últimos días se han registrado deslizamientos –y aun truenes– durante la ejecución de la citada obra… aunque la autoridad los denomina convenientemente “reacomodos de tierra”.
El primero en destapar el “problemita”, fue el alcalde rosaritense Silvestre Abarca Macklis, seguido por algunos otros, entre ellos el Centro Científico y Superior de Ensenada, hasta llegar el especialista en colgarse de temas ajenos –ya que nunca está en el estado, para generar propios–, el “gober pernicioso” Francisco Arturo “Kiko” Vega de la Madrid, quien ya exigió cumplir con las fechas comprometidas… como si el cumpliera promesa alguna.
Mientras, uno de los gatos… digo colaboradores de Neme Sastre, afirmo que la Carretera Escénica Tijuana-Ensenada, será reabierta el lunes quince de septiembre, ya que se trata de una «orden presidencial». Así que jure usted, que ese día, con “bombos y platillos” será reinaugurado dicho tramo… aunque posteriormente se tenga que seguir trabajando… e invirtiendo muchos cientos de millones más.
Con Benito Neme, sigue la costumbre de los directores de CAPUFE de “inflar” el costo de las obras. Ahí está el proyecto del llamado viaducto elevado o segundo piso de la autopista México–Puebla. Con un sobreprecio de más de cuatro mil millones de pesos, o el del puente “caído” en Morelos… y así podríamos seguir obra por obra… hasta llegar a la Escénica. Sera que por eso corrieron a esa familia del edén tabasqueño? Conste que es pregunta.
GENDARMERÍA
Mientras las autoridades municipales y estatales faltan a la verdad al decir que la región está tranquila, y que no pasa nada. Los ciudadanos, cámaras empresariales, y la propia iglesia, le han pedido apoyo a la federación para tratar de controlar la criminalidad desatada, por lo cual fue designada como una de las entidades donde primero actuara la Gendarmería Nacional.
Contra lo dicho por el secretario de (in)seguridad pública estatal Daniel de la Osa… digo Rosa, el cual se la pasa escondiendo la verdad en cuanto a niveles de criminalidad… y de la incapacidad y corrupción desenfrenada de su policía estatal preventiva (pepos), Y lo ladrado un día si, y otro también por el “dotor Chapatín” Jorge Astiazarán Orcí, y sus “compinches” el “camillero” Alejandro Lares Valladares, y su “gatita de angora” Paty Sida, que solo sirven para proteger a los pésimos y corruptos –no todos, por supuesto– jenízaros municipales, pero no para controlar a los “mañosos”, la Secretaria de Gobernación Federal decidió enviar a Tijuana, en una primera etapa, a un total de trescientos elementos de la Gendarmería Nacional, los cuales iniciaran operativos de combate a la delincuencia, empezando –como se debe– con labor de inteligencia, investigación y análisis.
Si se toma en cuenta que solo se enviaron elementos a cinco entidades del país… eso nos da una idea del tamaño del desbarajuste en que esta convertido Baja California en lo general, y Tijuana en lo particular. Ni que decir, de que los pillos… digo autoridades tijuanenses no han dicho “ni pio”. Mientras las corporaciones del imperio los apapachen –aunque sea por conveniencia de tener “empleados” en el puesto–… ellos felices.
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INTRIGAS. Escrito por Ricardo Madrigal. Jueves, 04 de Septiembre de 2014.
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