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Jaime Flores Martínez

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Ubicado como encubridor de un delito cometido el año pasado en Estados Unidos, el secretario de Seguridad Pública de Tijuana Alejandro Lares Valladares debía estar arrepentido de encubrir al presunto responsable. Más allá de eso, Lares  debe reconocer que se excedió al promover a Alfonso Molina Patiño como responsable de los filtros policiacos especializados en la aplicación de la prueba del alcoholímetro.

Más allá de los errores cometidos antes de su nombramiento como secretario, Lares traicionó la confianza de la autoridad estadounidense al ocultar información que los gringos le solicitaron  como Director de Enlace de la Secretaria de Seguridad Pública de Tijuana. Hasta antes de ser nombrado secretario, Lares se encargaba de resolver asuntos policiacos que involucraba a Estados Unidos.

La lógica indica que su servilismo con los gringos influyó para que el alcalde Jorge Astiazarán lo designara responsable de la seguridad pública en Tijuana.  Hoy Cicuta puede señalar que a mediados del 2013 la empresa estadunidense ACE Uniforms pidió apoyo a su autoridad al descubrir «el robo hormiga» de uniformes policiacos.

En su investigación la autoridad estadunidense detectó que el sustractor era un empleado asociado con una persona externa plenamente identificada. Ambos utilizaban un domicilio en San Diego como bodega y desde ahí distribuían la mercancía robada.

Los policías gabachos descubrieron que los rateros entablaban continua comunicación con alguna persona residente en Tijuana. El número telefónico localizado, fue canalizado a Lares para que ayudara en la localización del cómplice. El encargado de «enlace» investigaría la identidad del tercer involucrado y el caso quedaría resuelto.

Al iniciar la investigación en suelo tijuanense, el director de Enlace acudió al local comercial de la empresa Mopa de Tijuana, especializada en venta de uniformes policiacos. El propietario del negocio es su íntimo amigo Alfonso Molina Patiño, quien por esos tiempos despachaba como encargado de «hechos de tránsito» de la Policía de Tijuana.

Con la confianza que existe entre los verdaderos amigos, Lares mostró a Patiño el número telefónico que rastreaba para que su amigo le ayudará a ubicar al propietario. La versión señala que –al observar el mentado numero— Molina Patiño «se puso blanco» de la impresión. ¡Ese número telefónico pertenecía a su hijo!

Lejos de notificar a la autoridad norteamericana, el señor Lares maniobró para que su amigo se deshiciera de la mercancía robada y se encargaron de enterrar el número telefónico. En los hechos la autoridad norteamericana conoció que a ese número telefónico “se lo llevó el viento”.

En un texto divulgado ayer por el profesionista Ricardo Madrigal, subraya que Lares nombró a Alfonso Molina Patiño como encargado que los alcoholímetros al inicio de la gestión municipal. ¿Se imagina usted la cantidad de negocios que hacen estos amigos y socios?

Y aunque Madrigal solo lo deja entrever, resulta obvio que el secretario Lares incurre en el delito de encubrimiento al ocultar información clave sobre la comisión de un delito. Más allá de la ilegalidad,  resulta inentendible que Molina Patiño haya sido ascendido por la simple relación de amistad con el nuevo secretario.

No hay duda que los detractores de Lares tienen enfrente las herramientas necesarias para pedirle al alcalde Astiazarán la destitución del secretario.

A la mitad de su texto, Ricardo Madrigal señala que al momento de coadyuvar a Molina Patiño en la “desaparición” de la mercancía robada, coincidentemente el señor Lares estrenaba vehículo. Desde luego que este detalle pasó desapercibido por las autoridades estadounidenses por la ciega confianza depositada en Lares.

Para desinflar su ansiedad por conocer el resultado de su investigación, el titular de “enlace” les informó que el número telefónico no pudo ser rastreado y por ello se desconoce el destino de la mercancía robada. En pocas palabras Lares omitió informar detalles a la autoridad extranjera, aunque aun así les llama sus jefes los gringos.

Muy interesante será conocer la postura de la Agencia Antidrogas en los Estados Unidos (DEA) pues  Lares presume a quienes lo visitan una “charola” con las siglas de la DEA. ¿Sabrá la DEA que Lares protege a uno de los presuntos responsables de un delito cometido en Estados Unidos?

Fórmula

El autor de Cicuta y el periodista Fernando del Monte son titulares de Fórmula Tijuana, que se transmite de lunes a viernes de 2:30 a 3:30 por la frecuencia 950 de am. Radiofórmula. ¿Contraste? Es la intención.

Cicuta.com.mx   twitter:@jaimecicuta     Miércoles, 26 de Marzo de 2014.


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